Eva, sus hijas y nietas se desnudan en una obra

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

El vestuario vintage de una mujer quizás dé cuenta de su gusto por cierto estilo en la moda. Es posible, también, que esté reflejando su largo viaje a través de los tiempos; o el equipaje acarreado, a veces liviano, y otras tan pesado que justifica cierto cansancio.

Las hijas de Eva trata sobre esa y toda una gama de féminas, desde Eva -la primera, aunque tal vez haya existido Lilith- hasta nosotras, todas mortales que relatan sus historias y refieren a concepciones, mandatos, mitos, definiciones y autodefiniciones, más o menos antiguos o modernos.

Valeria Vigier y Patricia Roldán --dos de las cinco actrices que protagonizan la obra de Santiago Serrano, durante este mes, para el público bahiense-- cuentan que "mientras la temática avanza por un lado, la puesta en escena diverge hacia otro".

¿Mayores precisiones para con el espectador? "Muy pocas. Sorpresa", responden. Solo aclaran que contiene mucho humor y que de ningún modo la tacharían de "feminista".

La bendita costilla

"Por supuesto que se habla de una mujer que a lo largo de la historia de la humanidad osciló entre el sometimiento absoluto y el poder que trascendió siglos e historia. Hubo, y al día de hoy existen, sociedades que degradan y castigan a las mujeres por su condición de género, y estuvieron y están aquellas que alcanzaron un poder impensado", dice Vigier.

"La mujer, por su condición de madre, es poderosa. La naturaleza, Dios, o quien quiera que haya sido, nos dio ese hermoso poder", subraya.

Pruebas al tanto

Junto con Jimena González, Silvia Dipaul, Andrea Borello y la participación de Martín Goicochea, quienes hablan en estos párrafos estrenaron el primer domingo de mayo en el Teatro El Tablado (Chiclana 453), donde repetirán funciones el sábado venidero -a las 21y domingo venideros, y el domingo 31 del mes.

El espectáculo, que tiene el apoyo del Fondo Municipal de las Artes, fue armado por el grupo en un mes de investigación y ensayos, después del estreno frustrado de otro título, cuando, a último momento, los derechos les fueron negados por el autor.

"No declinamos. Al contrario, nos vino bárbaro a todas, porque demostramos para los demás y para nosotras mismas que, contra todo mito, un grupo de mujeres que trabajan juntas y disfrutan de hacerlo puede salvar los obstáculos y alcanzar los objetivos que se propongan --se enorgullece Roldán--. Además, nos mantuvimos juntas y unidas durante dos años en el proyecto de realizar una obra de teatro, incluso sin ser amigas íntimas".

Ellos también cuentan

"Este espectáculo es producto de la mera actuación, despojada de grandes vestuarios o escenografías, y la hicimos de cero --continúa--. Hablamos mucho, muchísimo para construir la puesta, para saber a dónde y cómo ir, y contamos con la ayuda enorme de Pablo Wohl, a quien le pedimos que nos resolviera la dirección en un mes, y que tuvo a su vez el sostén de Martín Goicochea.

"Lo curioso es que estos dos compañeros, hombres, tienen visiones muy diferentes acerca de algunas cuestiones que atañen a las mujeres. Así que, por fuera de nuestra vista, llegaban a acuerdos antes de proponernos algún movimiento. Y después de eso y encima de todo, tenían que constrastar con las cinco que les dábamos la mirada femenina de la cosa", termina Vigier, divertida con la trastienda de una historia que invita a visitar..