Del dicho al hecho, poco trecho

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Se puede discrepar y hasta combatir las medidas adoptadas por el presidente Macri, pero lo que no se puede ignorar es que todas ellas habían sido preanunciadas durante la campaña electoral. Es decir, se cuestiona a Macri por hacer lo que dijo que iba a hacer y para lo cual lo avaló más de la mitad de la ciudadanía.

Tan adeptos son muchos a incumplir la palabra empeñada que cuando uno la cumple, llama la atención que lo haga. Pasa entonces que a Macri se lo cuestiona por hacer lo que dijo que iba a hacer, lo cual no deja de ser curioso.

Y la mayor parte de las medidas adoptadas tienen que ver con modificar situaciones preexistentes que son producto de medidas tomadas durante el gobierno peronista previo, se trata de la implementación de nuevas líneas gubernamentales que den soluciones a problemas previos.

No se trata de la construcción de un nuevo país, sino de la reconstrucción del país preexistente.

Resulta paradójico que muchos de quienes se quejan defendían hasta hace escasos dos meses el derecho del gobierno a llevar adelante su política y sus propuestas, y cuando Macri sigue esa senda se lo cuestiona.

Cierto es que muchas de las normas son cuestionadas por las formas en que se adoptaron, y frente a ello el Gobierno tiene su cuota de responsabilidad.

Al decidir no convocar a sesiones extraordinarias durante casi dos meses, optó por gobernar apelando a los decretos y es una forma bastante resistida en ciertos círculos formadores de opinión.

Tiene por delante el Gobierno entonces, en los próximos 45 días, un desafío mayor aún. Tras el inicio del período de sesiones ordinarias, y con una sensible minoría en el Senado de la Nación y una reciente, pero exigua, primera minoría en la Cámara baja tras la constitución del interbloque de la UCR, PRO y CC, deberá consensuar con diferentes actores del acontecer político nacional las políticas a implementar.

La fractura del bloque del Frente para la Victoria y la enorme cantidad de pequeños bloques (el Senado nacional lo conforman 72 senadores y hay 18 bloques, 3 de ellos conformados por 2 legisladores y 12 monobloques; mientras que la Cámara de Diputados la conforman 257 diputados y hay 31 bloques, 4 de ellos conformados por 3 legisladores, 4 por 2 legisladores y 15 monobloques) da al oficialismo posibilidad de establecer circunstanciales acuerdos que le permitan navegar de manera tranquila las aguas parlamentarias, y esto ya se puso de manifiesto por ejemplo cuando con el apoyo del Frente Renovador y Bloque Justicialista de San Luis, Cambiemos obtuvo dictámenes favorables para la primera tanda de DNUs firmados por el Presidente Macri.

No sólo hay nuevas autoridades desde el 10 de diciembre pasado, también hay una nueva manera de proceder cumpliendo con la palabra empeñada y una nueva forma de gobernar escuchando a quienes no piensan como uno… sólo basta que como ciudadanos estemos a la altura del momento histórico.