Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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Midiendo el impacto de los anuncios económicos

La columna semanal de nuestro corresponsal en la capital de la provincia.

Con el horizonte nacional todavía en una “zona gris” pero con las primeras medidas económicas del gobierno libertario de Javier Milei, algunas incógnitas políticas comienzan a despejarse, y el escenario a mostrar los primeros reacomodamientos en un momento complejo.

Por lo pronto, en la provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof ya mostró los dientes ante la Asamblea Legislativa apenas asumió su segundo mandato bonaerense, con una postura de “clara diferenciación” con el gobierno nacional, presumiendo de esa manera un rol protagónico dentro del armado opositor desde el peronismo kirchnerista.

Sabe el gobernador que es una jugada riesgosa porque la Provincia necesita de la Casa Rosada, pero también sabe que políticamente está en un contexto donde puede pelear la centralidad del poder en una hipotética proyección nacional hacia 2027.

De algún modo buscará así romper con la llamada “maldición de Alsina”, por la cual ningún gobernador bonaerense pudo acceder a la Presidencia de la Nación luego de pasar por la Gobernación de calle 6.

Kicillof sabe que hoy no es necesario subirse a un escenario de confrontación directa con el Presidente. Necesita abrir un canal de diálogo institucional, más allá de que no comparta ni la ideología liberal ni el programa de ajuste económico de Milei.  

También en ámbito bonaerense la oposición de Juntos por el Cambio comenzó su propio reacomodamiento y mostró las cartas de lo que será el año político legislativo.

Como se preveía, finalmente el bloque de JxC ya no va a existir más como tal y funcionará con bloques por cada uno de los partidos integrantes de la fuerza: la Coalición Cívica por un lado, el PRO, y los radicales–junto al GEN y sectores de cercanos a Emilio Monzó-, por el otro. 

En tanto, los libertarios que en la Provincia son oposición, no lograron unificar personería y estarían divididos en dos o tres bloques parlamentarios.

En ese contexto, seguramente la Legislatura avanzará con algunos temas pendientes, sobre todo la conformación definitiva del directorio del Banco Provincia, y algunos rumores de un pedido de endeudamiento “un poco más bajo” que el que intentó hace poco el Gobernador de hasta 150 millones de dólares en pesos.

El panorama se le presenta más que favorable a la mesa chica de Kicillof porque no tendrá que negociar con un bloque grande o mayoritario, sino que podrá apelar a dos o tres negociaciones paralelas para conseguir el número suficiente, tanto en Diputados como en el Senado antes de que suene la chicharra llamando a los legisladores a sentarse en sus bancas.

“Una vez que analicemos el impacto de las medidas económicas completas que defina el ministro macrista Luis Caputo -agravando los problemas existentes como la abusiva tendencia comercial hacia la remarcación de precios al consumidor y los salarios- Kicillof y su equipo de Hacienda van a calibrar las leyes del Presupuesto bonaerense y la Fiscal Impositiva para el año que se viene”, explican portavoces en las diagonales.

Los fondos que suministre Nación podrían ser  determinantes para estampar el número de suba impositiva en las boletas de impuesto Inmobiliario y Automotor, además de Ingresos Brutos en la composición del paquete tributario donde se establecen las alícuotas correspondientes a los gravámenes aplicables al 2024, según la óptica de los sabuesos de la agencia de recaudación ARBA bonaerense.

El gobernador reelecto le pidió creatividad a su gabinete militante ministerial para enfrentar el ajuste de l presidente Milei que, indefectiblemente repercutirá también en el territorio bonaerense y de ese modo “seguir honrando el compromiso asumido con el pueblo de la Provincia”.

Kicillof oxígeno su equipo de ministros con algunas caras nuevas y podría pagar políticamente en organismos de segundas líneas desde donde insinuar alguna aventura personal a futuro. 

Con la renovación ministerial, su principal funcionario de confianza, Carlos Bianco, tomará las riendas del ministerio de Gobierno para operar sobre el armado político y la relación con los intendentes, en reemplazo de Cristina Álvarez Rodríguez que se muda a la Jefatura de Asesores del Gobernador.

La incorporación de Gabriel Katopodis como ministro de Infraestructura y Servicios Públicos recoge especial relevancia pensando en una potencial carrera por la sucesión de Kicillof.  

También se agregó la exministra sciolista, Silvina Batakis en el área de Hábitat y Desarrollo Urbano, el camporista Juan Martín Mena en Justicia y Derechos Humanos; y Javier Alonso como ministro de Seguridad.

“De antemano se sabía que los libertarios y sus socios del macrismo duro no tienen ni la más mínima sensibilidad social”, reflexionan dentro de una Legislatura que políticamente arde en términos climáticos.

“Kicillof tiene una fuerte convicción de pelear por los recursos de la Provincia”, anticipó la cristinista jefa del bloque de senadores por el oficialismo gobernante, Teresa García, también cercana a la vicegobernadora Verónica Magario y al Secretario Administrativo del cuerpo, Roberto Feletti.

En el caso de la Sexta Sección ya prestaron juramento el senador bahiense Marcelo Feliú y su par camporista Ayelén Durán en representación del oficialismo provincial. Desde la oposiición, en tanto, lo hicieron la referente radical Nerina Neumann  y el vidalista Alex Campbell que ingresaron por Juntos por el Cambio, mientras que el abogado rosaleño Sergio Vargas y Silvana Ventura, representarán a La Libertad Avanza.