Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Delito: cifras que engañan

De acuerdo con datos dados a conocer por el Poder Judicial, a partir de un informe titulado “Registro Unico de Detenidos”, el Departamento Judicial de Bahía Blanca –que abarca una región de 683 mil habitantes- tiene la tasa más baja de detenidos en toda la provincia de Buenos Aires, con 133 casos ocurridos cada 100 mil habitantes.

La estadística la ubica apenas por debajo de los departamentos de Necochea -con 136 casos- y Trenque Lauquen -con 138-, y bastante alejada de la media provincial, que está en 230, con lo cual esta región tiene una cantidad un tanto menor al 60 por ciento de esa medida promedio.

La noticia podría tomarse como alentadora si fuera consecuencia directa de la relación entre la cantidad de hechos delictivos cometidos, es decir, que ese número fuera consecuencia directa de la poca cantidad de actividades que obliguen a las fuerzas policiales a proceder a la detención de personas.

Pero lejos parece estar esa posible lectura de ser realidad. Si bien en la ciudad no se tiene conocimiento del mapa del delito –que ni siquiera en manos del municipio conforma una información a la que se pueda acceder-, aparece con nitidez que la mayor cantidad de robos ocurridos en los últimos tiempos no ha sido esclarecida, no hay responsables detenidos y los autores siguen en libertad, sin duda ocupados en organizar sus nuevas tropelías.

En las últimas horas volvieron a actuar patachorros, varios comercios fueron asaltados a punta de pistola o de cuchillo, ingresaron en casas particulares a plena luz del día en varios sectores, se llevaron televisores, computadoras, equipos de música, entre los distintos hechos denunciados.

Nadie vio nada, ningún patrullero persiguió a los ladrones, no hubo operativo cerrojo que sirviera y ya nadie espera tener la novedad de un caso resuelto.

En particular en nuestra ciudad siguen existiendo los cortocircuitos entre la fuerza policial y la Justicia, con cruces de recriminaciones sobre los tiempos de actuación de cada uno, la lentitud en obtener ciertos permisos, la falta de elementos para actuar en tiempo y forma, el famoso peregrinar de los detenidos entre una puerta y otra de las comisarías y juzgados, para volver rápidamente a delinquir sin mayores condicionamientos.