Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

¿Hasta qué nivel el riego puede maximizar los rindes agrícolas?

Con tecnología y manejo eficiente, Argentina podría triplicar la superficie.

En nuestro país existen 2 millones de hectáreas bajo riego. / Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

   El riego maximiza los rindes agrícolas frente a un clima variable, ya que la agricultura irrigada permite que las plantas alcancen su máximo potencial productivo y ayuda a estabilizar los rendimientos a lo largo de las campañas.

   En la actualidad, la Argentina tiene dos millones de hectáreas bajo riego y, con tecnología y manejo eficiente, podría triplicar esa superficie. Especialistas del INTA analizan posibilidades de expansión en el país, costos y desempeño de los distintos sistemas de riego en un contexto climático complejo. No obstante, tanto la agricultura con riego complementario —que optimiza los sistemas de secano— como aquella con riego total —que permite producir en zonas que, de otro modo, serían prácticamente improductivas— también tiene su potencial conveniente.

   Representa el 17 % de la producción agrícola mundial y proporciona casi la mitad de los alimentos consumidos. En la Argentina, hay 2 millones de hectáreas bajo riego destinadas a producciones intensivas y extensivas y se trata de una superficie con posibilidad de triplicar su extensión.

   Para Aquiles Salinas, especialista en riego suplementario del INTA Manfredi (Córdoba), "esta superficie podría duplicarse, según el objetivo de la primera etapa del Plan Nacional de Riego, o triplicarse si se realizaran algunas obras de infraestructura y se aplicaran con mayor énfasis estrategias eficientes de manejo". En esta línea, resaltó el potencial de trabajo para hacer en zonas áridas: "La superficie irrigada actual podría duplicarse a partir de la adopción de tecnologías que optimicen la aplicación de agua en sistemas de riego gravitacional".

   Es decir que, con la misma cantidad de agua, se ampliaría el alcance productivo bajo riego. "En el país, la mayor parte de la producción agropecuaria se desarrolla en ambientes subhúmedos o semiáridos, donde la escasez de las precipitaciones y su inadecuada distribución son los principales factores que limitan la producción o generan una importante variabilidad interanual en los rendimientos", señaló Salinas.

   El 20 % de la Argentina, comprendido por el área mesopotámica (sobre todo), es húmeda y concentra el 82 % de los recursos hídricos superficiales. Mientras que el 80 % restante es subhúmeda, semiárida o árida y, por lo tanto, requiere la aplicación de riego para producir o evitar mermas en el rendimiento de los cultivos. (NA).