Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Cristian Villanueva se despidió de Olimpo, pero no está dicha la última palabra

Su desvinculación no es oficial y la dirigencia estaría evaluando la posibilidad de que siga ligado al club de alguna forma. ¿Qué le pueden llegar a proponer?

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   El sábado, después del 2-2 entre Olimpo y Talleres, se despidió de los hinchas aurinegros dando una vuelta olímpica simbólica dentro del campo de juego. Caminó con lágrimas en sus ojos, se puso la mano derecha en su corazón mientras bajaba el cálido “olé, olé, olé, olé, Titi, Titi...” y a cada medio de prensa con el que dialogó le manifestó sentir la tristeza más grande de su carrera futbolística.

   Cristian Damián Villanueva debutó con la casaca olimpiense el 16 de agosto de 2008, ante Aldosivi por la B Nacional, disputó 220 partidos, marcó 3 goles y consiguió dos ascensos a Primera. Del actual plantel, es el único jugador con tanto tiempo en la institución, aunque, según él, no le van a permitir llegar a los 10 años ininterrumpidos como jugador profesional de Olimpo.

   ¿Se referirá a la dirigencia? Sí, seguramente. En la nota con La Nueva., Villanueva dio a entender que se siente fuera del club, aunque todavía no llegó a un acuerdo oficial para rescindir su contrato, que vencerá, como la mayoría de sus compañeros, el próximo 30 de junio.

   Pero a diferencia del resto, el lateralista rionegrino tiene un vínculo especial con Olimpo. Además de haber sido capitán y referente de algunos equipos, se convirtió en el último ídolo de la entidad, y eso es lo que más ruido le hace a la CD para despedirlo con un simple “chau”.

   No se despidió jugando, no le entregaron ningún presente antes del último cotejo de la Superliga (ante la T en el Carminatti) y el homenaje fuera de la cancha se lo hizo un grupo minúsculo de hinchas en forma privada y en un salón de la ciudad.

   Por todo eso, Olimpo está en deuda con Villanueva, y se acaba de reflotar una mínima posibilidad de que el “3” siga ligado a los colores que ya impregnó en su corazón.

   “Me voy con un dolor inmenso, me siento mal, son días de mucha melancolía. Sé que es el fin de un ciclo larguísimo, pero todavía no arreglé mi situación con los directivos y la incertidumbre de no saber que va a pasar me hace creer en una mínima esperanza”, indicó el de General Roca.

   “Siempre puse la cara por este club, y me hubiese gustado estar en el último partido junto a chicos que yo y otros referentes hemos criado futbolisticamente. Por ellos me voy orgulloso, porque los vi llegar al club, los vi formarse y los vi debutar. Son chicos que ayudé a caminar y a progresar en este ambiente tan competitivo y complejo, y eso me llena el alma, te lo juro”, manifestó Cristian, visiblemente ovacionado.

   “Le di a Olimpo todo lo que tenía, ya no tengo más nada para dar. Por eso creo que llegó el momento del adiós. Es una pena que me tenga que ir después de un descenso y de un año donde se sufrió mucho, se luchó y se hizo un gran esfuerzo por un montón de cuestiones que nos llevaron al peor final”, describió.

   “No voy a hablar mal de nadie, no soy así. Siempre me manejé con respeto en esta profesión, donde aprendí justamente a no criticar ni a ensuciar gente porque hoy estás acá y mañana no sabés . La mayor responsabilidad del descenso fue de los jugadores. Los que entraban a la cancha eramos nosotros, no podemos poner excusas ni repartir culpas”.

   “Ojalá venga a Olimpo dentro de unos años y los hinchas se acuerden de mi paso por la institución, donde dejé parte de mi vida”.

   —Todavía no arreglaste tu desvinculación, ¿puede existir una chance de continuidad?

   —Tenemos que hablar. Fueron seis meses muy duros. El sábado entré a saludar a la gente para decirle gracias, porque más allá de alguna crítica, los hinchas siempre me apoyaron y me valoraron. Me cuesta irme, es muy duro, sobre todo tener que juntar mis pertenencias del vestuario, mi segundo hogar.

   —Olimpo está armando el proyecto para la próxima edición de la B Nacional. ¿Te pidieron alguna opinión?

   —No.

   —Si te vas, ¿ya pensaste que será de tu nueva vida?

   —Seguiré jugando, aunque no sé en dónde.

   Antes de que se apague el grabador, “Titi” pidió una reflexión final...

   “En la temporada que pasó, cuando no me tocó jugar, fue porque el técnico de turno no me tuvo en cuenta, no porque estaba lesionado. Siempre estuve bien, y es mentira que me voy del club porque me encuentro `roto'. Se dijeron muchas estupideces, se faltó a la verdad, y no me refiero a la dirigencia precisamente”.