Monotonía y marketing

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

Cualquier desprevenido que no frecuenta el microclima de la Gobernación podría creer estar ingresando en un largo túnel de optimismo electoral. Portavoces platenses no disimulan en transmitir la sensación de que “Daniel ya ganó”, aun cuando el propio Scioli, como candidato presidencial del FpV, reclama humildad y responsabilidad teniendo en cuenta que aún falta que caiga un par de hojas del almanaque hasta el cuarto domingo de este mes.

La apelación al “voto útil” de referentes oficialistas y del arco opositor se llevará buena de la estrategia de los postulantes que surfean sus candidaturas mientras la actividad en la sede de calle 6 sigue congelada por la intensidad de la campaña electoral.

“El sciolismo a full en su actividad predilecta: la caza de traidores a billetazo limpio”, tuiteó el diputado Juan Amondarain (Frente Renovador) a metros del Salón de los Pasos Perdidos, “después del pase a préstamo y sin opción” de su colega parlamentaria Mónica López y otros dirigentes que desencantados con el massismo decidieron retornar a su club de origen, el FpV-PJ, a pocas semanas de los comicios.

A dos semanas y media de las elecciones bonaerenses, el candidato a gobernador oficialista, Aníbal Fernández, madrugó a la oposición con la promoción de un potencial gabinete agropecuario en caso de resultar electo en la Gobernación. Desde lo estrictamente gestual, el locuaz jefe de Gabinete de la Rosada mostró a Roberto Domenech como futuro ministro agrario y a Gabriel Delgado, el dirigente suarense y actual viceministro de Agricultura, como futuro presidente del Banco Provincia, aunque la promesa de fondo fue la ratificación que no va a aumentar la presión tributaria para el sector rural bonaerense.

Como continuidad, los otros aspirantes en la categoría gobernador, María Eugenia Vidal (Cambiemos), Felipe Solá (Frente Renovador) y Jaime Linares (Progresistas) se comprometieron también con la idea de suprimir la presión impositiva sobre el campo.

La provincia “no soporta más impuestazos”, advirtió Vidal. También habló de “austeridad” en el manejo de los recursos públicos y reveló que junto al candidato presidencial Mauricio Macri tienen pensado un plan para mejorar “750 kilómetros de rutas en la provincia (incluyendo la nacional 3) que se va a complementar con otro plan de mejoramiento “en los accesos a los puertos como Bahía Blanca y La Plata, si queremos aumentar nuestras exportaciones”, puntualizó.

Básicamente, el oficialismo K es quien más necesita seducir el voto chacarero. El interior bonaerense exhibió los resultados más frágiles en las PASO de agosto último, como “botón de muestra”.

“Scioli derrotará a la bronca y no se va a quedar enganchado en las peleas del pasado”, señala su ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez, no sin imputarle al arco opositor la utilización política de la “propuesta de la bronca siembra discordia”.

Lentamente viene asomando el abordaje de un debate impostergable que atienda el principal reclamo ciudadano. Es necesaria una fuerte apuesta para modificar de raíz la concepción de la inseguridad, donde además la incidencia del narcotráfico creció a gran escala en la provincia.

Procurando marcar agenda, Vidal afirma que no hay que derrochar energías en deshacer lo hecho o en inventar cosas nuevas en torno a una problemática estructural. “Nosotros no vamos a crear una nueva policía, como hicieron casi todos, pero vamos a ocuparnos en darles mejor capacitación y equipamiento a los policías y para eso vamos a crear una escuela superior de seguridad, porque no se puede poner en la calle a un chico de 20 años, armado, con apenas 6 meses de formación”, advirtió, utilizando como ejemplo la creación de las policías locales de la provincia.