Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cristian Breitenstein presentó la renuncia a la intendencia

Con 300 palabras en apenas 20 líneas, y a poco más de dos años de haber sido reelecto por el 44,4% de los votos, Cristian Breitenstein renunció ayer al cargo de intendente municipal. Su decisión será objeto de análisis, la semana entrante, en el Concejo Deliberante. Tras explicar que su decisión estuvo fundada en cuestiones "estrictamente personales" y razones funcionales vinculadas a su responsabilidad como ministro de la Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires, le deseó éxitos a Gustavo Bevilacqua, quien, una vez aprobado el alejamiento administrativo de Breitenstein, dejará su carácter interino para convertirse en el jefe comunal del distrito hasta diciembre del año 2015.








 Con 300 palabras en apenas 20 líneas, y a poco más de dos años de haber sido reelecto por el 44,4% de los votos, Cristian Breitenstein renunció ayer al cargo de intendente municipal. Su decisión será objeto de análisis, la semana entrante, en el Concejo Deliberante.


 Tras explicar que su decisión estuvo fundada en cuestiones "estrictamente personales" y razones funcionales vinculadas a su responsabilidad como ministro de la Producción, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires, le deseó éxitos a Gustavo Bevilacqua, quien, una vez aprobado el alejamiento administrativo de Breitenstein, dejará su carácter interino para convertirse en el jefe comunal del distrito hasta diciembre del año 2015.


 En su nota dirigida al titular del Concejo Deliberante, con fecha del miércoles 27, agradeció en primer lugar a su familia, "por su apoyo y eje sobre el cual he fortalecido la toma de esta decisión y a los ciudadanos de Bahía Blanca por su motivación en los aciertos y paciencia en los errores".


 También expresó su agradecimiento al Partido Justicialista por el cual fue electo y a sus referentes principales por su acompañamiento, además de al resto de los partidos políticos por sus "aportes constructivos"; a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner y al ex presidente Néstor Kirchner, así como al gobernador Daniel Scioli, "por haber recibido permanentemente su apoyo exteriorizado en obras significativas para la ciudad".


 Luego hizo lo propio con su bloque de concejales que "me acompañó con lealtad", instituciones intermedias de la ciudad: sindicatos, empresas, clubes, sociedades de fomento e iglesias "por ser los destinatarios y partícipes de la gestión llevada adelante; a los medios de comunicación social que con sus inquietudes, observaciones, estímulos y críticas ayudaron a construir ciudadanía".


 Sobre su sucesor, expresó deseos de éxito para Bevilacqua "en la continuidad de la gestión interina" y se puso a su disposición, así como también del resto de las instituciones y ciudadanía para seguir colaborando en la construcción de "un modelo de ciudad integradora, inclusiva y pujante".


 


 Dos años después. Breitenstein había anunciado su alejamiento de la intendencia para ocupar un cargo en el gabinete de Scioli el 21 de noviembre de 2011, en una medida que motivó el rechazo de buena parte de la población y del arco político opositor, aunque no así de entidades gremiales empresarias como la Corporación del Comercio, Industria y Servicios, y la Unión Industrial.


 "Hago lo que considero mejor para Bahía Blanca", había esgrimido el jefe comunal al anunciar su aceptación a la propuesta del gobernador y confirmar que su cargo iba a ser asumido, en forma interina, por Gustavo Bevilacqua, primer candidato a concejal por la lista oficialista y por entonces subsecretario Legal y Técnico de la comuna.


 Negó sin embargo que su candidatura haya sido testimonial, reconoció que la propuesta del gobernador lo "enorgullecía" y que la aceptó por considerarla muy beneficiosa para la ciudad.


 Durante la conferencia de prensa ofrecida junto a su gabinete y concejales oficialistas, Breitenstein había señalado que el primer mandatario provincial le propuso formalmente sumarse al gobierno bonaerense, como consecuencia "de su experiencia en la gestión, el ser un hombre del interior y la buena elección realizada".


 "El espacio que me ofreció es en el Ministerio de la Producción, el cual abarca las áreas de industria, comercio, minería, ciencia y tecnología, puertos y relaciones internacionales y con las pymes, todas incumbencias relacionadas con nuestra realidad cotidiana".


 Serio y tenso en los primeros minutos de su exposición, el entonces intendente reelecto reconoció su "sorpresa, orgullo y distinción" por la propuesta de Scioli, aunque asumió que quizá no fue recibida en el momento más adecuado.


 "Hubiera deseado que esta oportunidad se exteriorizara en otras circunstancias, para evitar cualquier tipo de suspicacias o una situación incómoda", dijo.


 También consideró que "no es malo" ser ministro, ya que, explicó, implica "un crecimiento y un reconocimiento" que pocos políticos del interior reciben, al punto de asegurar que no más de 4 de los 134 intendentes de la Provincia han accedido a cargos de tamaña relevancia.


 "Estoy convencido de que esto es lo mejor para Bahía Blanca", reiteró.


 Aseguró que junto con su familia seguirá viviendo en esta ciudad y seguirá el día a día de la gestión municipal.


 "Sáquense la idea de que Breitenstein se va. Voy a un espacio de mayor responsabilidad, a trabajar por Bahía Blanca de una manera más fuerte, llevando a diez hombres de mi equipo a ocupar distintos espacios. Soy un hombre que ha apostado a los resultados y la gestión y no me ha ido mal. Puedo mostrar resultados y que mi audacia ha sido positiva para la ciudad", remarcó.


 Al día siguiente Scioli salió a respaldar a Breitenstein diciendo que lo eligió por su "experiencia, capacidad de gestión y compromiso con la industrialización" y aseguró que le ofreció el cargo después de las elecciones.


 "Siempre estoy pensando cómo cumplir con mis mayores expectativas y superar lo que estoy haciendo. Con Cristian (Breitenstein) somos amigos, pero el ofrecimiento se lo hice luego de las elecciones, conociendo el gran compromiso, amor y actitud que tiene hacia su ciudad", resaltó.


 El 12 de diciembre de 2011, luego de una ardua polémica y tras haberse conocido la postura de la Asesoría General de Gobierno confirmando que la decisión de prestar juramento responde a una cuestión de usos y costumbres y no a una exigencia legal, el Concejo Deliberante aprobó por 13 votos a 11 la licencia de dos años solicitada por Breitenstein, sin que éste haya tenido que presentarse en el recinto.


"La estafa más grande en la historia electoral de la ciudad"







 "Con la renuncia, Breitenstein simplemente consumó la estafa más grande en la historia electoral de la ciudad", opinó el concejal del Frente Amplio Progresista (FAP), Manuel Mendoza.


 Fue uno de los primeros ediles en enterarse pasadas las 11 de la mañana y, al leer la carta del ahora ex intendente, no se sorprendió, aunque le generó una mezcla de gracia con preocupación.


 "Ves la nota y dice que le agradece a los ciudadanos, a Cristina, a Néstor", indicó y agregó: "Pero esto es una renuncia que todos sabíamos que se iba a presentar".


 En cuanto a la demora en manifestar la decisión, Mendoza consideró que fue "otra tomada de pelo, por decirlo de una manera educada".


 "Sabíamos todos que no le interesaba ser intendente", sugirió, para después lamentar: "Si esta renuncia hubiese llegado antes, en octubre habríamos elegido un intendente, en lugar de este (Bevilacqua) que no fue electo por la gente para ese puesto".


 "Ojalá la gente tenga memoria y que cada vez que vaya a poner el voto al FPV o al peronismo sepa que está la posibilidad de que un intendente se vaya porque no le interesa gobernar nuestra ciudad", finalizó.


 En sintonía, Raúl Woscoff, de Integración Ciudadana (IC), calificó la renuncia como previsible. "Entre hacerse cargo del mandato para dejar sin efecto la licencia y renunciar, lo más previsible era que renunciara", evaluó.


 Respecto del impacto de la decisión, señaló que seguramente golpeará al "universo kirchnerista-justicialista-massista-oficialista".


 "Ellos son los que la van a tener que procesar y digerir", consideró. Y añadió: "Esto podrá tener relevancia sobre las responsabilidades de ellos tanto en la gestión del Ejecutivo como del Deliberativo".


 Woscoff también mencionó la interna entre Bevilacqua y Breitenstein acerca de quién se iba a hacer cargo.


 "Antes de la decisión uno amenazaba con volver y el otro, con irse. La calidad institucional de la ciudad, bastante devaluada, no merecía estar sometida a estos vaivenes", concluyó.


 El concejal del Frente Renovador Fabio Pierdominici opinó que se trató de una "carta de despedida" más que de una renuncia.


 "Falta información y datos técnicos. La renuncia no es indeclinable. Hay que cumplimentar ciertos artículos que dispone la carta orgánica para argumentar la renuncia", explicó.


 En ese sentido, recordó que deberá tratarse en el Concejo la próxima semana y que, por lo menos a él, le faltan elementos de valor para tomar una decisión acerca de si la apoyará o no.


 En cuanto al tiempo que transcurrió, Pierdominici sostuvo que "tendría que haber dado una definición mucho antes".


 "Yo no acompañé la licencia así que sigo en la misma postura. Tiene que venir a dar cierto grado de explicaciones, ya que pasó mucha agua bajo el puente", concluyó.


Período







 5 años y 8 meses estuvo Breitenstein al frente del Ejecutivo municipal, desde que reemplazó a Rodolfo Lopes en abril de 2006.