Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Agua: la respuesta llega desde Córdoba

Las sustanciales diferencias operativas y técnicas que existen entre las empresas Aguas Cordobesas y Aguas Bonaerenses, a la hora de procesar el agua que toman de los lagos San Roque y Paso de las Piedras, respectivamente, parecen marcar el camino a seguir en nuestra ciudad, para mejorar la calidad del agua que se le entrega a la población.

 Las sustanciales diferencias operativas y técnicas que existen entre las empresas Aguas Cordobesas y Aguas Bonaerenses, a la hora de procesar el agua que toman de los lagos San Roque y Paso de las Piedras, respectivamente, parecen marcar el camino a seguir en nuestra ciudad, para mejorar la calidad del agua que se le entrega a la población.


 En la provincia mediterránea, pese a captar el líquido de un embalse mucho más afectado por las algas que el ubicado a unos 50 kilómetros de Bahía Blanca, los resultados han sido mucho mejores a los logrados por la prestataria local.


 La clave, según pudo precisar este diario, estaría dada por el empleo, por parte de Aguas Cordobesas, de poderosos equipos de desinfección mediante ozono y de decantadores, elementos estos que no están presentes en la planta potabilizadora Patagonia.


 A continuación se transcribe el diálogo mantenido por "La Nueva Provincia" con Marcela Dávila, jefa de Relaciones Institucionales de la empresa Aguas Cordobesas.


 --¿La presencia de algas en diques como el San Roque o Paso de las Piedras constituye un problema sin solución total para las empresas dedicadas al abastecimiento de agua o existen varios mecanismos que se pueden aplicar?


 --Hay tratamientos específicos para algas. Estos microorganismos producen no sólo olor y sabor. Su presencia masiva genera también dificultades en el proceso de potabilización. Hay algunas, que son muy frecuentes en nuestro embalse, que si uno no las trata bien colapsan los decantadores de los filtros e interrumpen el proceso. Con esto quiero decir que son diversas las problemáticas que pueden aparecer.


 --¿Cómo trabajan en Aguas Cordobesas para hacer frente a estos problemas?


 --Esta es una concesión que arrancó en 1997. En la industria de la potabilización del agua, la clave está en cómo están tus fuentes de abastecimientos, en qué condiciones están. Cuando se concesionó este servicio los que licitaron tenían en claro, y de hecho estaba en el pliego, que el embalse San Roque evidenciaba un proceso de eutrofización.


 "Entonces, cuando se presentó la oferta se hizo con una cadena de tratamiento que es capaz de tratar ese tipo de agua cruda. Eso es lo que hizo Aguas Cordobesas para procesar el agua del San Roque, porque también tiene otras que toman agua de otras fuentes donde no existen los problemas de algas".


 --¿Cómo trabaja la planta de Suquía, que toma el agua del lago San Roque?


 --Posee una planta de preozonización o predesinfección por ozono. Esto se usa bastante en el mundo, sobre todo en China, que tiene problemas similares. Se realiza una preoxidación antes que ingrese el agua al proceso tradicional de tratamiento. El ozono es un desinfectante muy poderoso que ataca especialmente materia orgánica, es decir, algas.


 "Es un gas que se aplica en forma de burbujas, en unas cámaras de contacto. El ozono es un componente natural, que se encuentra fácilmente, pero es difícil almacenarlo. En algunos lugares se lo emplea como desinfectante en lugar del cloro, lo que pasa es que no tiene poder residual, como sí lo tiene el cloro. Como no se lo puede tener almacenado, se lo produce en la misma planta, con oxígeno líquido (a muy baja temperatura) y descarga eléctrica. Eso genera ozono in situ.


 --¿Cómo es la rutina de la empresa en cuanto al control de las algas?


 --Aguas cordobesas primero monitorea el embalse todos los días. Se hace un conteo de algas. A veces el viento influye, las arrima a la boca de toma, genera agitación en el agua y mezcla los distintos estratos, cambia la temperatura y las que están abajo suben. Hay toda una dinámica compleja que está muy estudiada en el embalse. Entonces, por eso se realiza un monitoreo diario y se contea para ver cómo están compuestas. Por ejemplo, las algas de invierno no son las mismas que las de verano. Algas hay todo el año, lo que pasa es que las de olor y sabor hay más en verano: anabaena, por ejemplo.


 --¿Cuál es el segundo paso? ¿Cómo continúa el proceso?


 --Tras ese conteo en el embalse hay una estación de monitoreo permanente a mitad del camino hacia la planta potabilizadora. Una cosa es el embalse y otra el agua que viene desde allí. Esa estación de alarma temprana hace un conteo y, si los resultados pasan ciertos parámetros, nos avisa con tres o cuatro horas de antelación. Esto nos permite, por ejemplo, prender la planta de ozono, que no se aplica siempre, sino cuando hay una presencia de algas en tal cantidad que sea necesario realizar una predesinfección.


 Estas cámaras son grandes porque tratan hasta 5 m3 de agua por segundo. Cuando se produjo el bloom de algas de 2010-2011 no bastó para neutralizar el olor y sabor.


 --De lo contrario, ¿con esa planta alcanza para que los cordobeses no tengan que consumir agua con mal olor y sabor?


 --Cuando hay algas del tipo anabaena, la percepción de nuestro panel de olor y sabor siempre siente algo, pero no la gente. Esto es porque los panelistas están más entrenados.


 --Tras la ozonificación, ¿como continúa el proceso?


 --Después se emplea el proceso tradicional, con decantadores.


 --Será tradicional en Córdoba, porque en la planta bahiense no existen los decantadores...


 --¿No tiene decantadores? Qué raro. ¿Y que emplean?


 --Por ahora, el agua va directamente a los filtros de arena.


 --Acá, si hay algas, hay una predesinfección por ozono, luego el agua pasa por decantadores, luego filtros y finalmente la entrega a la red.


 "La planta se va adaptando a las nuevas condiciones que aparecen. Por ejemplo, si detectan bloom de algas cambian la cadena de tratamiento, si sube o baja la turbiedad cambian las dosis de coagulantes. Por eso en Córdoba se monitorea el agua, como mínimo, tres veces al día.


 "Cada turno de ocho horas de los operadores hace un análisis de cada muestra, de cómo viene el agua y ajustan. Si algún parámetro se salta por algún otro monitoreo, por ejemplo, el alerta de algas, se puede hacer un monitoreo menor a esas ocho horas.


 --Si no alcanza con la ozonifización, el carbón activado dónde se incorpora?


 --En nuestro caso, en los decantadores y después recién va a los filtros.


 --¿Al final del proceso se le aplica el cloro?


 --Sí, sino el agua no es potable. El ozono no tiene poder residual, por eso, el cloro es el que asegura el tratamiento bacteriológico. Además, por su poder residual, es el que permite acompañar esa potabilidad a lo largo de la red.


 --¿Cuánto duraron los reclamos masivos de 2010-2011?


 --Casi tres meses, producto de anabaena. Con las algas de invierno también tenemos problemas siempre.


 --Pero no llegaron afectar la calidad del agua que le entregaron al consumidor...


 --Si existe el incumplimiento de alguno de los parámetros de calidad se corta la distribución.


 --Pero en 2010 y 2011 no se cortó.


 --No, porque los parámetros seguían cumpliéndose, era una cuestión de estética. Mal olor y sabor, pero perfectamente apta para consumo humano.


 "Habíamos tenido experiencia de tratar blooms de anabaena de hasta 15 millones de unidades por litro y tuvimos picos de 57 millones. En el mundo no se conocía un antecedente así. Se aplicaba ozono y carbón activado, se quitaba el 98/99 por ciento de algas y geosmina, pero igual se percibía.


 --¿Tuvieron episodios con ceratium también, es decir, con las algas que producen turbidez?


 --Sí, pero eso se elimina con el proceso de potabilización y los consumidores no se vieron afectados. Insisto, si el tratamiento se complejiza de manera tal que no podemos cumplir, no distribuimos.

El proceso, paso a paso






 El proceso de producción de agua potable para la ciudad de Córdoba es llevado a cabo por Aguas Cordobesas en dos plantas potabilizadoras: Suquía y Los Molinos.


 Allí el agua atraviesa una cadena de tratamiento con barreras múltiples mediante la cual se la torna libre de impurezas y apta para el consumo humano.


 A lo largo de todo este proceso, el agua es monitoreada y controlada para garantizar la eficacia del tratamiento y la calidad del producto resultante.


 1) Captación. El embalse San Roque es la fuente de provisión de la planta potabilizadora Suquía. El agua es captada por Aguas Cordobesas desde el canal de fuga de la usina La Calera, estando a cargo del Estado de la provincia de Córdoba la disponibilidad del agua cruda en las tomas de captación ubicadas en la margen derecha del canal de fuga.


 Mientras tanto, el embalse Los Molinos es la fuente de provisión de la planta potabilizadora Los Molinos. El agua es captada por la empresa desde el canal Los Molinos-Córdoba estando a cargo del Estado de la provincia de Córdoba el transporte hasta la toma ubicada en la margen derecha.


 2) Desbastado inicial. El agua cruda, cuando ingresa a las plantas potabilizadoras, es sometida a un proceso de limpieza mecánico con rejas de distintos tamaños que la liberan de los cuerpos de mayor magnitud como hojas, ramas y otros sólidos.


 Las rejas gruesas detienen los elementos de mayor tamaño arrastrados por el agua cruda, mientras que las rejas finas separan otros elementos sólidos de menor tamaño, en especial los restos vegetales. Al llegar hasta aquí, el agua ingresa una cámara de carga con 5 bombas.


 3) Predesinfección por ozono. El ozono, agregado al agua en forma de pequeñas burbujas de gas, disminuye la cantidad de algas,
bacterias y microorganismos del agua cruda.



 El agua preozonizada todavía mantiene un alto grado de sustancias en suspensión que será eliminada en los procesos posteriores.


 Esta avanzada tecnología, implementada por primera vez en Sudamérica, en la Planta Suquía, constituye uno de los principales factores de modernización integral de la producción de agua potable, permitiendo lograr mejores estándares de calidad con un método respetuoso del medio ambiente.


 4) Carbón activado. La eliminación de olores y sabores se completa con el agregado de carbón activado, un elemento de uso común en la industria alimenticia, que absorbe cualquier olor o sabor extraño. El carbón activado ya utilizado será retenido en las etapas de decantación y filtración.


 5) Clarificación. A diferencia de la planta bahiense (Patagonia) los decantadores son la estructura física más visible de la planta Suquía. Allí, con el agregado de productos químicos, coagulantes y floculantes, las partículas se unen entre sí formando otras de mayor peso, que descienden hacia el fondo de los decantadores.


 Los decantadores instalados en las plantas, denominados Pulsator son la principal innovación introducida en el sistema de potabilización. Realizan un movimiento de tipo "respiratorio" que mantiene el barro en suspensión en la parte media, y descargan el material excedente hacia las tolvas centrales que conducirán este material a la Planta de Tratamiento de Barros. El agua superficial queda clarificada y lista para la etapa de filtrado.


 Esta mejora permite acelerar el ritmo del proceso, lo que se traduce en una mejora general en la eficiencia de la producción de agua potable.


 6) Filtración. El agua continúa su curso a través de filtros de arena que eliminan completamente las últimas partículas de turbiedad. Estos filtros son monitoreados en forma constante y lavados varias veces al día, haciendo fluir agua y aire en sentido contrario al sentido normal de funcionamiento.


 Esto provoca una fricción entre los granos de arena para separar la suciedad retenidas en su superficie.


 7) Desinfección. Después del filtrado se realiza la desinfección con cloro para asegurar que el agua sea microbiológicamente inocua. El cloro residual libre garantiza la desinfección a lo largo del sistema de distribución.


 8) Nivelación de acidez (PH). En esta etapa se corrige el grado de acidez de la misma mediante el agregado de cal. Este paso también es conocido como "alcanización" y cumple con la función de corregir la acidez generada durante la coagulación.


 9) Depósitos de reserva. El agua producida, apta para el consumo, se almacena en las reservas, donde se renueva de forma constante y desde donde es conducida a la red de distribución troncal y domiciliaria.