Aunque siga implorando, Olimpo no puede encontrar la bendición del Santo
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No hay caso, el Nuevo Gasómetro está prohibido para Olimpo. Ayer sumó otra decepción al caer derrotado 2-0 y en nueve visitas apenas cosechó tres empates.
El postergado de la 1ª fecha resultó un bálsamo de agua fresca para este Ciclón que venía cuestionado luego de la derrota en casa ante Gimnasia. El Santo sólo mostró la pincelada de Mercier y el oportunismo de Matos en la primera fracción, pero desplegó su mejor versión en el complemento, con una producción colectiva que hace poco tiempo lo llevó a ser el mejor de América.
Olimpo, en tanto, fue mermando su rendimiento en el complemento. La conquista de Ortigoza le demolió la moral. Y ni siquiera las variantes de Perazzo sirvieron para recomponer la imagen.
El local intentó imponer condiciones de movida, aunque siempre encontró una respuesta segura de la última línea aurinegra. San Lorenzo fue muy previsible, carente de juego asociado en el medio y sin individualidades que forzaran riesgo a una defensa firme.
Sobre el cuarto de hora Olimpo se animó a responder. Fue cuando Blanco cobró protagonismo, Adrián Martínez se animó a traspasar la línea media y Cuero despertó de la siesta. Precisamente, el colombiano desbordó por derecha y metió un centro que sobró a Torrico y dio en la parte de arriba del horizontal; y un rato después llegó la infracción sobre Mansilla, el tiro libre ejecutado por Gil y el anticipo de Furios (le ganó a Fontanini) para meter un frentazo que pasó cerca del ángulo izquierdo.
En el momento de mayor cuestionamiento a la floja performance de San Lorenzo, Mercier frotó la lámpara con un pase exquisito para la diagonal de Matos, quien se abrió hacia la derecha para dejar fuera de foco a Champagne y definir con un remate cruzado ante el infructuoso intento de rechazar de Moiraghi, quien no hizo más que vencer su propio arco.
En el complemento, la historia cambió radicalmente a partir de los 3 minutos. El Ciclón salió decidido a revertir la imagen y rápidamente definió el pleito con una acción individual de Prósperi. El lateral encaró por derecha, abrió para Villalba y se fue a buscar al área. El centro del delantero le quedó a medida para definir, pero Furios se interpuso en el camino (levantó demasiado la pierna) y le cometió infracción. El árbitro sancionó penal que Ortigoza transformó en gol con un tiro esquinado.
De allí en más todo fue cuesta arriba. Los cambios introducidos por Perazzo no aportaron soluciones, pese al intento de pararse unos metros más arriba.
Jonathan Blanco, el mejor exponente aurinegro, mostró algunos destellos con su buena pegada (un pelotazo a Borja, quien fue atorado por Torrico) y no mucho más. Gil perdió muchos balones, Martínez y Villanueva entraron en la sintonía de la indefinición; Olivares jugó muy retrasado y no gravitó, y Gaona Lugo aportó muy poco.
Pudo haber sido mayor la diferencia si Cauteruccio no acertaba a la humanidad de Champagne.