Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Obra en el centro: agilizar el ritmo y liberar una calzada

Estos dos aspectos son esenciales para los comerciantes de Irigoyen, cuestiones avaladas por la Uciapa.
Desde hace casi un mes, la primera cuadra de Bernardo de Irigoyen no registra movimiento vehicular. Está cerrada desde su intersección con Humberto.

Natalia Miguel

nmiguel@lanueva.com

Los comerciantes de la primera cuadra de Bernardo de Irigoyen dejaron entrever su molestia ante el cierre total de la calle y el ritmo de la obra vinculada al shopping a cielo abierto.

En este sentido, expresaron que es poca la cantidad de personal abocada a esa tarea y por ende los trabajos no avanzan en la medida en que se esperaba.

Por otra parte, se preocuparon por la inmediatez de las fiestas navideñas y de fines de año, donde históricamente se registra el mayor movimiento comercial, y ellos tendrán su arteria sin flujo de tránsito y con escasas visitas de peatones, tal como se ha visto en las últimas semanas.

Al respecto, el empresario Genaro García, uno de los máximos referentes de la Unión del Comercio, la Industria y el Agro de Punta Alta, dijo que en principio la empresa se había comprometido a trabajar sobre uno de los lados y permitir el tránsito por la otra mitad de la calzada, y viceversa a medida que se desarrollaba la labor.

"Esto se había convenido. Seguramente además habrá surgido algún tipo de imprevisto, como ocurre en cualquier obra, sumado al mal tiempo que impidió una tarea continua. Esa es la realidad. Estamos con muchas cosas juntas. Absa por un lado, Telefónica con el reemplazo de la fibra óptica. Parece que hubiesen entrado un grupo de topos y están levantando toda la ciudad".

En tal caso, añadió que "las obras son imprescindibles en muchos casos y es entendible la postura de los comercios porque de alguna manera nos paraliza el nivel de actividad. Una calle cerrada significa menos tránsito, no sólo de autos sino también de personas".

"Esperamos que se pueda resolver y no se entorpezca el tránsito habitual, que al menos quede una mano libre y se haga más rápidamente. Coincido con los comercios afectados teniendo en cuenta las caídas de las ventas y sobre todo en las vísperas de las fiestas donde esa realidad se podría modificar. Estamos todos esperando ansiosos las ventas de Navidad. Y por eso entiendo que esta situación genera mucho malestar".

Comentó que los resultados de un centro comercial a cielo abierto son muy buenos para los negocios, con el aumento de las ventas, y también para los habitantes de la ciudad, tal los datos que recogió la gremial empresaria.

"También la experiencia de otras localidades nos muestra la incomodidad y preocupación para poder ingresar mercadería. Si tenemos la calle 'patas para arriba', lógicamente ello se va a entorpecer y habrá dificultades sustanciales, más allá de que hay menor cantidad de peatones que hacen que las ventas disminuyan".

"El entusiasmo sobre la modificación del centro, que nos parecía una obra de importancia y modernidad para la ciudad, también genera inconvenientes, pero pensamos que se podrán resolver si se responde en tiempos más cortos con la obra, se libera una mano para el tránsito y también se tiene un poco de paciencia y buena voluntad por parte de los comerciantes, sabiendo que es un trabajo que no se hace de un día para otro", dijo García.

Concretamente sobre el tema de las ventas en todo el sector minorista, indicó que el año fue muy irregular en casi todos los rubros.

"Se repitió lo que sucede en otras ciudades. Hubo días y semanas con un nivel de actividad bastante interesante, y de repente en otra semana 'se pincha' y no entra nadie a los comercios. En forma particular en Punta Alta hubo escasez en septiembre, octubre y noviembre".

En su análisis, expresó que cuando empezaron a llegar a los domicilios las facturas de luz y gas, y sobre todo de éste último servicio con montos de 8, 10 y 15 mil pesos, la gente cambió su compartamiento respecto a las compras que hacía otros años.

"Directamente la gente desapareció del consumo. Y claro, si suman el gas, el agua, la luz, se llega a equiparar en muchos casos los ingresos, en concepto de sueldos, de las personas. En algunos hogares hay dos salarios, pero si no es así la verdad es que están en dificultades".

"Conozco un caso de un familiar, con un casa normal, nada de otro mundo, donde recibió una factura de gas de 11 mil pesos. En un ingreso de 20 mil pesos, esa cifra de un solo servicio es importante. A ello hay que sumarle las facturas del agua y la energía, amén de lo que todavía subirá. Ya están anunciando un aumento de gas del 40% y de energía de entre el 17 y el 20%. Entonces las remuneraciones mensuales no se movieron y esto perjudica directamente las ventas, que se ven relegadas. La gente se asusta y tiene que hacer un ahorro para pagar las facturas".