Bahía Blanca | Sabado, 11 de mayo

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El cateterismo otorga una cuota más de posibilidades al corazón

Se amplía la indicación de trasplante de válvula aórtica mediante técnicas mínimamente invasivas. Su uso se extiende a pacientes con enfermedad vascular severa y aún habrá más. David Roldán / droldan@lanueva.com
El cateterismo otorga una cuota más de posibilidades al corazón. Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

El implante de la válvula aórtica por cateterismo es un tipo de intervención muy novedoso que hasta ahora quedaba limitado para pacientes añosos con alto riesgo quirúrgico.

Sin embargo, hoy se está ampliando para personas con enfermedad vascular periférica severa y se espera que, próximamente, incluya también a aquellos con obstrucción (estenosis) de la válvula aórtica con riesgo quirúrgico intermedio.

Y esto abre un espectro muy amplio respecto de quienes podrían beneficiarse con esta técnicamente mínimamente invasiva, se afirmó desde el ámbito del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).

La técnica comenzó a realizarse en Francia, en 2002, y demostró excelentes resultados, con una reducción del 230 por ciento de la mortalidad con respecto a la cirugía convencional (el 1,5 por ciento versus el 5 por ciento) a nivel mundial.

En Argentina se utiliza desde hace más de seis años.

Entre el ventrículo izquierdo del corazón y la arteria aorta se interpone la válvula aórtica, que permite el flujo normal de sangre desde el corazón a la arteria aorta y de allí al resto del organismo, evitando, además, el reflujo hacia el corazón.

Con los años, esta válvula se puede endurecer, generalmente debido a calcificaciones. Si esto sucede, comienza a funcionar incorrectamente, estrechándose la luz y mermando la cantidad de sangre que llega al organismo. Esta patología es la "estenosis de la válvula aórtica".

Y aquí es donde pueden aparecer síntomas como dolor de pecho (angina), cansancio inusual después de una actividad, mareos, desmayos (síncope) y falta de aire cada vez mayor.

Además, la enfermedad progresa, desarrollándose insuficiencia cardíaca severa, con un rápido deterioro de la calidad de vida y sobrevida del paciente.

Su prevalencia aumenta con los años, presentándose en el 3 o 4 por ciento de las personas a los 70 años y en el 15 por ciento a los 85 años.

"Es una patología que no tiene tratamiento médico efectivo y la terapéutica consiste en el reemplazo de la válvula a través de la cirugía convencional "a cielo abierto", aunque muchos quedan excluidos de esta alternativa por presentar un alto riesgo quirúrgico.