Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Israel activó su defensa aérea y respondió al ataque de Irán

La contraofensiva se centró en blancos militares de Isfahán, la tercera ciudad iraní, donde también hay sitios nucleares.

Irán lanzó una ofensiva con docenas de drones y misiles contra Israel el sábado. Israel tomó represalias.

Israel atacó a Irán este viernes por la mañana en represalia por la ofensiva con misiles balísticos y drones que Teherán lanzó el sábado pasado en su primer bombardeo directo en territorio israelí. La información fue adelantada por la cadena norteamericana ABC News y luego confirmada por medios iraníes y por funcionarios israelíes y norteamericanos. Pese a los temores a una mayor escalada en la región, Teherán minimizó el incidente e indicó que no tenía planes de represalias.

El blanco de la ofensiva aérea —el primer ataque directo y abierto de Israel a Irán— fue la ciudad de Isfahán, que alberga una base militar y sitios del programa nuclear iraní. De acuerdo con fuentes del gobierno de Estados Unidos, no había objetivos civiles ni tampoco nucleares entre los lugares atacados.

Los objetivos limitados del ataque y la silenciosa respuesta de Irán parecieron indicar un esfuerzo exitoso por parte de los diplomáticos que han estado trabajando día y noche para evitar una guerra total desde un ataque iraní con drones y misiles contra Israel el sábado pasado.

Los medios y funcionarios iraníes describieron una pequeña cantidad de explosiones, que, según dijeron, fueron el resultado de que las defensas aéreas de Irán impactaron contra tres drones sobre la ciudad de Isfahán. En particular, se refirieron al incidente como un ataque de “infiltrados”, más que de Israel, obviando la necesidad de represalias.

En esa línea, un funcionario iraní dijo a la agencia Reuters que no había planes de responder contra Israel por el incidente. “La fuente extranjera del incidente no ha sido confirmada. No hemos recibido ningún ataque externo y la discusión se inclina más hacia la infiltración que hacia el ataque”, dijo el funcionario.

La Agencia Internacional de Energía Atómica aseguró que no hubo daños en centrales nucleares. La institución internacional que dirige el argentino Rafael Grossi corroboró que el ataque israelí no produjo ningún inconveniente en centrales nucleares iraníes. Grossi pidió “moderación extrema a todos” y reiteró que “las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en conflictos militares”, según el comunicado que divulgó la agencia internacional.

A pesar de la presión occidental para que no tomara represalias contra Irán, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, había advertido este miércoles que su país respondería al ataque, pero el gabinete de guerra israelí se debatía en “cuándo y cómo” ejecutar el contrataque. La escalada pone al mundo en vilo ante la posibilidad de que las dos mayores potencias militares de Medio Oriente se embarquen en una guerra de seguro impacto global.

Por su parte, Irán declaró el miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Israel debía “verse obligado a poner fin a cualquier nueva aventura militar” contra sus intereses, mientras el secretario general de la ONU advertía de que Oriente Medio se encontraba en un “momento de máximo peligro”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Por otro lado, varios vuelos fueron desviados sobre el espacio aéreo iraní, informó la CNN. Los sistemas que rastrean vuelos comerciales, además, dieron cuenta de aviones de varias aerolíneas que cancelaron su paso por cielo iraní. Los vuelos comenzaron a ser reanudados en el aeropuerto de Mehrabad y en el aeropuerto internacional Imam Khomeini, los dos principales aeropuertos de la capital de Irán, Teherán, después de haber sido suspendidos en la mañana de este viernes (hora iraní).

El sábado pasado, Irán lanzó cientos de aviones no tripulados y misiles en represalia por un supuesto ataque israelí contra su sede diplomática en Damasco. La mayoría de ellos fueron derribados antes de alcanzar territorio israelí por aviones israelíes, con el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Jordania. En Israel, las sofisticadas defensas antiaéreas se encargaron de la mayoría del resto de los proyectiles; solo el 1% impactó en sus objetivos.

Desde ese momento, Israel se debatía sobre cómo responder, pese a la presión de Estados Unidos y otros aliados occidentales, que instaban al gobierno de Netanyahu a “tomar la victoria” de haber repelido por completo el ataque. Estados Unidos, aliado histórico y estratégico de Israel, había incluso sugerido que no apoyaría un bombardeo israelí sobre Irán.

Irán declaró el jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Israel debía “verse obligado a poner fin a cualquier nueva aventura militar contra nuestros intereses”. El canciller iraní, Hussein Amir-Abdollahian, había advertido, horas antes del bombardeo israelí, que su país reaccionaría con “el máximo e inmediato nivel” en caso de ser atacado.

“Exigimos que Irán y sus aliados cesen sus ataques y estamos listos para tomar nuevas medidas ahora, en caso de nuevas iniciativas de desestabilización”, indicó en un comunicado el G-7, integrado por Estados unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón. (La Nación)