Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Pepe Sánchez: los que se quedan, los que se van, lo que están haciendo en Bahía Basket y el Dow Center

Admitió su obsesión por mejorar el juego y contó lo que quieren lograr cuando se muden a "su propia casa". Varios jugadores se van a España. JP Vaulet, a la Liga de Verano de Brooklyn.

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

(Nota publicada en la edición impresa)

   Transitando por Raúl Alfonsín, antes de llegar a la rotonda con salida para Aldea Romana, asoma la parte superior del gigante gris. Allí, a pico y pala, van dándole forma al Dow Center, el centro de alto rendimiento.

   En otro sector de la ciudad, al mismo tiempo y sin pausa, sus futuros habitantes siguen creciendo, con el deseo de ser cada día un poco más grandes.

   En el Polideportivo Norte, provistos de calzas, cuellitos y toda la indumentaria necesaria para mitigar la fría mañana bahiense, los más jóvenes inician la segunda etapa de entrenamiento.

   La primera, como cada día, tuvo a Pepe Sánchez a la cabeza, siendo protagonista de la rutina diaria, la cual incluye una renovada metodología de trabajo implementada recientemente por Bahía Basket.

   “Estoy obsesionado con el juego -confiesa el ex integrante de la Generación Dorada-. Será cuestión de la edad, pero intento no engañarme: cada vez el juego es más sencillo y requiere más técnica, precisión y velocidad”.

   Arriba, en el gimnasio de pesas, el panameño Jamaal Levy trabaja en soledad.

   Abajo, el parqué está cubierto de pibes -algunos no tanto- que ya tienen un nombre propio en Bahía Basket, también de los que se ganaron un lugar y hasta de dos jovencitos haitianos que se encuentran de paso.

  Todos juntos transmiten energía, ganas, hambre... Es una mezcla de sacrificio y disfrute, claro, con las lógicas alegrías y frustraciones. De eso se trata el camino.

  “Todo el mundo trabaja antes del entrenamiento, ejecutando durante el mismo y, después, pasando en limpio toda esa información para que empiece a quedar como metodología. Así, con ayuda de gente experta en el tema, poder lograr una base fundacional de lo que significa Bahía Basket como método de trabajo”, explica Pepe.

  Sánchez, el mismo que tiene una mente brillante, mantiene la simpleza que lo caracterizó siempre. Y, como buen anfitrión, ofrece: “¿Mate o café?”.

   Y prepara un cortadito, aprovechando un break matinal. Sólo eso. Porque acá, receso, lejos está de asociarse con descanso.

   “Para mí es un nuevo inicio; tiene que ver con prestar atención a la evolución del juego, a nuestra forma de trabajar y a volver a entender que tenemos una tarea muy compleja: competir y formar”, asume el presidente de Bahía Basket.

   “Y esto -agrega- tenemos que hacerlo con recursos finitos, entonces, debemos saber cómo optimizar y priorizar los mismos. Es una tarea difícil, que requiere de mucha motivación, de mucho compromiso y muchas horas. La mayoría de los equipos de Liga tienen que competir, en cambio, nosotros, también tenemos que formar”.

   Firme, claro y, fundamentalmente, convencido, Pepe se entusiasma a media que detalla todo lo que vienen poniendo en práctica.

   “Estamos en una etapa nueva dentro del proceso de muchos años, que tiene que ver con prestarle mucha atención a la evolución del juego y cómo adaptarnos a eso lo más rápido posible”, apunta.

   Y tira un mensaje: “El básquet argentino debería implementar un mecanismo rápido, para entender que el juego ha cambiado. Si no, seguimos jugando a un ritmo y una forma determinada, que va corriendo muy lejos de la velocidad que se juega hoy, desde donde lanzan los tiradores, cómo sale un jugador de una cortina o la versatilidad de un cinco (pivote), que antes era un tipo grandote y hoy se mueve como un perimetral”, puntualiza.

   Pepe también comparte lo que ha leído o escuchado últimamente de Luis Scola, Oveja Hernández o el mismo Mario Ledesma.

   “Nosotros lo que tenemos es la idea, el siguiente paso es la ejecución todos los días”, insiste.

   Aunque hay un detalle no menor.

   “Es difícil salir del entorno en el que todo se corta con el mismo cuchillo. Entonces, hay que convencer. Esto -asegura- es más factible hacerlo con jugadores más jóvenes y con mucha hambre; las motivaciones tienen que ser muy altas, porque todo lo que estoy diciendo requiere un nivel de esfuerzo muy superior a la media”.

Acortando distancia

   En busca de la excelencia y todo bajo su radar, Pepe se pone objetivos altos, muy altos: “Tenemos que apuntar a ser la mejor organización deportiva de Latinoamérica. Tenemos que llegar a trabajar con un nivel de metodología”.

   Y ese camino está transitando la organización.

   “El próximo salto es poder formar jugadores en el nivel de exigencia, de ejecución y de detalle como se juega el básquetbol Fiba internacional. Eso va a permitirnos competir mucho más a nivel doméstico y, también, acortar la brecha en el salto que pueden dar los jugadores con posibilidades de trascender en Europa, como fue el caso de Lucio (Redivo) o ahora Deck (irá a Real Madrid)”, asegura.

Lo que pasó

   —¿Cómo encaja un equipo profesional en este proceso?
   —Para mí eso es lo más apasionante. Una posibilidad es competir armando un equipo con recursos económicos, ponerlo a jugar y ver hasta dónde se llega; otra es si nos dedicamos a formar. Nuestro desafío es mucho mayor, porque ni siquiera es uno más uno. Estoy convencido de que el desarrollo de esta parte metodológica, nos va a potenciar para poder competir. Es como que van de la mano. En el barrio sería “no nos queda otra”: mejoramos en esto y lo llevamos a un nivel altísimo, generando que jugadores nuestros puedan tener nivel de ejecución, concentración y energía mucho más alto que la media y con eso compensar otras cosas para poder competir en el máximo nivel, o no hay plan B. Simplemente, porque no está el plan económico salvador. Yo lo veo como una ventaja. Mi viejo (Carlos) decía: 'cuando tenés cuatro hijos para darle de comer no te hacés tantas preguntas, te levantás y vas a trabajar'. Acá los pibes vienen a las 9 de la mañana, se van a las 2 de la tarde y no hay muchas preguntas; es esto y esto.
   —¿El resultado en cada Liga fue un indicador del proceso de trabajo?
   —Trato de disociar por completo el resultado de las sensaciones, y este año, intuitivamente veía que podíamos jugar 150 partidos más, pero la sensación era que estábamos estancados.
   —¿Por qué?
   —Si mirabas el diario, a falta de cinco o seis partidos estábamos sextos, con un presupuesto bajísimo respecto de los demás, pero la sensación era que había un techo que nos trababa. Y tiene que ver con esto de tener una idea de lo que queremos, pero nos falta la ejecución. Hubo un defasaje muy grande entre lo que queríamos ser y lo que fuimos. Y lo que estaba en el medio es lo que intuitivamente veíamos. Y así como lo intuía yo, lo mismo la gente. Y no tiene que ver con ganar o perder.
   —El equipo no transmitía confianza.
   —Hubo temporadas que, por ahí, perdimos más, pero la sensación era más positiva. Lo que me deja dormir tranquilo es la sensación de evolución. Nosotros este año fuimos peores que el año pasado, independientemente del personal. Excusas hay cantidad, pero son excusas. Parte de lo que estamos haciendo ahora, es que no tengamos que depender del personal para que la línea sea continua. El éxito o el fracaso tiene que ser del programa de Bahía Basket, independientemente de los actores de turno.
   —¿Cuáles serían los actores para la próxima temporada?
   —La idea es que siga Jamaal (Levy); Gerson tiene contrato; en el caso de Pancho (Jasen), como cada temporada, la decisión pasa por él, porque se lo ganó, aportando dentro y fuera de la cancha; la continuidad de Anthony (Johnson) es más un deseo que una realidad. Nos encantaría que estuviera, pero lo veo muy complicado a nivel económico y, seguramente, tendrá ofertas de otros equipos.


   —¿Los más jóvenes?
   —Continúan los mismos con, obviamente, mucha más participación de los jugadores que vienen de abajo: (Leandro) Bolmaro, (Bautista) Lugarini, (Federico) Elías, (José) Materán, que tuvo un año muy bueno... Se reincorporan Martín Fernández y Fermín Thygesen (vienen de Deportivo Viedma), más Caio, Rodrigo (Gerhardt), Filippa... Es un año importante para la transición de todos ellos hacia la siguiente temporada, en la que tendrán que dar un salto de calidad. Claramente el foco estará en los cuatro fantásticos: Facu, Juan Pablo, Santiago y Maxi.
   —¿Parodi e Iglesias?
   —No van a seguir. Hasta hoy es eso. Después veremos la situación económica, recursos y demás... Está claro que la base del equipo son nuestros jugadores y la mejora de nuestros jugadores son los mejores fichajes.
   —¿Es cada vez menos probable que incorporen mayores nacionales?
   —Creo que nos tienen que aportar algo muy particular. El caso de Pancho es un ejemplo: nos da sabiduría, compromiso, vestuario... Volvé al slogan: competir formando.

“El sueño es poder jugar el primer partido de Liga”

   La construcción del Dow Center marcha de acuerdo con los plazos establecidos. Restan dos meses para tener cerrado todo el edificio.
   Las 18 habitaciones, ocho dormis y cuatro departamentos con las que contará el edificio, permitirán congregar un espacio deportivo y residencial.


   “A nivel organización vamos a tener la infraestructura. Contamos con el talento a la hora de reclutar jugadores y esperamos que venga mucho más, ya no sólo de Argentina, sino de Latinoamérica”, se ilusiona Pepe.
   El centro Dow Center será un lugar de capacitación, apertura de información para clubes, organizaciones, jugadores y entrenadores, entre otras actividades.
   “Primero tenemos que tener la base fundacional sumamente consolidada. La idea es que sea un centro de alto rendimiento, teniendo al básquet como foco”, detalla.
   También, tienen intenciones de que, a futuro, puedan ir a entrenarse otros deportistas. Porque ahí habrá un montón de herramientas, en lugares comunes, para utilizar en diversas disciplinas.
   “Va a tener una parte de desarrollo de jugadores profesionales y la idea es poder, en el tiempo, que todo este conocimiento no sea accesible únicamente a los 20, 30 o 40 chicos que juegan en Bahía Basket. Pero todo llevará tiempo. Hoy -especifica Pepe- pretendemos meternos y seguir trabajando este proceso metodológico, armar el equipo para la próxima temporada y a fin de año, intentar desplegar las distintas etapas del lugar”.
   —¿La intención sigue siendo poder iniciar la Liga ahí?
   —El sueño es jugar el primer partido de Liga ahí.


   —¿Y el resto de las actividades dónde van a desarrollarlas?
   —Acá (en el Poli) seguirá el trabajo social. Estamos con un proyecto con la Asociación Bahiense, que sería brindarle a las selecciones, junto con la Municipalidad, un lugar estable donde poder entrenar, tener su espacio, gimnasio de pesas... Sería algo muy positivo para el básquet de Bahía compartirle a los jugadores de la Selección toda la información que le damos a los chicos de la Liga de Desarrollo. Esto tendría ciertas exigencias de nuestra parte, porque sería para beneficio de ellos. Y que lo vieran como un privilegio, no como una obligación.
   —Y por reglamento, el próximo año deberían jugar en Segunda división local.
   —Sí. A nosotros no nos cambia mucho. Es hacer lo mismo que ahora, sólo que dos veces por semana deberíamos jugar. Sería bueno para el torneo local que estuviera, por ejemplo, Máximo Fjellerup, pero creo que distorsionaría la competencia. Dependerá de los clubes lo que quieran hacer; nosotros somos un voto. Si la idea de los clubes es que juguemos, como indica el reglamento, lo aceptaremos, aunque me  parecería lo más lógico que se pudiera votar una excepcionalidad, porque nuestro objetivo está puesto en otro lado. Es un tema que se debatirá, o no.

Dos de Argentina y uno de Brasil

   Máximo Fjellerup y Facundo Corvalán fueron convocados para la preselección Argentina U21. Mientras que el brasileño Caio -también de Bahía Basket-, fue elegido para la preselección de su país.

Juampi irá a la Liga de Verano

   El cordobés Juan Pablo Vaulet, drafteado en 2015 por Charlotte y canjeado a Brooklyn Nets, irá a jugar la Liga de Verano. Hace poco más de un año, el alero estuvo allí realizando algunas prácticas individuales.

Hoy viajan los dos a España

   Para trabajar en un centro de entrenamiento en Lugo, España, viajarán hoy Santiago Vaulet y Facundo Corvalán. Después, tendrán la oportunidad Maxi Fjellerup, Juampi Vaulet, Tomás Chapero, Bautista Lugarini y Leandro Bolmaro.