Un largo paseo bajo techo

David Roldán

droldan@lanueva.com

Acaso no exista mejor demostración de cómo el consumo se ha hecho cargo de gran parte de la humanidad que los shoppings.

Allí donde se exhibe todo tipo de artículos y se halla un lugar adecuado para un paseo en cualquier momento del día y del año, sin que nos demos cuenta qué está pasando afuera con el clima.

Lo cierto es que de aquellos primeros modelos, que parecían atrevidos, se ha pasado a gigantescos malls, donde no solo se observan artículos de uso cotidiano, sino que se encuentra el aditamento de muchísimos entretenimientos para todos y cada uno de los visitantes.

Como el de Dubái, que hasta cuenta con una pista de patinaje, junto al edificio más alto del globo.

O el Persian Gulf Complex, en Shiraz, Irán, que muestra el centro más grande del mundo en materia de tiendas --2.500--, piscinas, parques de diversiones, helipuerto y hotel.

O, también, el New South China Mall, en Dongguan, China, con 600.000 metros cuadrados bajo techo, aunque casi vacío, porque se halla muy lejos de la gente.

Shoppings que crecen y se multiplican en todas partes y dan otra oportunidad para juntar recuerdos de viaje a aquellos que prefieren las ciudades antes que la naturaleza...