Cuando todo lo que se origina en el gluten produce un malestar

Redacción de La Nueva.

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David Roldán

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En la actualidad la celiaquía es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en Argentina.

Los números son evidentes, pues hay más de 400 mil diagnosticados y cada vez son más a quienes se les detecta la enfermedad.

En los niños, las estadísticas oficiales llegan a 1 caso cada 79.

Si bien es cada vez más común que personas adultas identifiquen su cuadro, por cada persona diagnosticada hay ocho que todavía no lo saben.

La gran difusión que tiene la celiaquía en todos los ámbitos en estos momentos ha permitido que la sociedad esté más alerta e informada sobre esta enfermedad, lo que posibilita que cada vez más personas lleguen a un diagnóstico certero cada año.

La celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (TACC) y productos derivados de esos cuatro cereales.

"El diagnóstico puede confirmarse en cualquier momento de la vida, desde la lactancia hasta la adultez y tiene mayor predisposición a ser celíacas las personas con algún antecedente familiar que ya padezca esta intolerancia", aseguran desde la Asociación Celíaca Argentina.

Está comprobado que la incidencia es mayor en mujeres que en varones y, al existir predisposición genética a padecerla, cuando un paciente confirma ese diagnóstico, se suele indagar en el resto de los miembros del grupo familiar, ya que es algo que suele heredarse.

Entonces, lo que sigue a un diagnóstico de celiaquía es una modificación en el tipo de consumo en el hogar.

"Hay que aprender a desarrollar la paciencia y hacer docencia cuando vamos a comer a un sitio en que se ignoran cuestiones como la contaminación cruzada", admiten desde la Asociación.

Acotan que la tolerancia es fundamental para convivir con esta intolerancia al gluten.

De todas maneras, los productos con TACC no sólo se ingieren en la alimentación, sino también a través de los productos de higiene personal y corporal.

Esto se debe a que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene una gran capacidad de absorción.

El gluten en la cosmética se absorbe a través de la piel y el paciente lo consume por esta vía, muchas veces sin saberlo.

Esto en algunos casos de celiaquía muy avanzada puede provocar irritaciones en la piel, acuerdan distintos dermatólogos.

Lo síntomas de la celiaquía son muy variados y no siempre se los asocia directamente con la enfermedad.

Además de los típicos (diarrea crónica, la distensión abdominal, pérdida de peso y desnutrición) que son más frecuentes en los niños, existen otros que también pueden dar indicio de la enfermedad, como son anemias sin otra causa, talla baja, trastornos del esmalte dental, aftas recurrentes, dermatitis herpetiforme, etc.

Por eso, cuando la enfermedad no es tratada a tiempo, puede derivar en complicaciones como osteoporosis, anemia, linfoma intestinal, déficit de crecimiento y abortos espontáneos recurrentes.

No olvidemos que si un miembro de la familia es celíaco, los parientes más cercanos (padres, hermanos, hijos) tienen mayor predisposición a padecer la enfermedad.

De ahí que se aconseje consultar al médico para realizarse los análisis correspondientes.

Aquí, la prevalencia oscila entre el 5 y el 15 por ciento.Estamos frente a una enfermedad intestinal desencadenada por la ingesta de alimentos que contienen gluten. Los niños y adultos predispuestos genéticamente padecen una reacción de autoinmunidad al contacto con el mismo, causando la atrofia de las vellosidades de la mucosa del intestino delgado, alterando la digestión y absorción de los alimentos.

Prevalencia: En la Argentina aproximadamente 1 de cada 100 personas es celíaca, con una mayor incidencia en grupos de riesgo (personas con Síndrome de Down 12%; enfermedad tiroidea autoinmune, 5%; diabetes tipo I, 10%; epilepsia con calcificaciones intracraneales, 72%, déficit de IgA, 8%.

Predisposición genética: Familiares de primer grado (padres, hermanos, hijos de un celíaco) tienen un riesgo de 1 en 10 de padecer celiaquía; de segundo grado (tíos, primos, sobrinos) tienen un riesgo de 1 en 39, en tanto que hermanos gemelos, 1 en 2.

El tratamiento exclusivo y excluyente es la dieta libre de gluten, lo que permite, de cumplirse estrictamente, una vida absolutamente normal, posibilitando una mejoría clínica objetivable en aproximadamente 15 días, una normalización de anticuerpos de 6 a 12 meses (a veces hasta 30 meses) y en niños una normalización de vellosidades en aproximadamente 2 años.

En adultos el proceso se da más lentamente y no siempre al 100 por ciento.

(*) Médico Pediatra - Colegio de Médicos, Distrito X.