Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Liniers se copó en los penales y su “Plaza” sigue siendo sagrada

El Chivo, por penales, derrotó 4-2 a Petrolero Argentino y avanzó a la quinta fase de la Copa Argentina. Ahora se mediría con la CAI de Comodoro. Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com
Por penales, y en Plaza Huincul, Liniers pasó de ronda. Partal, quien busca descolgar el córner, fue una de las figuras.

Para describir lo que fue el partido entre Petrolero Argentino de Plaza Huincul y Liniers, por la cuarta fase de la Copa Argentina para los equipos del Federal B, nada mejor que un testigo clave.

“Mira, que se juegue en esta cancha, de tierra, me hace acordar a cuando vino la selección de la Liga del sur en diciembre de 1957. En aquella ocasión se jugó en el club YPF, un complejo muy parecido a éste, y eso que pasaron casi 60 años. Pero era similar, con tribuna de cinco escalones sólo del sector local, paredón levantado a pulmón y con el regador pasando antes de que los equipos entren a jugar”.

El comentario es de Carlos Bautista, puntaltense de casi 70 décadas, ex jugador de Sporting y radicado en esta ciudad neuquina desde 1973, cuando vino en busca de trabajo como maestro mayor de obras y se quedó definitivamente a vivir.

Bueno, a lo que dijo el ex wing rojinegro, hay que agregarle que el estadio de Petrolero no cumple ni las más mínimas exigencias para participar en un torneo regional, pero el Consejo Federal lo invitó para la edición que está por finalizar. Y, después, a los equipos de la Liga del Sur le piden hasta una lámparita en un pasillo. Así estamos...

El campo de juego es arcilla pura y al costado de las líneas de cal hay maleza que no se corta desde hace bastante tiempo. Además, alrededor del estadio, tirantes de madera, piedras y escombros...

En fin. Si este equipo, donde se notó que hay mucha gente que trabaja desinteresadamente, tiene todo en regla como para participar, ajo y agua y aguantársela. Tal como se la aguantó Liniers, que se encontró con un panorama muy distinto a lo que habitualmente conoce, sea en la competencia que sea.

El Chivo, con todo su potencial y un 4-4-2 que respetó a rajatabla, no frunció el ceño y gastó los tapones en un piso que parecía asfalto y donde la pelota era imposible de dominar.

El dueño de casa, amateur y con pibes de la casa, intentó doblar el brazo rival con la llegada de los volantes por afuera y metiendo la pelota detrás de los centrales visitantes: Ballestero y el Turu Martínez.

Pero Liniers estuvo tan seguro de si mismo que pensó: “Si lo aguantamos, lo ganamos en los penales”.

Fue sacar y sacar, pum para arriba, es cierto, pero cuando ingresó Iván López y Barez y Nievas se adelantaron un poquito más, los dirigidos por Pololo Prat casi le gritan “jaque mate”.

Petrolero Argentino no fue el equipo que todos creían, agresivo, mal intencionado y que quiso ganar de prepo. Se encontró con un adversario de más oficio y bien plantado y no le quedó otra que ir a donde Liniers más quería: los penales.

Y ahí, el Chivo, en el arco que da a los pozos petroleros, encontró el Partal de la felicidad y no quiere largar ninguna de las "Plazas", ni la de la Copa Argentina, ni de la del Federal B ni del certamen local.

¡Qué tal el Chivo!...