Fede Bal fue a Tribunales y habló de una relación “tóxica”
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El actor Federico Bal amplió ayer su denuncia por daños y perjuicios contra su expareja Barbie Vélez, al presentarse en el Juzgado Criminal y Correccional Nª 12, en los Tribunales de Retiro, donde declaró que tuvo una "relación tóxica" con ella pero que nunca le pegó.
"Hablé de lo que pasó el sábado a la noche, donde se me acusa de violento y golpeador. Di todos los detalles de lo que ocurrió, que fue nada más que la verdad", señaló en declaraciones a la prensa, a la salida de los tribunales.
Ante la consulta sobre las fotos en las que se ve a Barbie con marcas en sus brazos, explicó: "Son moretones de agarre, seguramente míos para que parara y no destruyera todo en mi casa".
"Declaré que tuvimos una relación tóxica en la que la violencia ocurrió ese último día. No podíamos dejarnos y a veces el amor locura hace que uno quiera recomponer una relación y cambiar a la otra persona", indicó.
El actor sostuvo que cuando se llega a situaciones tan tensas "lo mejor que se puede hacer es separarse".
"El amor que tuvimos fue enorme y muchas veces quise recomponer eso. Han dicho barbaridades de mí, como que le pegué patadas en el piso", dijo.
Al respecto, Bal mencionó: "Ella declaró que yo nunca le pegué, que sólo la agarré".
"La madre se ocupó de decir que yo le pegué patadas en el piso. Que la Justicia se ocupe", agregó.
En referencia a su declaración señaló: "Agregué varios datos, pero no los puedo decir acá. De todo lo que los demás dicen, tendrán que mostrar pruebas ante la Justicia".
“Quiero que sea feliz, que trabaje de lo que quiera y que encuentre un hombre”, continuó el hijo de Carmen, ante la prensa.
"Quieren instalar algo que no soy. Soy un pibe de 26 años, que está saliendo de una relación muy toxica, donde ambos nos hicimos mal y se me está queriendo ensuciar a un nivel enorme. Todo lo que se dice se tiene que probar. Estoy confiado".
Según trascendió, el actor se presentó junto con su abogado y entregó pruebas documentales, fotos videos e imágenes de cámaras de seguridad en su denuncia por destrozos en su departamento.
"No voy a hacerme cargo de lo que digan nuestras madres, no voy a hacer declaraciones en contra de la madre de Bárbara y hasta entiendo su postura", dijo sobre las declaraciones de su madre Carmen Barbieri y la de la mamá de Barbie, Nazarena Vélez.
"Está influenciada por su hija, por mentiras que le dijo Bárbara, cosas tremendas que habrá dicho, entonces entiendo su postura", agregó.
Por su parte, Nazarena Vélez volvió a disparar ayer contra el actor y aseguró: "Fede Bal le ponía videos de sus córeos y le decía a Barbie gorda y ridícula".
Lejos de un acuerdo, el conflicto suma declaraciones cruzadas, a menos de una semana de que comience "Bailando por un sueño", en el que ambos participarán y donde no se podrán cruzar por expreso pedido de ella.
"Hay muchas maneras de pensar las relaciones tóxicas. Analicemos algunas de las más frecuentes y la manera en que se arma el vínculo. Si yo le grito a alguien, es muy probable que el otro pueda responder a la agresión; pero, cuando se establece una manera de relacionarse, es más difícil darse cuenta el por qué se estableció un vínculo.
Estos son algunos de los vínculos más frecuentes:
El vínculo del sometimiento ¿Cómo se explica que una mujer que tiene su trabajo, su casa y su independencia en muchos aspectos continúe emocionalmente ligada a alguien que la maltrata, la descalifica y la hiere? Allí se ha construido un vínculo de sometimiento.
El primer paso es el menosprecio abierto: la descalificación sutil y directa que implica ir podando la estima de la otra persona. El mensaje siempre es el mismo: "Vos no...". La persona va incorporando lentamente esta descalificación y de verdad no se siente en condiciones "de"; es decir, siente que emocionalmente no puede. Algunas frases preferidas de los maltratadores son: "A vos te llenan la cabeza", lo cual significa que antes la tenía vacía (una agresión) y que no puede pensar y resolver por sí mismo. O "vos sos quien me vuelve loco, que es otra manera de decir: "Yo no soy responsable de lo que sucede o de mí".
Una vez que se establece el menosprecio, junto con este se va construyendo la segunda fase (que se intercala con la primera) que consiste en: "Yo sí puedo", es decir: "Vos no podés, yo sí. Necesitás de mí. El mundo es difícil. Tengo que protegerte porque vos no podés hacerlo".
Un vínculo saludable nunca menosprecia al otro y brinda el siguiente mensaje: "Vos podés y yo también puedo; juntos podemos".