Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

“Corrientes es un lugar en el que me gustaría vivir”, dijo Alejandro Montecchia

Para el Puma, llegar a esta ciudad no es un viaje más. El asistente técnico de Bahía Basket habló del pasado y también del presente de su equipo actual, que hoy se despide de esta provincia ante San Martín, desde las 21:30.

Fotos: Sebastián Cortés-La Nueva. y Archivo La Nueva.

Por Ricardo Sbrana / rsbrana@lanueva.com

Enviado a Corrientes

   Se dice que todos tenemos un lugar en el mundo donde volver mueve sensaciones especiales. Esto es Corrientes para Alejandro Montecchia, quien fuera base de Regatas de esta ciudad entre 2006 y 2009. La ciudad donde dejó al Yo jugador en un cuarto partido de 4° de final. Porque la serie contra Atenas se prolongó a un 5° juego en Córdoba y no hubo margen para un partido despedida, ya que el 17 de abril de 2009 decidió retirarse, tras 20 años de carrera.

   El Puma, hoy con 46 años, habló con La Nueva. de lo que le genera cada viaje a Corrientes, ciudad que Bahía Basket dejará esta noche, tras la visita a San Martín (desde las 21:30).

   El bahiense, uno de los tres campeones olímpicos de nuestra ciudad en básquetbol, también se refirió al presente del equipo en el cual es asistente técnico.

   -¿En qué momento empieza la adrenalina por llegar a Corrientes? ¿Días previos al viaje?

   -Los primeros años no. Ya lo empezaba a planear antes. Llegaba a Corrientes con la agenda de asados totalmente lista. Este año no fue tanto, por el tema de (la frecuencia) de los partidos…

   -¿Es un sentimiento que se va enfriando con el paso del tiempo?

   -No, lo que siento por Corrientes y por los amigos que dejé, no se enfría. Al contrario, acá no te lo permiten. El correntino es muy servicial, la gente es increíble. Entonces ni bien se enteran que estás por venir, si uno no llama, te llaman ellos y empiezan a arreglar el tema juntada o de asados para charlar. Creo que nunca se va a enfriar el sentimiento y la manera como uno afronta este tipo de viajes.

El Puma, durante su etapa como jugador en Regatas Corrientes.

   -¿Es exagerado plantear que Corrientes es tu lugar en el mundo?

   -La verdad no sé, pero acá realmente la pasé muy bien y es un lugar en el que me gustaría vivir. Si tuviera la oportunidad, me gustaría. Pero en la mayoría de los lugares en los que estuve he quedado con muy buenas sensaciones. Y todos tienen sus aspectos positivos como para decir es un lugar en el que me podría instalar también.

   -¿Tu pasión por la pesca hace la diferencia por Corrientes?

   -Tiene mucho que ver. Como digo, acá la gente es increíble… El río es algo increíble. Hay otra cultura, otra manera de ser. El clima favorece a la manera de ser de la gente del norte. El clima agradable, casi en el 85 por ciento del año, hace que la gente sea mucho más abierta, más dada, a las juntadas, al asado, al vamos a tomar algo…

   -En distintas canchas tirás al aro, durante los entrenamientos. Pero existe algo especial en el estadio de Regatas.

   -Acá en Regatas entrené un montón de veces y estuve tres años, sufriendo por momentos el calor, pero es una cancha linda. Todas tienen ciertos puntos de referencia que uno toma a la hora de tirar al aro y como que se va encariñando con la cancha misma. La de Regatas es una de esas. Yo tenía muchísimos puntos de referencia. Y me gustaba estar ahí, porque viste como es, el estadio tiene una parte abierta y estás tirando al aro y mirás para la izquierda y tenés el río. La vida que tiene este club es impresionante, con muchísima gente circulando constantemente. Es una cancha que me gustaba mucho entrenar y quedarme tirando. Fue en la que jugué mi último partido de Liga Nacional, contra Atenas en cuartos de final. Porque después fuimos a Córdoba a definir en el quinto y perdimos. No tuve tiempo de emocionarme ni nada. No sabía si sería el último, entonces lo viví como a un partido más, por así decirlo.

“No me interesa dirigir mi propio equipo”

   -¿Qué análisis hacés del presente de Bahía Basket a esta altura de la Liga Nacional?

   -Lo veo bien. Nos cuesta ser regulares o tener una mentalidad de juego alta constantemente, de salir siempre a competir al máximo en todos lados. Puede ser que tengamos esos vaivenes emocionales porque tenemos un equipo joven, que nos impide ser más sólidos. Estoy convencido que si los chicos entraran a jugar mentalmente preparados para salir a matar, tendríamos que estar peleando arriba. No se dan cuenta todavía que con la intensidad y el potencial que tienen, podrían marcar diferencias en el torneo. Sólo con entrar fuerte a jugar con mucha intensidad desde el inicio. Porque ningún equipo de la Liga lo hace. Y ellos son jóvenes y tendrían que tener esa energía constante de poder hacerlo partido tras partido. Pero sé que es difícil a esta edad mantener una regularidad en cuanto a dureza mental. Cuando tenía su edad también me costaba, por momentos. Lo que estamos tratando de inculcar es que se tienen que mentalizar partido a partido y no esperar a ver qué pasa. Dejamos escapar varias oportunidades de ser un equipo sólido, contra equipos muy irregulares, que no tienen la juventud ni la energía nuestra.

Alejandro Montecchia al centro, escuchando alguna anécdota de Mauro Polla (izquierda), junto con Sebastián Ginóbili.

   -¿Sentís que dentro de una o dos temporadas podrías dirigir tu propio equipo?

   -No me interesa, je. Estoy bien. Cómodo con la función que tengo de asistente, compartiendo con Mauro (Polla) y tratando de aportar y ayudar a Sepo (Sebastián Ginóbili, el DT).

   -Aportar desde lo menos visible, en los entrenamientos o con consejos.

   -Sí, tal cual. Soy de hablar de manera individual con los jugadores. Me aparto y hablo con ellos en forma separada. Pero lo de entrenador ni me lo planteo ya. Lo pensé tiempo atrás, pero con el correr de los años lo descarté de plano.

   -¿Tira el hecho de trabajar en Bahía con personas que conocés, de trayectoria y con un proyecto sólido?

   -Es fundamental. Sí. Creo que si no tuviera a Sepo, a Pepe, a toda la gente que conozco de todos estos años acá, no me imagino estando en otro lugar.

   -¿Qué ves en el proyecto de desarrollo de talentos que habrá en el Dow Center?

   -Será algo espectacular. Todavía no lo dimensioné respecto de la ciudad o lo que pueda llegar a aportar al básquetbol argentino, pero bueno para nosotros será algo espectacular que nos obligará a superarnos, a mejorar, porque será algo muy grande. Es una motivación muy grande de poder meternos a trabajar allí…

   -En el laboratorio…

   -Sí, tal cual. Porque también es todo nuevo, una incógnita de cómo lo vamos a ir llevando. Seguramente tendremos que mejorar en lo deportivo sino en otros, para mantener la cantidad de chicos que se alojarán ahí.