Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Sebastián Anchoverri: “Me voy de Olimpo porque no me sentí querido ni respetado”

El arquero rescindió su contrato después de haber disputado 4 cotejos en esta Superliga. “En este último tiempo se dieron situaciones bastante feas y ya no era feliz en el club”, aseguró minutos antes de dejar nuestra ciudad.

Fotos: Sebastián Cortés y Rocío Zabalza-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   “Recién acabo de firmar la rescisión. Ya no tenía más ganas de seguir en Olimpo”.

   Con la amabilidad de siempre, el arquero Sebastián Anchoverri atendió telefónicamente a La Nueva. No era para hablar de temas gratos, como otras veces, pero no puso reparos ni excusas para contar las causas de su alejamiento del club aurinegro, interrumpiendo el contrato que lo vinculaba hasta junio de este 2018.

   “Cortamos el convenio de común acuerdo. La dirigencia me ofreció un dinero que me terminó cerrando y yo firmé para quedar en libertad de acción. Obvio que no cobré lo que me correspondía, pero llegué a un trato para quedarme con efectivo y el pase en mi poder. Fue lo mejor después de las tantas vivencias malas que soporté en este último tiempo”, relató el golero, quien integraba la escuadra bahiense desde medidados de 2016.

   —Te escucho y me hacés pensar que estabas sufriendo en Olimpo. ¿Qué te llevó a tomar la decisión de irte?

   —Se dieron situaciones que no me gustaron. Desde que llegué al club que venía peleando por tener la chance de atajar, y se me dio recién este año y con Bassedas como técnico. Me tocó entrar contra Racing por la lesión de Carranza y después jugué todos los minutos frente a Central, Arsenal y Estudiantes. Nunca sentí que atajé mal, aunque el equipo venía mal y todo se veía mal. Me brindé al máximo, pero no pude hacer nada para evitar los goles que nos anotaron en esos encuentros.

   “Dos días antes recibir a Colón, como Carranza estaba recuperado de su lesión y era el titular, Bassedas habló conmigo y me explicó que Jorge iba a volver al arco. Me felicitó por los partidos que había atajado y me aclaró que yo no era responsable de los resultados adversos. Me dijo que me veía bien, que estaba en crecimiento y que me sacaba en mi mejor momento. Entendí su decisión, le agradecí y empecé a entrenar con más ganas y entusiasmo. Aunque no me esperaba lo que pasaría a la semana siguiente; una verdadera decepción...”.

   —Pará, pará, ¿a qué te referis?

   —Carranza terminó el partido con Colón con una molestia y peleado con los hinchas, y todos, y me incluyo, suponíamos que iba a atajar yo. Pero no, el técnico decidió poner a Guido (Villar) y que yo vaya al banco. Me agarré un fastidió terrible. Nunca me dio una explicación; ni siquiera amagó a hablar conmigo. Es más, Bassedas nunca más me dirigió la palabra.

   —Después de eso, de no estar más en la consideración del DT, los rumores indicaban que te hiciste el lesionado porque ya no querías saber más nada con Olimpo.

   —Voy a explicar que fue lo que sucedió: los partidos que jugué lo hice con una contractura que venía arrastrando de hacía varios meses. Cuando volvimos de jugar con San Lorenzo, la pierna me dolía, entonces me hice los estudios correspondientes, que descartaron un posible desgarro o distensión muscular. En ese momento, la dirigencia, que tal vez se dejó llevar por los comentarios en las redes sociales, me quiso labrar un acta donde yo tenía que desmentir que estaba lesionado y que la tenía que firmar como precedente. Y ahí empezaron los problemas, las idas y vueltas y aumentaron mis ganas de irme de Olimpo.

   “Después de eso, el presidente (Mauro Altieri) me dijo que me quería rescindir el contrato, que yo era un problema y que tiraba para atrás al grupo, lo que me sorprendió muchísimo porque siempre fui positivo y jamás me llevé mal con algún compañero. La verdad, no me sentí querido ni respetado y me voy con bastante dolor. Por mi edad (el 25 de este mes cumple 27 años), se que voy a conseguir un club donde me sienta valorado”.

   —¿Tan mal la pasaste en Olimpo?

   —En ese último tiempo sí. No era feliz, así que voy a buscar la felicidad a otro lado. No merecía que me digan que me iban a rescindir el contrato; nunca originé conflictos, jamás generé discusiones con los hinchas y cuando tuve que atajar di la cara. Hice lo que pude, pero no quiero que me hagan responsable del presente que atraviesa el equipo.

   —Igualmente siempre fuiste resistido por los hinchas. ¿Sentías el rechazo?

   —Los hinchas se me pusieron en contra desde el primer día que llegué, y ni siquiera me habían visto atajar. No todos, pero la mayoría opinaba en mi contra. Sin conocerme y no sé porqué, pero allá ellos. Tal vez no les gustaba mi cara o mi forma de hablar en las notas periodísticas, no sé, pero yo me voy tranquilo porque di todo. Por algo me renovaron el contrato después de la salvación con el equipo de Mario Sciacqua.

   —Es una lástima que te vayas mal con la CD, con el cuerpo técnico y con la gente.

   —Pero yo no lo busqué. Igualmente con los hinchas no generalizó, porque hubo seguidores de Olimpo que me trataron más que bien. Te repito: no soy feliz, por eso decidí terminar el ciclo.

   —¿En Olimpo no pudiste demostrar que podías convertirte en un arquero de Primera división?

   —No me dejaron. El último partido con Estudiantes me había sentido aplomado y seguro, y pensé que el técnico me iba a seguir bancando. Cuando estaba entrando en ritmo de competencia, me “borró”. No tuve el tiempo necesario de adaptación como para poder demostrar que podía ser el arquero de Olimpo.

Sus partidos

4

presentaciones sumó Anchoverri en la Primera de Olimpo, todos en esta Superliga y en este 2018. Recibió 9 goles.