El año del Bicentenario, Beethoven y Verdi
"Logramos todos los objetivos planteados", dijo el maestro José Antonio Cerón Ortega, al frente de la Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca.
"El `Ciclo Beethoven', la presencia del Coro Polifónico Nacional para uno de los conciertos más importantes del año, la continuidad del ciclo `La Orquesta va al barrio' y, en especial, la paulatina erradicación de lo que he denominado como el `síndrome de la silla vacía', fueron triunfos obtenidos gracias al apoyo que estamos recibiendo de la gente de la ciudad y de localidades circunvecinas", subrayó quien maneja desde hace tres años los destinos de la que, quizás, resulte la niña mimada de los tres Organismos Artísticos del Sur, un grupo que completan el Coro Estable y el Ballet del Sur.
La celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo --coincidente con el de otros países latinoamericanos-- y el ciclo "Beethoven, hombre bicentenario" obraron de trazos gruesos en la diagramación del programa sinfónico que contó con las usuales invitaciones a solistas e invitados y estrenos de piezas inéditas que enriquecieron un repertorio de por sí amplio.
Un buen año sucedió también en el ámbito del Coro Estable (ver aparte), a cargo del maestro César Tello, que con cinco presentaciones individuales --más las compartidas con la Orquesta-- marcó una impronta de nivel pocas veces registrada.
"Podemos anunciar que estamos cumpliendo el año y el repertorio que el Coro Estable y la ciudad de Bahía Blanca merecen", acertó Tello.
El organismo coral se hizo responsable también del inicio del ciclo "La Orquesta va al barrio", propuesta sinfónica que registró por segundo año consecutivo una serie prolífica de funciones gratuitas en iglesias y entidades barriales.
El principal cronograma
De lleno en la escena
La Orquesta Sinfónica Provincial de Bahía Blanca largó su temporada 2010 y al ciclo Beethoven el 5 de marzo, con un concierto dirigido por su titular que adhirió de manera anticipada al Día Internacional de la Mujer.
Con presencia de Daniela Rossi en guitarra, entregó Dos aires nacionales (Julián Aguirre), Concierto del sur (Manuel Ponce Aguirre) y Sinfonía Nº1 Op.31 en Do Mayor (Ludwig van Beethoven).
Una semana después, el organismo haría una histriónica participación en las dos funciones que el espectáculo Los animales de la música, de Ernesto Acher y Jorge de la Vega, brindó durante el ciclo Bahía Teatro. El primer mes de actividad concluiría con el concierto que en la noche del 27 dirigió el ex titular del organismo, maestro Gustavo Plis-Sterenberg, por invitación de Cerón Ortega.
Bajo su conducción se ejecutó el poema sinfónico Manfredo, Op. 58, de Piotr Tchaikovsky.
200 años de genialidad
El gran Astor Piazzolla, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven. La genialidad representada en tres autores tan diversos como singulares se hizo presente en el programa destinado a la celebración del 11 de abril en Bahía Blanca.
Con batuta de Cerón Ortega y el aporte de los solistas Esteban Raspo (violín) y Paolo Miserocchi (viola) se panearon Oblivión, Sinfonía concertante para violín y viola y Sinfonía Nº 2 en Re mayor, Opus 36.
Guillo Espel Cuarteto se colocó en el centro de la propuesta para el 30 de ese mes, con obras del repertorio clásico --Sinfonía Nº 3 en Mi bemol mayor "Heroica", opus 55, de Ludwig van Beethoven, dirigida por el maestro José Cerón Ortega--, y el estreno de La interrumpida, Fabi, Salir al ruedo, Vidala del martirio de los brujos y Otra latitud, partituras especialmente ideadas por Espel.
Mayo vibró con el festejo oficial del Bicentenario de la Revolución de 1810. Orquesta y Coro se pusieron entonces a disposición de Cerón Ortega y la participación del joven violinista bahiense Xavier Inchausti engalanó la noche que comenzó con la interpretación del Himno Nacional Argentino con actuación de la Banda Militar "Puerto Argentino" del Batallón de Comunicaciones 181, que guía el capitán Luis Héctor González.
La velada incluyó el Himno a Bahía Blanca; la danza de la ópera Huemac, de Pascual de Rogatis (inspirada en una leyenda mexicana); y selecciones de la suite del ballet Chasca Ñahui, de Angel Lasala, en homenaje a su compositor, con participación vocal en lengua quechua y aimará. Para la segunda parte quedó reservado el Concierto Nº 1 para violín y orquesta en Re mayor, Opus 6, de Niccolo Paganini.
La Orquesta Sinfónica: segundo semestre
Tiempo de historia y próceres
En miércoles y con dirección de una mujer --la directora Rut Schereiner, venida de Francia-- en el atril, comenzó la segunda etapa del año sinfónico-coral.
Las obras de Gabriel Fauré (1845/1924) Suite Pelleas y Melisande, opus 80, de Albert Roussel (1869-1937), los Fragmentos sinfónicos del ballet El Festín de la araña, llamaron al protagonismo del bandoneonista Julián Mansilla.
En agosto se volvió a tocar el tema Bicentenario de la Argentina y se adhirió 29º aniversario de la filial Bahía Blanca del Instituto Nacional Browniano con una gala que tuvo otro invitado especial: el solista de trompeta Oleg Shkolyar.
Significó también la sexta fecha del ciclo Beethoven con la inclusión de la Sinfonía Nº 6 en Fa Mayor opus 68 "Pastoral".
El Concierto en Re Mayor para trompeta, orquesta de cuerdas y continuo, de Georg Telemann; y Sensemayá, canto para matar a una culebra, de Silvestre Revueltas (sobre un poema de Nicolás Guillén), completaron el programa.
La Sinfónica siguió con su racconto histórico y latinoamericano el 27 del mismo mes, con un recital que recordó los festejos promovidos por la Asociación Cultural Sanmartiniana por el centenario del monumento a San Martín del Parque de Mayo de nuestra ciudad.
Con una batuta venezolana, la de Régulo Stabilito, y los solistas Nicolás Favero (violín) y Milton Masciadri (contrabajo), el maestro invitado dirigió la suite del ballet El escultor, de Cristian Axt; el Dúo concertante para violín y contrabajo, de Giovanni Bottesini; y la Sinfonía Nº 2, Opus 61, en Do Mayor, de Robert Schumann.
Crisol en primavera
El primer concierto de septiembre --cuatro días antes del advenimiento de la primavera-- enfocó en los bicentenarios de las repúblicas hermanas de México y Chile.
Mexicano el titular del organismo, chilena la pianista invitada Daniela Saavedra, se dedicaron a la Sinfonía Nº 7 en La Mayor, opus 92, de Ludwig van Beethoven; el Concierto Nº 23 KV 488 en La Mayor, de Wolfgang A. Mozart; y a Huapango, una partitura contemporánea del también azteca José Pablo Moncayo.
El de octubre --un sinfónico-coral-- reparó en el centenario de la comunidad judía en nuestra ciudad, con dirección del maestro invitado Ronen Nissan (Israel), y participación de los cantores litúrgicos Enrique Grinberg, Alvaro Navarro y Andrés Bomse, además de Gustavo Gallo en piano.
¿El programa? La obertura Las Hébridas, de Mendelssohn; el Adagietto de la Sinfonía Nº 5, de Mahler; Rapsodia en blue de Gershwin; Nessum dorma de la ópera Turandot de Puccini; Ombra mi fui de Xerxe, de Haëndel, y canciones tradicionales judías.
En noviembre cerró un ciclo para la Sinfónica, el que dedicara a Beethoven, que completó en la actuación de la noche del 12 con la interpretación de la Sinfonía Nº 9, en Re Menor Opus 125 "Coral".
El Coro Estable y el Coro Polifónico Nacional y los solistas Mónica Ferracani (soprano), Karina Di Virgilio (mezzosoprano), Antonio Grieco (tenor) y Marcelo Boluña (bajo) sumaron sus voces para el cuarto movimiento, la famosa Oda a la alegría.
La emoción que coronó esa función fue el preludio del final de temporada, el pasado viernes, con una nueva entrega de La música de todos en el SUM del club Universitario.
Piazzolla, The Beatles, Giacomo Puccini, Johann Strauss y Joaquín Rodrigo, entre muchos otros, engrosaron un programa dedicado a la familia y que sumó talentos de la Escuela de Danzas Clásicas de nuestra ciudad, músicos y cantantes invitados.
"No hubo tanta asistencia en esta oportunidad como esperábamos. Tal vez el clima que acompañaba a otros paseos obró en este sentido", señaló Cerón Ortega.
"No obstante, para la ejecución de la Sinfonía Nº 9 de Beethoven, asistió incluso una delegación de Coronel Suárez, un indicio del interés que la Orquesta está despertando más allá de los límites de Bahía Blanca y una solución, finalmente, para que el organismo pueda cumplir con su compromiso provincial. A esa meta, la de acercar la región a las funciones, nos encaminaremos en 2011", concluyó.
El Coro Estable cumplió su promesa
Buenos momentos y mejores expectativas marcaron el comienzo de 2010 para el Coro Estable.
Desde el anuncio de su primera presentación, el 19 de marzo, su titular, el maestro César Tello, subrayó lo promisorio del programa cumplido y las ansias por cotejar un crecimiento concreto en el cuerpo vocal.
Para el debut y la interpretación de Messe solennelle de Gioacchino Rossini, Tello contó con la colaboración de los encumbrados solistas Marcela Paturlann (soprano), Gastón Oliveira Weckesser (tenor), Joel Damián Ramírez (contratenor) y Ricardo Ortale (barítono), Ignacio Ares (piano) y Gustavo Gallo (armonio).
El estreno del ciclo "La Orquesta va al barrio" se produjo con el recital "Bicentenario-Compositores argentinos" que dirigió Tello y en el que participó el pianista Gustavo Gallo para la ejecución de Indianas 1 y 2, de Carlos Guastavino; Las lamentaciones de Jeremías, de Alberto Ginastera; Chacarera de las lomas-Venite exsultemo domino, de Antonio Russo; y Dos piezas para coro mixto, de José Luis Ramírez Urtasun. La velada tuvo lugar la noche del 18, en el club Barracas.
En la cúspide. El programa del Coro Estable --compuesto por cinco entregas exclusivas-- hizo cumbre a mitad de temporada, cuando el maestro Tello tomó prestada la batuta de la Orquesta Sinfónica Provincial para la realización de Réquiem, de Giusseppe Verdi.
Solistas de nivel internacional como Mónica Ferracani (soprano), Leonardo Pastore (tenor), Laura Cáceres (mezzosoprano), Lucas Debevec Mayer (barítono) y un soporte de 125 artistas en escena, sumaron en "la noche más ansiada por el Coro en su programa anual", según definición del titular.
"Tampoco hay dudas de que tendremos que mantener el nivel alcanzado durante el resto del ciclo", declaró Tello mientras prometía Carmina Burana de Carl Orff, "una obra muy popular"; Luccia de Lammermoor, de Gaetano Donizetti, "que hace tiempo no se lleva a escena en Bahía Blanca" en el cronograma por venir.
Tello apostó... Y cumplió. Porque esas obras formaron parte de los programas que se desarrollaron el 16 de junio y 3 de septiembre.
En el penúltimo participaron la soprano Marina Torres, el tenor Damián Ramírez y el barítono Alejandro Meerapfel; en piano Elena Juc y Gustavo Gallo, los percusionistas Matías Morelli, Ramiro Aiello, Fernando Tomassini, Gustavo Fernández, Ricardo Petronio, Javier Mazzuchelli y Leandro Mantiñán en timbales.
Para el drama en tres actos de Donnizetti, a la concertación musical, piano y dirección de Tello se agregaron la puesta en escena de Felipe Hirschfeldt, una producción escenográfica realizada en los talleres de los Organismos Artísticos del Sur, vestuario de Daniel Cervino y Tello, y la participación de los solistas Marina Torres y Luisa Reimers (sopranos), Cristian Carrero, Alfredo Davies y Pablo Muñoz Barra (tenores) y Enrique Boland (barítono), y Marcelo Boluña (bajo). Un cierre acorde al año transcurrido.
María Inés Di Cicco/"La Nueva Provincia"