Pepe: “Detrás de ellos hay personalidad, ganas y hambre”

Redacción de La Nueva.

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Los pibes no dejaban de exteriorizar su alegría en el hotel. Allí donde habían concentrado sus ilusiones, mostraban orgullosos la remera de campeón de la Liga de Desarrollo. Estaban en su estado natural. Ellos, mejor que nadie, sabían el sacrificio que había detrás de esa copa que pasaba de mano en mano. Horas de gimnasio, práctica, poca noche de juventud. Un estilo de vida diferente al de cualquiera de su edad.

Mesurada, la mesa chica congregaba a gran parte del grupo que toma decisiones de la línea hacia afuera.

“¿Nos traerías una botella de vino?”, le pidió al mozo Facundo Durand, el jefe de equipo.

Era el momento de chocar las copas. Y así lo hicieron Pepe Sánchez, Mauro Polla, Cristian Lambrecht, Néstor Carrizo, Mariano Bo y un par de allegados.

“Esta Liga sirve para que los chicos puedan desarrollar su potencial real. Podemos verlos proyectados a futuro en su real dimensión y no cumpliendo un rol específico como en la Liga Nacional”, entendió Pepe Sánchez.

Si bien el proceso de trabajo apunta al desarrollo individual por encima del resultado colectivo, llegar al Final Four significó otra prueba.

“Lo más importante de este cuadrangular era ganar, porque ganar es un hábito: se hace o no se hace”, opinó Pepe.

“El miedo al éxito -agregó- es paralizante. Estaba claro el talento de los chicos, pero era una prueba para ver cómo reaccionaban en una situación de este tipo. Y jugaron el mejor partido del torneo. Evidentemente, detrás de ellos hay personalidad, ganas y hambre”, enumeró.

Los reclutados son seis y hay otros de Bahía que completan el plantel.

Aplican lo que entrenan

“Varios tienen muchos minutos en Liga, pero no los tenían a principios de temporada. Este torneo fue fundamental para el desarrollo. También sirvió para que se recupere físicamente Juan Pablo Vaulet, que como Máximo (Fjellerup) son de las mejores promesas del básquetbol argentino”, señaló Pepe.

Todo llevó un proceso.

“Las prácticas con la Liga a principios de temporada eran difíciles, por la cantidad de errores que cometían. Tras mucha dedicación y planificación del cuerpo técnico hoy son gran parte de la rotación del equipo mayor”.

¿Qué será a futuro?

Todos los juveniles tienen contratos prolongados.

“Van a estar varios años con nosotros. Nuestra idea es desarrollarlos y aprovecharlos los años que podamos, pero cuando el mercado los ponga en otro nivel, vamos a ser los primeros en ayudarlos a irse. Es lo que hablamos con los padres y con ellos mismos”, explicó Pepe.

“No pretendemos prepararlos para que sean grandes jugadores de Liga, sino para que se conviertan en grandes jugadores de básquet”, aclaró.

O poner la vara más alta.

“Hay que dejar de lado el conformismo que significa la Liga. Los chicos deben entender que la Liga es un paso hacia otras latitudes, a ligas más competitivas. Desde lo mental tratamos de prepararlos para que no se pongan techo y, en lo basquetbolístico, demostrándoles lo que adquirimos jugando afuera Pancho (Jasen), el Puma (Montecchia) y yo, además de Sepo con su experiencia como jugador y hermano de Manu”, detalló.

Según el “cerebro” de la organización, los conceptos básicos en el lineamiento de trabajo diario son: 1) Jugar de la manera correcta; 2) No especular con el juego y 3) Hacerlo en equipo.

Eso fue lo que transmitió Bahía Baket. ¡Salud campeón!