Natación en aguas frías: ¿cómo es la actividad que crece a grandes pasos?

Redacción de La Nueva.

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   La pasión de muchos por la natación, al igual que cualquier tipo de deporte, no es nueva. Como tampoco lo es la reflexión que marca que esa pasión es el motor principal para quebrar cualquier barrera que exista.

   Obstáculo como el que presenta, año a año, el invierno argentino, privando de una actividad libre a los nadadores de aguas abiertas. Pero hay una opción complementaria: las aguas frías.

   El someter el cuerpo a temperaturas heladas parece lejano para muchos, pero está más cerca de lo que todos creen.

   Con algunas competencias en el sur de nuestro país, surgieron organizaciones que instalaron esta actividad que tiene detalles para profundizar, y que se transforman en primordiales para cuidar la integridad física de quienes la practican.

   “El nado en aguas frías es el mismo de aguas abiertas, porque normalmente siempre existió la frustración de que llegaba marzo y se terminaban las carrerase”, expresó Camilo López, bahiense radicado en Buenos Aires y miembro de NAF Argentina.

   “Nadar de esta forma --agregó-- no tiene límites”.

   —¿Qué características tiene este tipo de nado?

   —Nadar en aguas frías te limita en la cantidad de tiempo de exposición que podés estar. El nado es más lento, contrariamente a lo que se piensa. La técnica no es tirarse al agua y ponerse a nadar, sino al revés: entrar tranquilo, estabilizar la respiración, las pulsaciones. Ahí, una vez que estás sereno, empezás a nadar.

   —¿Qué ventajas tiene?

   —La más importante es la sensación. Cuando uno nada en cuero se le pierde un poco el miedo al agua, al pinchazo, a sentir algo desagradable. Además, hay una liberación de adrenalina, de endorfinas, que genera un sentimiento de euforia y de placer indescriptible. Es medio difícil de creer, pero es así (risas).

   Creer o reventar.

Seguridades

   A principios del mes pasado se realizó en Monte Hermoso una clínica de NAF que se centró en la seguridad y contó con la participación de 65 personas.

   "El factor del frío hace que consumas rápidamente tus energías. Entonces, cualquier problema que puedas tener adentro del agua se potencia", afirmó López.

   La experiencia montehermoseña impulsó para fines de mayo del año que viene la realización de otra clínica en Monte, pero de caracter internacional, según comentaron desde Tiburones Bahía, un grupo bahiense de nadadores de aguas abiertas.