La cerrense Mayra de la Cruz Monsalve consagró su vida a Dios

Redacción de La Nueva.

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   “No podemos callar lo que hemos visto y oído...”.

   La frase que los Hechos de los Apóstoles les atribuyen a Pedro y Juan es el lema de la misión de Mayra de la Cruz Monsalve, quien anoche formuló sus votos perpetuos de castidad, pobreza y obediencia en la iglesia San Miguel Arcángel, de General Cerri, la misma donde fue bautizada y celebró su Primera Comunión.

   Mayra, nacida el 21 de abril de 1979 en Cerri,se unió a la Congregación de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas cuya Madre General, Marta Inés Jacob, participó de una ceremonia, sin antecedentes en la región, que también convocó a religiosas de otras provincias, por caso Córdoba, Buenos Aires, Salta, Chaco, San Juan, Corrientes y La Pampa.

   Con lágrimas de emoción en sus expresivos ojos, Mayra manifestó momentos antes: “No tengo miedo. Siento una felicidad muy grande. Los votos perpetuos son una promesa, un auténtico desposorio con el Amado. Dios es lo más sólido y a El me confío”.

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