Por la cabeza de Gigena, el clásico terminó en empate
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Por Federico De Marco | fdemarco@lanueva.com
En un partido entretenido, Comercial y Libertad empataron ayer 1-1 en Ingeniero White, en el encuentro destacado que tuvo la jornada inaugural de la tercera fecha del torneo Apertura de la Liga del Sur.
Un soberbio cabezazo del interminable Rubén Darío Gigena (36 años) le permitió al milrayita igualar la historia a 8 minutos del final y amargar al verdiamarillo que, por como se estaba desarrollando el complemento, tenía medio clásico en el bolsillo.
El primer tiempo fue de ida y vuelta. Ambos equipos salieron decididos a buscar el arco de enfrente y contaron con buenas oportunidades para romper el cero.
Tan es así que antes de que se cumpliera el primer minuto de juego, el equipo de Pablo Recalde casi madruga a la visita con un cabezazo de Matías Medina que pasó cerquita del palo derecho de Rodrigo Martínez.
El elenco de Villa Rosas no quiso ser menos y también mostró lo suyo de entrada, a través de Pablo Berra. Antes de los 15m., el ex Villa Mitre tuvo dos buenas chances, aunque se topó con sendas grandes intervenciones de Petercic que le ahogaron el grito de gol.
Tras las acciones de Berra, llegaron las dos situaciones más claras de la etapa inicial.
Primero, a los 17m., lo tuvo el local con un remate de Podlesch que se fue apenas por arriba del horizontal. Y en la réplica, el palo le dijo que no a un cabezazo de Gigena.
Luego de este arranque frenético, las rispideces coparon la escena y el cotejo se volvió más hablado que jugado, por lo que el trámite se desarrolló lejos de los arcos.
Si bien Gigena volvió a avisar de cabeza en el inicio del complemento, el que pegó primero fue Comercial.
A los 8m., Kessler ejecutó un tiro libre desde su propio campo, la pelota viajó hacia el área visitante y le cayó a Sabatini, quien la metió al medio para la aparición goleadora de Emiliano Novoa.
Y enseguida, el verdiamarillo tuvo una oportunidad de oro para marcar el 2-0 en los pies de Julio Acosta, pero su disparo dio en el palo.
La ventaja le permitió al conjunto comercialino manejar el balón y defenderse lejos de su valla, pero no pudo liquidar el pleito y lo terminó pagando caro.
Porque, en un descuido, Graneros envió un centro preciso que Gigena, con un gran cabezazo bombeado, mandó al fondo de la red.
Hubo tablas en el Puerto.