(No) Empiezan las clases

Redacción de La Nueva.

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Marzo es el mes de las “blancas palomitas”, una expresión que se hizo popular en las primeras décadas del siglo XX para graficar el comienzo de las clases de la escuela primaria, igualados todos sus alumnos mediante el uso de los tradicionales guardapolvos.

Sin embargo, como viene sucediendo desde hace quizás demasiados años, las clases comenzarán con las aulas vacías, a partir de es un paro de la Confederación de Trabajadores de la Educación, CTERA.

Una vez más, como suele graficarse este tipo de medida, los estudiantes queda como rehenes de una situación en la que nada tienen que ver, la educación empieza a tener sus afectaciones y comienza un conflicto que tienen funestas consecuencias.

Las causas del paro nacional tienen que ver con las postergaciones para actualizar el salario mínimo, la decisión del Gobierno nacional de eliminar el Fondo Nacional de Incentivo Docente y el Fondo de Compensación Salarial.

Esto, en medio de un escenario de inflación que no se detiene --diciembre (25,5%), enero (20,6%)--  y el presupuesto educativo nacional congelado en los valores de 2023.

La disputa entre el presidente Javier Milei y los gobernadores involucrará ahora no solo a los docentes que pueden ver recortados sus sueldos (las provincias no puedan asumir los fondos nacionales con recursos propios), sino también a los millones de chicos que debían volver a las escuelas estatales.

El inicio del ciclo lectivo está previsto para el lunes 26 en 8 jurisdicciones. En cinco de ellas –CABA, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe– los gremios docentes anunciaron que se sumarán al paro, lo que afectará el comienzo de clases en las escuelas estatales.

Es realmente triste, doloroso y lamentable que una vez más la educación sufra este tipo de situaciones. Que el tema salarial vuelva a ser el centro de todas las discusiones y termine postergando cualquier discusión sobre temas mucho más delicados como son los contenidos, las formas, los programas, los esquemas de enseñanza.

El lunes empiezan las clases debiera ser el título de los medios. Miles de chicos saben que se quedarán en sus casas. El país sigue sumando décadas tropezando siempre con la misma piedra.