Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Carlos "Tite" Boismené se fue dejando mucho más que todo su conocimiento

Después de convivir con una larga enfermedad, el viernes a la noche falleció a los 79 años. “Hasta el día que me muera voy a seguir sintiéndome entrenador”, había dicho. Las opiniones de algunos que lo conocieron mucho.
Tan jovial afuera de la cancha como pasional, temperamental, verborrágico y visceral era Tite Boismené.

Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

Casi como una ironía del destino, ayer, el mismo día que se cumplían 17 años del fallecimiento de Alberto Pedro Cabrera, al básquetbol de la ciudad le tocó despedir a Carlos Boismené, otro que luchó todo lo que pudo hasta que se apagó, el viernes por la noche.

Tite, ese técnico que dejó su sello distintivo por su carácter, temperamento y pasión, no pudo poner el punto final como deseaba: “Si Dios me da suerte, voy a morir en una cancha”.

No obstante, definitivamente se fue con el sentimiento que le había aflorado hacía más de 50 años: “Hasta el día que me muera voy a seguir sintiéndome entrenador”, declaró hace 7 años.

En el último adiós no faltaron las anécdotas y los recuerdos dentro del lógico marco de respeto hacia el profesor que, “seguro ya está peleando con alguno”, como bien sintetizó desde una mirada con el corazón su hija Pamela.

Así era él: visceral...

"Sé que hay jugadores que no quieren ir a mi equipo porque dicen que estoy loco, que entreno todos los días. Y no me molesta. Cada uno toma el básquet de la manera que le parece. Para mí es una pasión. Y pretendo que todo el mundo lo sienta así", confió alguna vez.

Pasaron los años, siguió desafiando al clima en las canchas durante las frías noches bahienses y, lo más significativo, sin cambiar su forma de ver ni de sentir el básquetbol.

“Soy un tipo grande, ya bien mayor, incluso -admitió- alguno en voz baja podrá etiquetarme de 'viejo' y, sin embargo, pese a mi larga campaña, todavía no aprendí a asumir las derrotas. Me quitan el sueño, literalmente. Peor todavía si cuando hago auto análisis, advierto que un error mío contribuyó a la derrota. Me desangro espiritualmente".

El equipo bahiense que Tite supo resaltar vinculado a la época de oro del básquetbol bahiense incluía a: “Cabrera, Fruet, De Lizaso, Cortondo y Monachesi”.

“Fue un adelantado en un montón de cosas. Le daba confianza y motivaba al jugador”, definió Alfredo Adrián Monachesi.

Con Mona compartió también trabajo en dos bancos.

“Te hacía reír mucho, era muy jovial e inteligente y rápido en sus salidas para todo. Lo que pasa que en la cancha era otra persona y siempre buscaba la perfección”, apuntó Monachesi.

Atilio Fruet, por su parte, se siente identificado en algún aspecto con Tite.

“Éramos muy parecidos: vehementes, nerviosos... Siempre de querer ganar y, a veces, por estas razones nos veían como diferentes”, entendió Fruet.

Otro que grabó mucho de Boismené fue Alejandro Alvarez.

“En mi caso, cuando comencé fui asistente de él. Para todos los técnicos de mi generación fue un referente; marcó un estilo y una época en un período de cambios dentro del básquet. Fue un adelantado", opinó Paquito.

"Cuando llegó a Alem en el '76, cambió la forma de entrenar, más días y de otra manera. Concurría a cursos interesantes y traía cosas nuevas. Fue -recordó- uno de los que lideró los cambios que empezaba a vivir el básquet en los 80 y que se confirmó con la Liga Nacional. Para mi generación fue una fuente de consulta. Tuve mucha afinidad, cariño y respeto por él, como por Coco (Ferrandi) quienes nos iniciaron en esto", aseguró Paquito.

A la distancia, Marcelo Richotti se mostró apesadumbrado.

“Siento una gran tristeza. Tite vivía todo muy apasionadamente y el básquet lo llevaba en el corazón, desde la profesión, hasta como transmitirlo y poder disfrutarlo. Siempre con esa chispa y elocuencia que lo caracterizaba. Un ganador que transmitió un gran espíritu de no resignarse ante la adversidad. Compartimos momentos buenos y malos, pero me quedo con lo mejor de él. Siempre estará en mis recuerdos. Fue un gran entrenador y persona, no solo a nivel bahiense, sino en el país”.

Tite será inolvidable...