Es posible el regreso de un megaproyecto que generó polémica en Bahía Blanca

Redacción de La Nueva.

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Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   Sujeto a los vaivenes económicos que atraviesa el país, y seguramente con características diferentes al proyecto presentado en 2011, YPF vuelve a hablar de una planta de gas en Bahía Blanca.

   La novedad fue dada a conocer por Marcos Browne, vicepresidente ejecutivo de gas y energía de YPF, a la agencia Télam en los Estados Unidos.

   Allí no sólo señaló que la empresa estatal busca un socio estratégico para industrializar en el polo petroquímico bahiense el gas que produce Vaca Muerta, sino que también anunció que se vienen realizando estudios para licuar ese combustible y exportarlo por el puerto local.

   La noticia no hace más que traer a la memoria un proyecto  similar planteado por la compañía hace exactamente 7 años, cuando estaba en manos privadas, aunque en ese caso se trató del proceso inverso, es decir, regasificar el gas licuado que llegaba en barco.

   En mayo de 2011, cuando la localidad aún no había podido reponerse (ni aún hoy lo hizo) al cierre de dos industrias emblemáticas como el frigorífico CAP y la Lanera Argentina, YPF y la también estatal Enarsa lanzaron un nuevo proyecto.

   El plan apuntó a concretar el  dragado del canal principal hasta Cuatreros, a 45 pies (13,71 metros), la construcción de dos muelles y un establecimiento en tierra de regasificación, con una inversión estimada en 200 millones de dólares.

   El proyecto consistió en desarrollar la zona más allá del muelle del Club de Pesca, en dirección al oeste, dejando en manos de la comunidad el espigón construido en 1903 por el frigorífico Sansinena.

   Precisamente, entre este muelle y Puerto Galván, el área iba a estar destinada a una reserva costera municipal, mientras que el sector donde se pensaba instalar la planta regasificadora de YPF estaba ubicado en dirección al distrito de Villarino, a unos 3 kilómetros de la planta que Transportadora de Gas del Sur (TGS) posee en la vecina localidad.

   Con el refulado proveniente de las tareas de dragado se pensó en ganar unas 150 hectáreas en la futura zona industrial, plasmando en los hechos un nuevo puerto de generosas dimensiones.

   Por su magnitud, varios especialistas se animaron a definir a la idea como “la tercera fundación del puerto local”, tras la primera a fines del siglo XIX --por parte de las empresas ferroviarias-- y la segunda, más cerca en el tiempo, a partir del desarrollo de Cangrejales.

   La inversión dividió a la comunidad en dos posturas antagónicas, los que ponían el acento en el desarrollo económico y crecimiento de Cerri y quienes  aludían a las cuestiones ambientales, denunciando un fuerte impacto en esa zona del estuario.

   Ambas posturas chocaron en la audiencia pública del 16 de noviembre de 2011, aunque al año siguiente la ruptura entre la petrolera y el gobierno nacional hicieron que el proyecto quedara en stand by.

Proceso inverso

   Ahora los estudios de YPF apuntan al proceso inverso: ya no regasificar el gas natural licuado (GNL) sino convertir en gas licuado el gas que llegará de Vaca Muerta y exportarlo mediante buques metaneros al mundo.

¿Ampliación del Polo?

   En sus declaraciones a la prensa Browne también aludió a que YPF trabaja en el desarrollo de "un gran proyecto petroquímico" en el complejo de Bahía Blanca.

   Explicó que la idea es monetizar la creciente producción de gas que proyecta en sus operaciones de Vaca Muerta, para lo cual se encuentra en la búsqueda de un socio.

   Trascendió que Dow es la compañía con mayores posibilidades de sumarse para aumentar la producción de polietileno.

   Esto constituye un revés para las aspiraciones del gobierno neuquino de concretar el proyecto en esa provincia.

   YPF cuenta con un acuerdo en marcha con Dow, firma con la que desarrolla la zona de El Orejano con una producción diaria ya supera los 5 millones de metros cúbicos.