Por lo más delgado: la disputa Nación-Provincias la paga el contribuyente

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

Licenciado en Economía por la UNS y periodista económico con 16 años de trayectoria en La Nueva. A la largo de su recorrido profesional, se ha especializado en el seguimiento de los grandes problemas de la economía argentina y sus posibles implicancias para la bahiense, con una mirada local.
También se desempeña como profesor de los niveles secundario, formación profesional y terciario en Economía Política, Administración y Contabilidad.

Urgida de fondos para atender un Presupuesto que se gasta en más del 70 por ciento en salarios, jubilaciones e intereses de la deuda, a lo que se suma un histórico atraso en lo que refiere a el envío de fondos coparticipados por parte de Nación, la Provincia aumentó los impuestos Inmobiliario y Automotor en porcentajes que pueden llegar a superar el 200%.

Incluso, en el caso de los vehículos que pagan patente en la Provincia, los incrementos serían del 288%, producto de que el gobierno de Axel Kicillof eliminó las bonificaciones del 20% por pago en término, de acuerdo con lo publicado por medios capitalinos.

Por el lado del impuesto Inmobiliario, arranca con subas del 140 por ciento y tiene un tope del 200%, los que evolucionan de acuerdo con la valuación fiscal del inmueble, con alícuotas progresivas, de modo que cuando mayor sea la valuación fiscal, mayor es la alícuota del impuesto a abonar, algo que también pegará muy duro en el bolsillo de los bonaerenses.

La existencia de un gasto muy rígido a la baja, ya que más del 70 por ciento del Presupuesto provincial se destina al pago de salarios, jubilaciones e intereses de la deuda, a lo que se suma un histórico reclamo por el retraso de los fondos coparticipados, obliga tanto a Buenos Aires como al resto de las provincias argentinas a subir impuestos, una reacción clásica cada vez que ocurren conflictos entre Nación y Provincias por el reparto del dinero de los impuestos nacionales.

De hecho, allá por 2021, en otra disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Alberto Fernández (por entonces, jefe de Gobierno con ambiciones presidenciales y presidente) por el recorte de la coparticipación a CABA, se decidió aplicar el impuesto a los Ingresos Brutos por las Letras de Liquidez (Leliqs) que suscribían los bancos y emitía el BCRA (la alícuota es del 8% porque el tributo no se eliminó pese a los fallos adversos), la que también se aplica a otros servicios de intermediación financiera.

Lo urgente sobre lo importante

CABA y Buenos Aires comparten el "privilegio", junto con Santa Fe, Córdoba y Mendoza, de ser una de las cinco provincias argentinas con la menor coparticipación por habitante.

Así, la PBA figura en el lugar 23 del ránking entre las menos favorecidas, ya que cada bonaerense recibió 229.012 pesos en 2023, cifra que está en un 47% por debajo de la media nacional, de acuerdo con un informe de la ASAP, la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

En contraposición, Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa recibieron más de $ 800.000 por habitante, casi triplicando la asignación promedio de todo el país.

La raíz del problema radica en que pese al paso de los años y los gobiernos, desde el año 1996 que sigue pendiente la creación de una nueva Ley de Coparticipación Federal de impuestos que dé fin a este tipo de recurrentes disputas que, al final de todo, perjudican a los contribuyentes.