Asaltan a dos personas en un negocio del barrio Ricchieri

Redacción de La Nueva.

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Un delincuente asaltó una despensa del barrio Ricchieri, donde amenazó al dueño y a una clienta para apoderarse de 4.000 pesos y teléfonos celulares.

El hecho se produjo alrededor de las 21.30 del martes, en el negocio de Fabián González 735.

“Estaba solo en el local, porque mi madre se había retirado a hacer algunas cosas. Había estado una chica que me pidió que le preparara mercadería y cuando se retiró ingresó este individuo, que estaba armado y me amenazó”, explicó el propietario de la despensa, quien prefirió no identificarse por cuestiones de seguridad.

Dijo que en ese momento llegó al comercio otra mujer, la que fue amenazada por el delincuente.

“Tomó a la chica como una especie de rehén. El muchacho tenía colocado un pasamontañas y me pedía la plata. Me decía: 'dale porque la quemo'”.

Admitió el hombre que el atraco duró unos cinco minutos, durante los cuales el delincuente tomó un bolso de su madre y comenzó a guardar algunas cosas.

En esas circunstancias, según dijo el damnificado, se apoderó de 4.000 pesos en efectivo, algunos celulares y documentación personal.

“La chica estaba muy nerviosa y yo también, porque no sabía cómo podría reaccionar”, mencionó.

El hombre sostuvo que al advertir que el ladrón se había retirado del comercio salió en su búsqueda.

“Le dije a la chica que se quedara quieta y cuando me asomé advertí que (el malviviente) había subido a una bicicleta que estaba a unos quince metros del negocio”.

Explicó luego que siguió al ladrón, quien lo apuntaba con el arma.

“En ese momento uno no toma conciencia de lo que hace. A mitad de cuadra lo alcancé y le pegué una patada en la rueda trasera de la bicicleta, entonces perdió la estabilidad y cayó”.

Según el vocero, se produjo un forcejeo, en el que el desconocido dejó el bolso que había sustraído y el rodado en el que se movilizaba, para luego escapar corriendo con rumbo desconocido.

“Pensé que había logrado recuperar todo, entonces no me preocupé en seguirlo. Luego comprobé que sólo encontré una parte, el resto se lo llevó. La bicicleta quedó ahí y se la llevó la policía”.

El damnificado señaló que el de anteanoche es el primer robo que sufre en poco más de dos años de actividad comercial en el lugar.

Por último, admitió que toma ciertos recaudos para evitar este tipo de hechos.

“De noche, por ejemplo, atiendo a través de una reja y si es una persona conocida le abro para que entre. Acá se dieron una serie de coincidencias que permitieron que ingresara y robara”, expresó el comerciante.