Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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El papa Francisco da diez consejos para la felicidad

Entre ellos, vivir y dejar vivir, jugar y ayudar a otros.
Foto: Reuters

   Vivir y dejar vivir, jugar, ayudar a otros, cuidar la naturaleza, buscar la paz, respetar a los demás y olvidarse rápido de lo negativo son algunos de los diez consejos para alcanzar la felicidad que el papa Francisco dio en una entrevista publicada hoy por una revista argentina.

   "Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad", dijo el sumo pontífice en una entrevista con Viva, la revista dominical del diario Clarín.

   Como parte de este decálogo para la felicidad, Francisco recomendó no dejar de brindarse a los demás pues "si uno se estanca, corre el riesgo de ser egoísta" y "el agua estancada es la primera que se corrompe".

   Otra de las claves está en la "sana cultura del ocio", disfrutar de leer, el arte y los juegos con los niños.

   "Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le preguntaba: '¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?' Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cultura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo", recomendó.

    Además, aconsejó ayudar en forma creativa a los jóvenes a conseguir un empleo digno, recomendó cuidar la naturaleza y olvidarse pronto de lo malo que afecta la vida.

   "La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano", dijo.

   Asimismo invitó a dejar de lado el proselitismo religioso para contagiar la fe desde un diálogo que no se impone.

   "Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: 'Yo dialogo contigo para convencerte', no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo", aseguró.

   Su último consejo fue el de buscar activamente la paz.

   "Estamos viviendo en una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa", aseguró.

La medalla

   En la entrevista, Francisco también contó la historia de la medalla del Sagrado Corazón de Jesús que lleva en el pecho.

   "Es de una señora que ayudaba a mi mamá a lavar la ropa, cuando no había lavarropas, con la tabla, a mano. Eramos cinco nosotros, mamá sola, esta señora venía tres veces por semana aayudarla", contó.

   Recordó que era una mujer de Sicilia, que había emigrado a Argentina con dos hijos, viuda, después de que su marido muriera en la guerra.

   Francisco se reencontró con la mujer cuando ya era una anciana y la acompañó durante diez años, hasta su muerte.

   "Pero unos días antes se sacó esta medalla y me dijo 'quiero que la lleves vos', y todas las noches cuando me la saco y la beso y todas las mañana cuando me la pongo, la imagen de esa mujer se me aparece. Era una anónima, nadie la conocía, pero se llamaba Concepción María Minuto. Murió feliz, con una sonrisa, con la dignidad de quien trabajó", contó el Papa.

   Francisco reveló que es gracias a esta mujer que él le tiene tanto cariño a las empleadas domésticas, "que tienen que tener todos los derechos sociales". (EFE)