El día en que Walter Perazzo fue Platini

Redacción de La Nueva.

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En la bandera, ubicada en el ángulo que une la platea baja norte con la tribuna popular, la que alberga a la “masa” sanlorencista, se leía claramente: “Perazzo, un gaucho más de Boedo”.

Fue imposible saber quien confeccionó el trapo, pero, nobleza obliga, no resultó tan complicado averiguar cuál es el grado de idolatría que tienen los fanáticos del Ciclón hacia el actual DT de Olimpo.

Waltergol debutó en la Primera del CASLA en 1979, y defendió esos colores en dos etapas: desde su primer encuentro hasta 1981 y del ’83 al ’88. Sostuvo 240 encuentros, marcó 77 goles y nunca fue campeón. ¿Eso le alcanzará para ser ídolo?

No. Las distintas encuestas que realizó el club y también algunos medios periodísticos (la más visitada fue la que publicó El Gráfico, el 15 de septiembre de 2011, citando a los 100 ídolos Santos), describen a Perazzo como un goleador implacable, muy querido y respetado, pero está lejos de sumar los votos de un top 10 que lidera el artillero histórico (204 tantos): José Nene Sanfilippo. ¿Más atrás? Héctor Veira, René Pontoni, Alberto Acosta, el Lobo Fischer, Roberto Telch, Leandro Romagnoli, Héctor Scotta, Pablo Michelini y Bernardo Romeo.

Antes del partido, entre algunos hinchas, preguntamos qué significaba Perazzo para el pueblo sanlorencista.

Y Hugo, socio y de 52 años, dio en la tecla: “Es ídolo porque marcó el gol más espectacular de San Lorenzo en Primera”.

Rebobinemos: 15 de diciembre de 1985, cancha de Atlanta, el Ciclón que dirigía Nito Veiga enfrentaba a Argentinos, que venía de perder en Tokio la final del Mundo --por penales-- frente a Juventus. El primer tiempo terminó 1-0 para Sanlo con tanto de Perazzo. Y los 42 del segundo, zapatazo de 40 metros del 9 que se metió por atrás de Vidallé y 2-0.

“Trabé con Pellegrini, le enganché al Negro López y antes de que me atore Domenech, le dí sin mirar porque sabía que el arquero estaba adelantado”, contó Waltergol, quien mientras era felicitado por el árbitro Juan Carlos Loustau, se emocionó con el cantito: “flaco no te vayas, flaco vení, miralo a Perazzo, parece Platini...” (capitán de aquella Juve).

“¡Cómo no me voy a acordar de eso! Uhhh... se me pone la piel de gallina. Fue el gol más espectacular que hice”, admitió WP.