Rulo Delgado y una erupción de canciones sentidas
El papá de Rulo era contrabajista y se llamaba Horacio Delgado. Gracias a él pudo sentir los primeros olores y sabores de la música.
“Mi viejo hacía toda la cadena de cabarets de la calle Soler, donde se estilaba mucho tocar tango. ¡No te imaginás los nenes que caían a tocar en la casa en la que vivíamos, en Alsina al 600!”, cuenta Raúl "Rulo" Delgado.
Se trataba de Néstor Fabián, Violeta Rivas y hasta el Polaco Goyeneche, entre muchos otros.
“De grande me di cuenta quiénes eran esas bestias”, aclara.
–- ¿Cómo era tu papá?
–-Mi viejo era un bohemio.
–-¿Cómo es la infancia con un padre bohemio?
–-Un bohemio es un tipo que despelota la familia. Mi vieja lo quería matar, salía con mujeres, mi vieja lo bancaba, iba, volvía, lo echaba...
"Yo viví todo eso. Pero yo a mi viejo lo amo. El es lo supremo para mí, el vínculo que tengo con la música es gracias a él.
–-¿Qué aprendiste?
–-Gracias a su bohemia aprendí las cosas que hay que hacer y las que no.
"Era un tipo dulce, amable, transparente y colaborador. Pero también aprendí las cosas que no tenía que hacer si no quería terminar como él".
Con esa impronta en lo musical y en lo personal Rulo comenzó a transitar el camino de la música en nuestra ciudad y en la región.