Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Treinta años al violador de Ana Paula y de otra joven de 28 años

Se trata de la tercera sentencia más dura en la historia judicial bahiense. El imputado es Juan Martín Ferreyra, un violador que ya contaba con antecedentes. Sorprendía a sus víctimas y las llevaba a un descampado. Gerardo Monforte / gmonforte@lanueva.com

A las 16.30 del 5 de agosto de 2013 una joven de 28 años (de quien no trascendió su identidad) fue interceptada en Tucumán y avenida La Plata.

Mediante engaños y amejazas con un elemento que ella identificó como un arma de fuego, un desconocido, Juan Martín Ferreyra, de 43 años, la condujo hasta el Camino Sesquicentenario.

Luego, ambos ingresaron en un descampado donde su atacante la tomó del cuello, la obligó a acostarse en el suelo y la retuvo contra su voluntad en el lugar hasta las 20.

Durante esas terribles tres horas y media, el delincuente la violó en dos oportunidades sin protección y eyaculó dentro de ella. Pero la pesadilla no terminó en ese momento.

A posteriori intentó violar a la joven por tercera vez mientras caminaban a la vera de la ruta 3, pero ella pudo escapar y pedir ayuda en una estación de servicio.

Esto fue parte de lo que ayer los jueces Claudia Fortunatti, María Eloísa Errea de Watkins (presidenta del tribunal) y Eugenio Casas consideraron acreditado y por lo cual condenaron a Ferreyra a 30 años de prisión, la tercera condena más dura de la historia judicial bahiense.

El caso de Ana Paula

Los magistrados también dieron como probado que alrededor de las 23.30 del 15 de octubre de 2013, Ana Paula de Haxthausen fue abordada en Zelarrayán al 1000 por un individuo que por medio de engaños y amenazas con lo que la damnificada dijo ser un arma de fuego, la condujo por avenida Alem hasta el Camino Sesquicentenario, donde la tomó del rostro, la besó a la fuerza, le practicó sexo oral, la accedió carnalmente por vía vaginal en dos ocasiones sin protección y eyaculó dentro de ella.

Posteriormente, la ató con los cordones de las zapatillas reteniéndola en el lugar contra su voluntad y la obligó a caminar hacia otro sector, donde ya de día el sujeto la violó dos veces más sin usar profiláctico, según se indica en el extracto resolutivo del veredicto condenatorio.

El fallo

Frente a esto, el Tribunal en lo Criminal Nº 2 halló a Ferreyra autor penalmente responsable de “abuso sexual con acceso carnal reiterado (seis hechos) y privación ilegal de la libertad agravada reiterada (dos hechos) en concurso real de delitos”, así como entendió que no concurren eximentes ni atenuantes de responsabilidad.

Los doctores Fortunatti, Errea de Watkins y Casas computaron como agravantes los antecedentes penales de Ferreyra, a raíz de otra causa por violación, delito por el que fue condenado a ocho años y medio de prisión; la alta peligrosidad del acusado para sí y para terceros; y la modalidad de la acción “al valerse para lograr su cometido de torturas físicas y psicológicas a sus víctimas”.

Habló la primera víctima

“Fue bastante duro este proceso y ahora que se terminó todo siento una mezcla de alivio con nervios; nada del otro mundo. Supongo que estoy conforme con la sentencia que le impusieron, teniendo en cuenta la edad que va a tener cuando salga de la cárcel, si es que llega a esa edad. Todo lo que se tuvo que decir ya se dijo”.

Con gran entereza realizó esta declaración la joven de 28 años víctima de abusos sexuales, después de que el Tribunal en lo Criminal Nº 2 sentenciara a 30 años de prisión a Juan Martín Ferreyra, al hallarlo culpable de privar de la libertad y violar reiteradamente a ella y a Ana Paula de Haxthausen.

“Espero que ahora mi vida siga siendo la misma de antes y supongo que va a transcurrir de manera normal”, concluyó la damnificada afuera del Palacio de Justicia bahiense.