Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Astillero Río Santiago: denunciaron graves irregularidades durante la gestión del pringlense Héctor Scavuzzo

El actual administrador, Daniel Capdevila, solicitó que se investigue el delito de "administración fraudulenta agravada" y, en caso afirmativo, se determine quiénes fueron los culpables.

El pringlense Héctor Scavuzzo, administrador de Astillero Río Santiago durante los años en que se produjeron los presuntos ilícitos. Foto: Facebook ARS.

   El titular de Astillero Río Santiago, Daniel Capdevila, denunció ante la Justicia lo que calificó como “gravísimas maniobras” en el ente durante los dos últimos años de la gestión del pringlense Héctor Scavuzzo, en 2014 y 2015.

   El presidente del consejo de administración inició una causa penal por “administración fraudulenta agravada por ser en perjuicio de administración pública” y, sin nombrar a Scavuzzo, solicitó que “se proceda a la individualización de cada uno de los autores, coautores, partícipes necesarios, partícipes secundarios y/o encubridores” de los delitos que sean constatados.

   Según Capdevila, hubo una “administración dolosa” en el astillero, responsable de “gravísimas maniobras” y “actos administrativos irregulares”, los cuales derivaron en el desvío de “ingentes sumas de dinero en favor de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), seccional Ensenada” y de “contrataciones injustificadamente onerosas y gravosas en perjuicio de Astillero Río Santiago”.

   “Las conductas acarrearon graves perjuicios económicos, algunos claramente evidenciados, y otros que seguramente se irán descubriendo a lo largo de la instrucción”, sostuvo.

   “En tal sentido, hay indicios de la existencia de otras irregularidades tales como, vehículos utilizados a nombre de otras personas, viviendas suntuosas no acordes a ingresos, aportes de campaña a partidos políticos (en el caso al Frente para la Victoria), proveedores ligados a empleados, etc”, enumeró en su denuncia.

Astillero Río Santiago es un ente autárquico dedicado a las construcciones navales, reparaciones navales y construcciones metalmecánicas. Pertenece al Estado Provincial, y está bajo la órbita del ministerio de Producción.

   Entre las erogaciones a ATE “sin respaldo legal alguno”, Capdevila citó desembolsos por 701.920 pesos en 2014 y por 18.560.000 pesos en 2015. Según señaló, corresponden a un presunto acuerdo entre el gremio y Astilleros que no habría sido homologado por el ministerio de Trabajo.

   Estos pagos -alertó- incluso fueron objetados por el Tribunal de Cuentas.

Daniel Capdevila

   El titular de Astilleros también denunció “irregularidades en contrataciones (…) para favorecer a empresas contratistas sospechosamente vinculadas con ATE o con algunos de sus principales directivos o referentes”.

   “Es que ATE, en el período indicado, en la práctica ejercía el control del Astillero”, aseguró Capdevila.

   Según relató, a través de los exgerentes el gremio tenía el control administrativo del ente, pero además -dijo- contaba con “una fuerza de choque” que se movía libremente por el astillero y controlaba la seguridad del predio, tarea a cargo del cuñado de Octavio Flamini, mano derecha de Francisco Banegas, secretario general de ATE Seccional Ensenada.

   ATE -agregó el actual administrador del ente- controlaba además el servicio de comedor, aunque con un método peculiar: percibía “sin ningún tipo de rendición o comprobante legal” un total de 51.538.219 anuales, los que presuntamente se destinaban a la compra de alimentos, ya que el resto de los gastos los afrontaba Astilleros.

   Sin embargo -según estimaciones de Capdevila- de los 3.308 trabajadores activos apenas unos 1.200 utilizaban el comedor. Incluso señaló que se pagaba por la totalidad del plantel, cuando Astilleros tiene un promedio de ausentismo del 25%.

   “Hay casos de trabajadores que manifiestan haber solicitado no se les descuente el ítem del comedor por no sólo no usarlo a futuro, sino porque no lo han usado nunca, y dicha acción jamás se ha concretado. Todo ello es parte del sistema antes identificado que existe dentro del Astillero donde los cuadros medios que tomasen una decisión por el estilo deben enfrentarse a ATE y sufrir sus presiones e intimidaciones”, denunció Capdevila.

   El administrador también denunció el otorgamiento discrecional de una dispensa, consistente en el pago regular del salario a quien llegó a la edad jubilatoria y está tramitando los haberes correspondientes.

   “Lejos de tratarse de una situación de excepción, hoy en ese estado se encuentran 110 empleados -puntualizó-. En dicho mecanismo se encuentran casos que han estado dispensados y aún no han iniciado su trámite jubilatorio”.

   Capdevila también denunció que ATE y otros gremios acercaron a Astilleros empresas como Whitesea y Abadía de Mar, ambas del mismo dueño. Con ambas firmó contratos de construcción de embarcaciones que preveían multas para el ente en caso de incumplimiento; según aseguró, en ambos casos Astilleros no cumplió y tuvo que pagar.

   “Se trata de empresas absolutamente insolventes que, en base a sus íntimas relaciones con aquellas asociaciones gremiales, han obtenido la firma de contratos por U$S 200.000.000. Ello solo puede ser consecuencia de un plan premeditadamente destinado a crear una empresa naviera de la nada y con nada o, en el peor de los casos para ellos, de efectivizar incumplimientos por 20 millones dólares sin riesgo alguno”, señaló.

   Capdevila también denunció que, para “eludir las normas y fijar precios libremente”, desde el propio astillero se generó un sistema para eludir los organismos de control de la Provincia, como la Contaduría Provincial, la Asesoría de Gobierno y la Fiscalía de Estado.

   “Todo contrato debería ser revisado por los mencionados organismos y luego ser ratificado por la Gobernación; ante ello, desde el Astillero, se decidió en las reparaciones o construcciones menores no firmar contratos y trabajar por medio de un presupuesto y ordenes de trabajo, pudiendo con ello tener una total autonomía sobre los mismos respecto de condiciones y precio, en flagrante violación a la normativa de Zona Franca y Aduanera”, se explicó.

   “Este sistema llevado adelante por los investigados, en grosera elusión de los sistemas legales de control y violación a la 17 normativa vigente, es evidentemente sostenido por el control de ATE, quien es la encargada de acercar a las empresas que realizan las reparaciones y construcciones. Prueba de ello es que cuando esta nueva administración puso freno a este sistema, ATE lo sumó en sus reclamos sindicales”, agregó.

   Por último, Capdevila denunció que Astilleros no retuvo pagos que sus trabajadores debían hacer a la AFIP, razón por la cual incurrió en una deuda con el organismo recaudador de casi 68 millones de pesos.