Una ruta que pide justicia
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En una resolución inusual, la Justicia marplatense hizo lugar a una medida cautelar presentada por un vecino y ordenó a la administración provincial de Daniel Scioli que repare “en forma urgente” la Ruta Provincial 88, que une Mar del Plata con Necochea, para de esa manera cuidar la integridad física de todas las personas que transitan por el lugar.
La medida fue tomada por el Juzgado de Ejecución Penal Nº 1 de Mar del Plata, indicando en su decisión que existe “una catarata de reclamos” realizados desde hace varios años, como consecuencia de las deficiencias estructurales del camino, así como la terrible cantidad de víctimas fatales registradas, estimadas en 58 en los últimos 15 años.
Menciona además que la conocida como “ruta de la muerte” -no es la única de la provincia que acarrea con ese mote- está “vetusta y colapsada” -no es necesario ser siquiera un entendido para verificarlo-, teniendo en cuenta, por un lado, que fue diseñada hace 70 años y que hoy es recorrida por unos 10 mil vehículos cada día.
En su fallo, se deja en claro que la Provincia deberá proceder a señalizar de manera adecuada la calzada, reparar todos sus baches y fisuras, colocar cartelería adecuada dando cuenta de las limitaciones e inconvenientes que presenta el camino, corregir el descalce que presentan las banquinas y restringir el tránsito de maquinaria agrícola.
Finalmente, el escrito no establece “plazos” para la realización de esos trabajos, por entender que los mismos son “obligatorios” y deben ejecutarse de manera “inmediata”.
De no hacerlo, el gobierno bonaerense estará incurriendo en el delito de desobediencia, que supone la pena de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público de seis meses a dos años.
El gobernador Daniel Scioli conoce en detalle la situación de esta ruta, ya que en 2011 –en plena campaña electoral- encabezó un acto en Necochea, en el cual prometió que la ruta sería reemplazada por una autovía siguiendo la misma traza actual. Ni la nueva obra ni la recomposición de la actual se han cumplido.
Lo ocurrido con este fallo judicial abre además un panorama singular para otras tantas rutas que desde hace años esperan una intervención vial también de carácter impostergable.
De modo que lo que no logran legisladores ni los funcionarios ni los propios gobernadores a partir de sus palabras, tendrán que hacerlo como un acto de justicia.