Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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La debida paridad

Escribe Karina Banfi
La debida paridad. Notas y comentarios. La Nueva. Bahía Blanca

La paridad en la representación política es en beneficio de todos: hombres y mujeres. Es obsoleto pensar que se trata de una problemática que solo se circunscribe al género femenino. La igualdad nos hace una sociedad mejor.

Por eso lo expresa nuestra Constitución Nacional en su artículo 37: “La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral”.

La Argentina tiene una tradición de participación de las mujeres en la política. Fue pionera en el mundo en el establecimiento de cupos electorales, un paso necesario y efectivo, pero insuficiente. 

Tenemos que alcanzar una paridad real. Es la única expresión real de la igualdad. Con el cupo del 30% como establece la legislación actual sigue siendo una mayoría amplia de hombres la que decide sobre las candidaturas femeninas.

Con la paridad, las mujeres están en pie de igualdad para influir en la conformación de las listas, de las autoridades legislativas y de toda posición de poder que implique el refrendo legislativo.

La paridad implica que las listas estén integradas por igual número de hombres y mujeres y que cualquiera de ellos pueda ocupar el primer lugar.  Que, además, los candidatos estén ubicados en forma alternada y secuencial. Es decir; uno a uno por género, para garantizar la paridad cualquiera sea el resultado electoral.

En el Congreso de la Nación, mujeres de todos los partidos comenzamos el movimiento hacia una legislación que garantice esta igualdad.

Pero, aún mejor, hoy son hombres y mujeres que comparten este ideal y lo impulsan juntos en el marco de la reforma política.

Desde el radicalismo tenemos un doble compromiso: por un lado porque la Unión Civica Radical sostiene el imperativo histórico de la Ley 24.012, sancionada en 1991, que estableció el cupo femenino.

Desde entonces asistimos a un claro incremento de la participación de las mujeres en las instituciones de la democracia. El Comité Nacional de la UCR y sus máximas autoridades han asumido un compromiso público para lograr este objetivo.

En el contexto de estos grandes avances, la paridad es una deuda no solo con las mujeres, sino con la sociedad y con la democracia. Mujeres y varones estamos trabajando juntos para que sea una realidad.

Cada vez que se amplían derechos y se reparan deudas históricas con sectores postergados, aparecen debates sociales que merecen realizarse. Démoslos con alegría, y que nada nos detenga en el camino de ser todos igualmente responsables por el destino de nuestro país.