Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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"Mi tío es un ídolo"

El pibe es un mimado del club y de su familia. Serio, centrado, humilde..., rasgos de un precoz jugador con pinta de crack. Agustín Bouzat vivió su momento de gloria en la victoria de la antevíspera 2-1 ante Tiro Federal. Ingresó en el segundo tiempo y, al minuto, marcó el gol de la victoria.
"Mi tío es un ídolo". Sociedad. La Nueva. Bahía Blanca

 El pibe es un mimado del club y de su familia. Serio, centrado, humilde..., rasgos de un precoz jugador con pinta de crack.


 Agustín Bouzat vivió su momento de gloria en la victoria de la antevíspera 2-1 ante Tiro Federal. Ingresó en el segundo tiempo y, al minuto, marcó el gol de la victoria.


 Entre los hinchas exultantes y emocionados de Liniers presentes en la Avenida se encontraba su tío Walter Carrio, un incondicional que lo vio crecer y corretear detrás de la pelota cuando empezó a dar sus primeros pasos.


 "Estuve toda mi vida con él. De grande me viene a la memoria verlo patear en el garage, los empujones y las cargadas; cuando le decía: `Dale, no seas maricón..., acostumbrate a los golpes". Hoy lo veo en la cancha y me invade una gran alegría", señaló Carrio, todavía conmovido por el primer gol de su sobrino en la Primera de la Liga del Sur.


 --¿Qué sensación vivieron en el momento de la conquista?


 Agustín: No lo podía creer. Cuando ingresó la pelota no sabía para dónde arrancar. El Tuti (Adrián) Monzón me dijo que iba a entrar y convertir, por eso cuando sucedió lo fui a buscar y no lo podía encontrar. Cuando lo ví nos abrazamos.


 Carrio: --Fue increíble. A mí siempre me tocó remarla, pasás tiempo hasta que uno se acomoda y agarra protagonismo. Mientras se va acomodando a las circunstancias del juego se lo ve tranquilo.


 --¿Se emocionaron?


 C: --Sí, mucho... Estoy más nervioso ahora que cuando yo jugaba.


 A: --Tenía ganas de abrazarlo. Mí tío, Adrián (Echeverría) y Fabricio André siempre me aconsejaron, fueron referentes. Tener gente cercana que te vaya llevando es muy lindo. En lo personal trato de aprender de todos los detalles y siempre paro las orejas.


 --Algunos te empiezan a comparar con Ezequiel Miralles. ¿Hay similitudes?


 C: --Juegan distinto. Agustín es armador, enganche. Ahora le está tocando ir de punta, pero cuando se pone a gambetear le veo algunas cosas de Pablo Arriagada.


 "A Miralles lo sigo siempre. Una vez, en la casa de Juan Blanco gritamos un gol a las 23.30 y la señora de él se despertó asustada, no lo podía creer. Fue el gol sobre la hora en la final de Everton contra Colo Colo. Lo vimos crecer y me pone feliz su buen presente".


 A: --El Pato Bilbao me decía que tengo un parecido con Ezequiel. Es mi forma de ser, no se sabe cuándo estoy contento o enojado. En lo futbolístico Miralles es delantero.


 "Lo veo jugar en Colo Colo de Chile. Me gusta mucho, es goleador".


 --Ustedes se criaron en Liniers. ¿Qué significado tiene vestir esa casaca?


 C: --Sí. Agustín no caminaba y me iba a ver a la cancha. Me fue a ver a Buenos Aires cuando debuté en Primera. Una vez estaba entrando en calor ante Vélez, en el Carminatti, y junto a un amigo de la familia tanto Agustín como Santiago (NdR: su hermano) me gritaban escondidos detrás de una reja durante la entrada en calor. En el momento uno no le da importancia a esas cosas. Hoy lo valoro muchísimo".


 A: --Muchas veces me llevó a los vestuarios a conocer a jugadores de River y de Boca. Tengo un autógrafo del Bicho Fuertes cuando estaba en River. Soy hincha de Boca, pero no me importaba.


 "Por ahí la foto más linda me la saqué con (Rodrigo) Palacio, en un viaje a Buenos Aires".


 
El corazón de Liliana.



 Desde los 4 años Agustín vivió la experiencia de acompañar al plantel de Liniers durante su presencia en el Argentino B de la temporada 1998/99. De la mano de mamá Liliana, fanática número uno de Walter, recorrió kilómetros y kilómetros alentando al chivo.


 "Mi mamá es fanática de mi tío (Walter) y de mí. De él tiene tres o cuatro carpetas con todos los recortes de cada año. A ella le debo el esfuerzo enorme de buscarme en el colegio, llevarme a entrenar, viajar. Hace poco me acompañó a Roca. Para mí tiene un enorme valor", dijo Bouzat.


 --¿Esos viajes guardan anécdotas para contar?


 A: --El viajar todos juntos, estar en familia. Se debería seguir haciendo, porque hacés muchos amigos, conocés gente.


 C: --Recuerdo un partido en Misiones, donde jugamos con Tigre de Santo Pipó. Agustín tenía 4 años, se bancó todo el viaje y lo llevaba de mascota. Siempre estuvo pegado a mí.


 --¿Qué le pasó a Agustín en un viaje a Buenos Aires estando vos en el plantel de Chacarita?


 C: --En enero del 2006 me faltaban pocos días para completar la recuperación de rotura de ligamentos y por ese motivo Agustín, que tenía 11 años, me fue a visitar a Buenos Aires. Lo busqué en la terminal, fuimos a desayunar y se descompuso con una chocolatada. Empezamos mal...


 "Vamos al entrenamiento y como estaba volviendo de la lesión recién empezaba a hacer fútbol. Me llama el técnico (Néstor Clausen) para comunicarme que viajaba a Córdoba con la delegación que enfrentaba a Talleres. ¿Qué hice? Nos levantamos a las 4 de la mañana, me fui a Aeroparque, firmé un permiso con el piloto y la empresa para dejarlo viajar. No pude disfrutarlo y mi hermana me quería matar (risas). Esa j... me costó un par de botines y una guitarra para el hermano".


 --Agustín, ¿quiénes son tus referentes adentro de la cancha?


 --Contra Tiro estaba muy nervioso. Pero una vez que entré a la cancha me tranquilicé; mis compañeros me hicieron sentir muy cómodo. Me hablan mucho Gastón (Arroyo), Hernán (Rosell), Julio (Acosta) y Juan Pablo (Manganaro); todos intentan ayudarme, me corrigen los errores.


 --Walter, ¿cuáles son los consejos para alguien que recién se está haciendo conocido y se lo apunta como un jugador distinto?


 --Ahora viene la parte más complicada. Es cuando tenés que acertarte, rendir examen. Los rivales y tus propios compañeros te miran con otra perspectiva. Haciendo todo con tranquilidad vas a pegar el salto; si te equivocás pasás a ser uno más.


 --Agustín, ¿quién es tu ídolo?


 --En Bahía mi ídolo es mi tío. También Echeverría, por la trayectoria, y Julio Acosta. En el profesionalismo admiro a Riquelme.


 --Walter, ¿y el tuyo?


  --De chico me fascinaba ver a Roberto Depietri. Como compañero admiré a Marcel Suay. Y en otro nivel Juan Fernández Di Alessio, con quien compartí vestuario.


Anécdotas, recuerdos y pases cortos

Agustín en frases

1)









 "En quinta división (categoría '94, cumplió los 17 el pasado 28 de marzo) me tocó estar todo el año en el banco. Para mí es importante poder dar una mano, porque ahí está mi grupo de amigos. A mi crecimiento ayudaron mucho Alberto "Pichi" Desideri, Norberto "Pepona" Puliafito y Ramiro "Chori" Sabadín. Con el grupo de tercera también entrena Julián Sale, el hijo del Chueco".

2)




 "Todavía no pagué derecho de piso. El más jodón es Julio Acosta, pero vengo zafando. Eso sí, cuando vamos al Zibecchi en colectivo me toca ir parado porque cada uno tiene su asiento y hay que respetar trayectorias".

3) "En el estudio me va bastante bien. Este año termino el secundario en el San Cayetano, aunque me debo esmerar en Inglés, porque me cuesta bastante. ¿Qué pienso hacer cuando termine? Seguir estudiando y jugar algunos años más en Liniers. Si surge algo en lo futbolístico lo voy a pensar".


Walter en frases

1)









 "En Liniers siempre aparece alguien distinto. le tocó a Miralles, Olivi, Graf, Quito Paz... Lo bueno es que al juvenil lo integran enseguida, todos se conocen. Y para el entorno de los chicos ayuda muchísimo".

2)




 "Si uno es buen jugador a la larga le llega la chance de jugar en otro nivel. Si uno se mantiene juega bien a los 17, a los 20 o a los 22. Le pasó a Rodrigo Palacio, Miralles, Olivi. En el fútbol actual todo el mundo está informado, te ven enseguida. El objetivo de Agustín, ahora, es disfrutar".

3)




 "La vida del profesional es dura. Si sos apegado a tu familia y te toca irte, sufrís muchísimo. En Buenos Aires, por caso, se vive de una manera distinta, con presiones e inseguridad. Bahía es hoy una plaza increíble".

---

PARA PONER LAS FOTOS DE AMBOS JUGANDO

Así lo define Walter










 "Agustín tiene una rara habilidad. Disfruto cuando gambetea o hace una jugada no normal, una pared o también un pase entre líneas. En el mano a mano no lo podría enfrentar porque me quiebra la cintura; seguramente los rivales lo van a sufrir muchísimo".

Así lo define Agustín






 "A mi tío se le complicaba gambetear y, además, ahora está viejo (risas). Lo mejor de él era el orden, su inteligencia para saber resolver tomándose un segundo más que los demás. Todavía no se lo pudo reemplazar en el club".




LA FRASE









 "En el verano jugamos un pique de 30 metros y no me pudo ganar. El primero ni el segundo; al tercero ya fue distinto. especuló porque estoy todo roto". (Walter Carrio).




 "Cuando me ve jugar un poco más se larga a llorar. Me quiere un montón. Eso sí, también se vuelve un poco loco cuando me pegan patadas". (Agustín Bouzat).