La salud pública crece en el Penna
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En muchas ocasiones nos hemos referido, en estas mismas páginas, a las serias dificultades logísticas que sufre cotidianamente el Hospital Interzonal Doctor José Penna, a partir de limitaciones presupuestarias, inversiones postergadas y otras carencias que, en más de una ocasión, han colocado al principal hospital de la región en una situación por demás preocupante.
En esta ocasión, el comentario viene a cuento a partir de una exitosa intervención quirúrgica, inédita, llevada a cabo durante la última semana de junio en el lugar, cuando el equipo de profesionales concretó una angioplastia coronaria con la correspondiente colocación de un stent, un pequeño tubo que expande las arterias que conducen la sangre al corazón.
El hospital Penna dispone desde hace tiempo del equipamiento necesario para concretar este tipo de intervenciones. Esas herramientas fueron adquiridas por el Estado provincial, pero lamentablemente no podían utilizarse debido a un inconveniente en uno de sus tubos, el cual finalmente terminó de ser reparado a principios del corriente año.
Si bien el procedimiento médico de colocación de un stent es calificado por los especialistas como un trabajo “relativamente sencillo”, en general los hospitales públicos no disponen de los medios materiales para concretar ese tipo de intervenciones.
esto significa que cualquier persona que lo necesite debe atenderse en una clínica privada, con intervenciones que, de modo estimado, exigen el pago de 30 mil pesos entre material y honorarios médicos.
La intervención que abrió en el Penna esta práctica fue realizada a una persona de 55 años, quien ingresó al hospital luego de sufrir un infarto y que, como el 50 por ciento de la población, carece de obra social.
La intervención, afortunadamente, fue exitosa: en pocas horas, el paciente fue dado de alta.
Sin duda, esta posibilidad conforma una buena señal del sistema sanitario público, el cual debería ser parte de una política sostenible en materia de provisión de equipamiento, de modo de estar a la altura de cualquier clínica privada y en condiciones de atender cualquier situación delicada que se relacione con la salud.
Más allá de la diversidad de cuestiones que debe atender el Estado provincial, dar respuesta a estas necesidades debiera ser parte de una conducta metódica, constante y de privilegio.