La PBA, ante un cambio de paradigma económico

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

A la compleja coyuntura económica social se le suma un cambio de paradigma político frente a las primeras decisiones de ajuste del gasto público que planteó el presidente electo Javier Milei. En lo inmediato, y en plena transición, el escenario es complejo tanto para la Provincia como los municipios bonaerenses, ante la incertidumbre económica y la quita de fondos anunciada por el próximo jefe de Estado.

Las preocupaciones son unas cuantas: la transferencia de fondos que haga -o no- Milei cuando empiece a manejar la botonera de la Casa Rosada, la coparticipación de recursos y muy especialmente, “tener a rienda corta” la obra pública vigente.

En ese contexto, el gobernador Axel Kicillof decidió recalcular la estrategia política frente a la nueva era que le tocará enfrentar con la presunción de que será escasa la cooperación de Milei con la Provincia.

Por eso, agotó varios días de largas negociaciones sobre las diagonales, buscando atar acuerdos parlamentarios casi en una suerte de pacto de gobernabilidad con intendentes radicales y otros actores de Juntos por el Cambio.

El efecto “motosierra” todavía no arrancó pero ya mete presión. Previsor de esta situación, Kicillof pidió un permiso de endeudamiento por el equivalente a 150 millones de dólares en pesos, que la Legislatura bonaerense debía refrendar días atrás pero no pudo llegar a un acuerdo.

Ahora, ya en extraordinarias, los legisladores deberán volver a juntarse para ver si finalmente aprueban el pedido del gobernador, quien en principio busca es un poco de aire para los primeros meses del año que viene y así intentar sostener la inversión pública, entre otras cosas, para no depender exclusivamente de la voluntad del libertario.

El problema de Buenos Aires como del resto de las provincias es su dependencia de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), fondos que la administración central reparte en forma discrecional.

Pero, a diferencia de los otros distritos, Buenos Aires tiene argumentos para levantar la voz en reclamo de esos fondos, en parte por el recorte de puntos de coparticipación que sufrió en la década del 80 (y que nunca recuperó), y porque alberga casi la mitad de la población, el grueso de la pobreza, y aporta casi la mitad de la riqueza al tesoro nacional.

¿Será el momento de que todo el arco político se junte en un mismo reclamo histórico que le devuelva a la provincia lo que le corresponde? Veremos.

Por lo pronto, la foto nacional del ministro de Economía, Sergio Massa, le aportó cierto alivió a Kicillof y a los demás gobernadores, cuando garantizó los recursos necesarios para el pago de salarios correspondientes a diciembre y los respectivos aguinaldos.

En paralelo, la oposición bonaerense discute la decisión de aprobarle o no el endeudamiento a Kicillof. Por un lado, necesitan los fondos para que los municipios pasen un verano más holgado, y algunas obras esenciales.  Pero, al mismo tiempo, algunos que hacen lectura política, saben que en esto comienza a jugarse el rol que tendrán desde ahora frente al Gobierno bonaerense.

Observando la película nacional hoy Juntos se debate acerca de si va a ser una oposición responsable, o va a prestar colaboración con la gestión Milei, según las posturas repartidas entre los sectores macristas y los más moderados.

En la Provincia esta idea no está tan clara, y por eso muchas decisiones se decantarán cuando se aclare el panorama en la Casa Rosada y en el Congreso Nacional.

Dentro de JxC, quienes se están moviendo pensando en eso son los radicales. Actualmente parece una quimera que los bloques bonaerenses de la Legislatura sigan juntos, y lo que aparece como más viable serían bloques separados que funcionen como interbloque. Con ese panorama desde el radicalismo ya comenzaron a darle forma a sus futuras bancadas en ambas cámaras.

El mandamás de la UCR, Maximiliano Abad, no quiere perder los espacios de poder que supo construir en estos años y pretende retener para su espacio los bloques, y después ver cómo avanzar en un armado “más general” con el resto de los socios de JxC.   

Ya habría nombres sobre la mesa y tendría el número necesario para ratificarlo. Pero, en ese caso también depende de la rosca nacional, y de cómo se definan el Congreso y los espacios en el Comité Nacional. Hoy todos están mirando el 2025 y cómo posicionarse de cara a las próximas elecciones, con un nuevo elemento que avisó querrá jugar fuerte: Facundo Manes. La decisión del neurocientífico, y de cómo arregle con el resto de los espacios impactará de lleno en el tablero bonaerense.

Aquellos conocedores de la dinámica legislativa saben que durante el último bimestre del calendario anual, los senadores y diputados amortizan mayor protagonismo político y mediático a partir del debate por el Presupuesto Bonaerense y la ley Fiscal Impositiva. Claro que, para eso, el gobernador necesita de la buena voluntad de la oposición.

Ambos proyectos del Ejecutivo recién entrarán en debate parlamentario después del domingo 10 del último mes del año con la “nueva legislatura”. Es decir, una vez que los senadores y diputados electos hayan celebrado la sesión preparatoria donde reciben diplomas y prestan juramento protocolar.

“Aún cuando Milei ponga en marcha la motosierra del ajuste del gasto público, Kicillof pretende mantener el ritmo de obra pública y ese es un dato positivo. Difícil pero no por eso improbable”, apuntó un parlamentario que tiene línea directa con el oficialismo.

Desde el unibloque de La Libertad Avanza (LLA) ya anticiparon su rechazo al proyecto de endeudamiento si no viene acompañado con un Presupuesto 2024 que tienda a achicar el gasto público en la Provincia.