Cuidar “Bahía Blanca”

Redacción de La Nueva.

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En un proceso institucional de enfrentamientos y rupturas con matices irreconciliables, como el que viene sufriendo la Argentina desde hace años, la sociedad se encuentra ahora, terminada la etapa de definiciones de candidatos, al borde de presenciar una batalla electoral que se prevé brutal. Este escenario, vanamente justificado en ideologías, no hará más que sumar problemas. Lamentablemente, será difícil que la grieta no se profundice durante los próximos meses.

Ahora bien, en el pago chico hay alternativas. Aquí en Bahía Blanca es posible, por diversos motivos de cercanía y tradición, llegar a acuerdos de convivencia incluso en el fragor de la lucha por los votos. Por empezar, los candidatos deberían acordar una campaña propositiva, lejos de ataques personales que siempre resultan cortoplacistas e inconducentes para la sociedad.

Porque abandonar a nivel local el plano de las propuestas y el diálogo para copiar las formas sangrientas de la política nacional tendrá dos consecuencias nefastas. Por un lado, aumentar el hastío de la gente en relación con la política y, paso seguido, en las instituciones. Pero, sobre todo, horadar  la imagen de una ciudad seria, previsible y ordenada que invita a invertir en ella. Cuidar la marca Bahía Blanca debe ser la principal responsabilidad de nuestros políticos y referentes, incluso -o sobre todo- cuando se encuentran en campaña.