Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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El efecto sobre los más jóvenes

Para Julianne Moore y Donald Sutherland, el carácter "político" de la historia de Los juegos del hambre, creada por Suzanne Collins, y su efecto sobre los más jóvenes resultó fundamental a la hora de participar en el proyecto.

"Para mí, la forma en la que ha presentado este dilema a los jóvenes, es que les ha pedido una solución, participación. Es algo que puede cambiarlos", dijo Sutherland.

"El mundo que mi generación está dejando para los demás es un desastre. Medioambiental, político, social, económico... Así que cuando lo leí quise ser parte de esto con la esperanza de que sea un catalizador para los jóvenes y les haga levantarse", explicó el veterano actor.

En su opinión, movimientos como Occupy Wall Street podrían "usar estas películas para generar una energía entre los jóvenes que les lleve a votar" y a "hacer a los políticos responsables de sus palabras".

En esa línea, Jennifer Lawrence confió en que su personaje pueda servir de inspiración a "las generaciones más jóvenes para que se den cuenta de lo poderosa que puede ser su voz" y "piensen por sí mismos".

Moore, mientras, aseguró haber quedado prendada como madre de los libros de Collins, en especial por la forma en la que muestran a los adolescentes la importancia del "libre albedrío" y la diferencia entre la "libertad y el totalitarismo".

Esa lucha entre dos regímenes permite a Sinsajo explorar además el concepto de la guerra propagandística, en la que son utilizados Everdeen y, del otro lado, Peeta Mellark, el personaje interpretado por Josh Hutcherson.

En ese contexto brilla como maestro de la propaganda un maquiavélico Philip Seymour Hoffman, quien finalizó poco antes de morir el rodaje de la primera parte de Sinsajo y que dejó pendientes un par de escenas correspondientes a la segunda entrega del filme, cuyo rodaje se ha terminado y se estrenará el año próximo.

Con ella llegará a su fin la saga Los juegos del hambre, una serie que ha enganchado a millones de jóvenes y que ha disparado las carreras de jóvenes talentos como Lawrence, Hutcherson y Liam Hemsworth.

Jennifer aseguró que el final de un proyecto de tal envergadura dejó a todo el reparto con una "complicada mezcla de sentimientos".

"Por un lado estábamos aliviados, porque estábamos muy cansados (tras diez meses de rodaje), pero a la vez muy tristes", explicó la ganadora de un Oscar por El lado luminoso de la vida, que destacó los estrechos lazos que la saga ha creado entre sus protagonistas.

"Si todo lo que hubiese sacado de esto hubiese sido mi amistad con Josh y Liam, me sentiría muy afortunada", aseguró.

"Conocí a los mejores amigos de mi vida en esta película. Nos queremos. Son tan cercanos como mi propia familia y de algún modo `son´ mi familia”.

Lawrence es tan certera con sus palabras como con sus flechas en la pantalla. Así que cuando habla de sus sentimientos por sus compañeros lo hace con la misma autenticidad de siempre.

“Como actores tenemos en común que nos fuimos de casa muy temprano. Yo me fui cuando tenía 14 años. Y nuestras vidas cambiaron juntas de un modo que nadie más en el mundo comprende”, explicó.

Con la saga, la joven actriz sabía que iba a ser arrojada a una fama vertiginosa.

"Me tomé unos días para pensar realmente lo que quería. Decir sí era algo que iba a cambiar mi vida por completo. Y así fue”, dijo.