Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Rompieron el techo y se llevaron un valioso botín

Autores ignorados, durante la madrugada de la víspera, rompieron el techo de un local de computación y sustrajeron diversos elementos por un valor superior a los 30.000 pesos. El episodio se registró en el comercio denominado Galileo Computación, propiedad de Bruno Bernetti y ubicado en Corrientes 476, a escasos quinientos metros de la veterinaria que fuera asaltada en el anochecer del viernes.

 Autores ignorados, durante la madrugada de la víspera, rompieron el techo de un local de computación y sustrajeron diversos elementos por un valor superior a los 30.000 pesos.


 El episodio se registró en el comercio denominado Galileo Computación, propiedad de Bruno Bernetti y ubicado en Corrientes 476, a escasos quinientos metros de la veterinaria que fuera asaltada en el anochecer del viernes.


 "Aparentemente fue antes de que viniera el quiosquero, que aparece a las siete y media de la mañana", comentó Bernetti a un cronista de "La Nueva Provincia".


 El damnificado dijo que "vine porque me avisó el vecino, a quien una clienta le señaló que estaba todo desparramado en la vidriera".


 Consideró el damnificado que "todavía no puedo hacer una valuación de lo que me robaron, pero robaron de todo porque trabajaron con tiempo" y admitió que "recién llego, no tengo ni idea sobre la cantidad de elementos sustraídos".


 "Pero --aclaró-- una valuación mínima me permite suponer que se trataría de treinta mil pesos".


 Al acceder el hombre a su local comprobó que "hay una manguera que trajeron ellos (por los ladrones) y se ve que la han usado para subir y bajar", del techo.


 "Me hicieron un desastre. Se llevaron notebooks de clientes, tablets, mercadería mía; de todo... Las notebooks valen tres o cuatro mil pesos cada una, y todavía no sé cuántas faltan", aseguró el comerciante.


 El negocio dedicado a la venta y servicio técnico de PC, accesorios e insumos está situado a escasos cincuenta metros del paso a nivel de la intersección con General Paz, y en cuya garita habitualmente hay algún policía.


 "Llevó seis años en este lugar y es la tercera vez que me roban. Las otras dos veces me rompieron la vidriera y, con la reja baja, me llevaron cosas que había en la vidriera; pero así, abriendo el techo, es la primera vez", reconoció Bernetti.


 El episodio de ayer tuvo otras connotaciones, porque el local "tiene tres techos. Uno de chapa, otro de yeso y otro suspendido. El primero lo levantaron, al otro lo deben haber roto a martillazos y el restante tiraron las placas y bajaron por la manguera, que ataron a un tirante de madera", detalló.


 El comerciante opinó que para perpetrar el saqueo debieron actuaran no menos de un par de delincuentes.


 "Dos o tres tienen que haber sido, para movilizar las muchas cosas que se llevaron", concluyó.

Viernes agitado.




 Un par de ilícitos con otro modus operandi mucho más peligroso se produjo en el atardecer del viernes en la veterinaria de la calle Corrientes, propiedad de Pablo Montes de Oca, y en un local dedicado a la venta de insumos y prestación de servicios de computación.


 Ambos hechos fueron cometidos alrededor de las 19, y en los dos actuaron sujetos armados.


 El primer episodio ocurrió en la veterinaria del barrio Tiro Federal, donde los malhechores amedrentaron a una mujer a la que habrían dejado encerrada y maniatada con precintos.


 El otro hecho se produjo en el local denominado Compucenter, de San Marín 760, donde tres individuos amenazaron al dueño del negocio, cuya identidad prefirió mantener en reserva, y sustrajeron dinero en efectivo.


 "No pasó nada. Vinieron tres tipo armados, me apuntaron y se llevaron 400 pesos; pero no fue más que eso", fue lo escueto que dijo el hombre.


 Un cerrado hermetismo se mantuvo desde las comisarías Primera y Cuarta, en cuyas jurisdicciones se registraron ambos delitos.