Ezequiel Palacio: “El fútbol es un medio, no un fin”

Redacción de La Nueva.

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Por Fabián O. Rodríguez / farodriguez@lanueva.com

A los 33 años, el defensor dorreguense Ezequiel Palacio sigue vigente. El ex Villa Mitre y Tiro Federal ya hace un par de temporadas que milita en el fútbol paraguayo de primera división y dice gozar de un gran momento personal.

Actualmente en Rubio Ñu, “Pala” le contó a “La Nueva.” su presente, sin dejar de recorrer el pasado.

“¿En qué etapa estoy? En la de disfrutar de todos los momentos y me estoy preparando para lo que viene”, sostuvo.

--¿Para ser DT?

--No me veo como entrenador, pero sí para estar relacionado con el fútbol.

--Hoy, ¿en qué pensás?

--Que el balance es súper positivo. Aprendí a pasar por todos los momentos y hoy puedo decir que el fútbol es un medio, no un fin.

--Muchos no lo entienden así.

--Porque a veces confundimos los medios con los fines y ahí se nos complica. Todos los medios son reemplazables, se pueden caer y los volvemos armar; pero si creemos que es el fin, estamos muy complicados.

--¿Te quedó la deuda de no haber jugado en una Primera división de acá?

--No. Obvio que, desde que uno arranca, el sueño es jugar en Primera y en el club del cual uno es hincha, pero no estoy insatisfecho por no haberlo alcanzado.

“Además, jugué en varios lados y en diferentes categorías. Por más de 15 años fue el sustento mío y ahora el de mi familia. Conseguimos un campeonato, un ascenso, conocí muchas personas y lugares gracias a Dios. Creo que salí pasado, ja”, amplió.

Llegó y se ganó un lugar

General Díaz fue su primer escala en el fútbol guaraní. Entre 2015 y 2016 jugó 29 partidos y marcó tres goles. Luego pasó a Rubio Ñu, donde jugó 3 cotejos.

“Sinceramente no me costó adaptarme. De hecho, mi primera temporada en Paraguay fue una de las mejores desde que estoy allá”, resaltó.

“El fútbol paraguayo es, naturalmente, de juego directo, donde prevalece el juego aéreo. Pero hay equipos que juegan con otro estilo y les va muy bien”, dijo.

El clic

En 2010, Ezequiel tuvo la oportunidad de jugar en la primera división de Colombia. Recaló en Cortuluá, destino que le cambió la vida.

“Ese paso me marcó más en el plano personal que deportivo. Fue una excusa de Dios para llevarme con mi novia de ese momento, hoy mi esposa y poder llegar a nuestra tierra firme como pareja. Nos casamos y formamos la familia que tenemos”, contó.

“Y ser padre es algo maravilloso. Esta profesión te da mucho tiempo para estar con ellos y estoy eternamente agradecido”, agregó.

Palacio no quiso despedirse sin antes dejar un mensaje de fe.

“Dios me mostró una manera distinta de caminar en estos últimos años. Ha sido la manera más plena en la cual me he sentido. Y no porque hoy esté cubierto de aciertos y nada de errores, todo lo contrario; me hizo ver que hay que caminar con gratitud por la vida y que cada persona que llega a tu vida es la oportunidad para mejorar su versión del día anterior”, concluyó el zaguero que se formó en Villa Mitre y pasó por Tiro.