Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Crimen de Ivonne Gallardo: revelaciones de un crimen que conmocionó a Bahía

El asesinato de la nena de 9 años es una marca indeleble en la historia delictiva local.
Fotos: Emmanuel Briane y Sebastián Cortés-LN.

   “Aparentemente fue una muerte accidental, según lo que nosotros pudimos resumir. Él la golpeo, le dio una cachetada o algo así, (la nena) cayó y se desnucó contra la cama de caños, antigua, que había en la casa. Según el informe forense, la nena tenía una cachetada en la cara y un golpe en la nuca”.

   Mirta Gordillo, 23 años después de la muerte de su hija, revela su verdad sobre un hecho que comnocionó a la ciudad, cuando el 30 de marzo de 1994 fue hallado el cuerpo de Ivonne Edith Gallardo, de 9 años, cubierto por un montículo de sal en un depósito ubicado en Río Negro 1.002, por entonces un sector poco habitado y, según la autopsia, donde fue dejada aún con vida.

   “Yo pienso que, por más que uno tenga todo el cuidado del mundo, las cosas pasan. Y no tuvimos Justicia, porque no pudimos probar enteramente que había sido esta persona. Quedó sobreseído, y eso me pareció muy mal porque se le dio muy pronto. Se tendría que haber investigado más, se tendrían que haber hecho más cosas. Con el sobreseimiento me cerraron las puertas”, dice Mirta.

   “Perder una hija es una desgracia. Y el de ella fue el primer caso tremendo que hubo y la gente de la policía no estaba preparada, no se qué pasó con la Justicia”, cuestiona.

   Ivonne había desaparecido el sábado 14 de agosto del año anterior y el enigma se inició luego de que la niña concurriera a la vivienda de Pasaje Podestá 1.059, donde vivían Hugo Medel y su mujer, Patricia Delgado.

   Delgado fue la única condenada en la causa -un año y 3 meses de prisión en suspenso- por falso testimonio, al señalar a su cuñado como autor del crimen y luego aducir haber sido obligada por la policía.

   En esa casa también vivían María Laura (7) y Nicolás Medel (4), hijos de la pareja y con quienes se reunía a jugar Ivonne, quien vivía en 25 de Mayo 270.

   Mirta es cuidadosa al expresarse, pero no oculta información sobre lo ocurrido.

   “Las nenas habían estado jugando en el dormitorio y no se olviden que ahora Laura es una mujer... Y después de muchos años ella comentó algo de eso. Que no la quisieron matar. Lo que pasó es que este muchacho, no hacía mucho, había salido de la cárcel, se asustaron y se deshicieron de la nena. Esa es la verdad”, asegura Mirta.

   Lo que parece una revelación pública, tiene nombre y apellido.

   “Nosotros lo dijimos antes, ahora y siempre, el autor del crimen fue el 'Cheto' Medel, creo que se llama Héctor, y quien ese día estaba de visita en la casa. Incluso, cuando se creó la Comisaría de la Mujer, la comisario (Liliana) Pineda, quien había sido la escribiente en el momento (el hecho), intentó reabrir la causa pero no se podía”.

   Esa correspondencia entre lo que pensamos o sabemos y la realidad puede tener diversos efectos, más cuando de sentimientos se trata. Y Mirta expone los suyos.

   “El hecho de saber cómo fue me dio la tranquilidad que mi hija no estaba violada, que no la quisieron matar, que era una niña que no estaba haciendo una cosa mala. Fue una desgracia”.

   Una carga de angustiante dolor, que cuenta con la impotencia como un componente desesperanzador, parece unir innumerables hechos conmocionantes. Y el caso de Ivonne Gallardo no es la excepción.

“Faltó profundizar”

   Liliana Gallardo, tía de Ivonne, reflexiona.

   “Las historias a través del tiempo que sufren tantas nenas, jovencitas, adolescentes, me traen todo el tiempo el recuerdo de mi sobrina. Es como que ella fue la primera que lo pasó. Y aunque si bien tenemos una certeza, no sabemos bien qué fue lo que ocurrió”.

   La falta de castigo para el autor del crimen sigue siendo una llaga que no debilita el dolor familiar.

   “Yo quedé muy disconforme con la actuación policial, para mí faltó profundizar. Nunca tuvimos una respuesta positiva. Nos dijeron que no se pudo comprobar, si el cuerpo estaba conservado por la protección de la sal. Todo quedó en el aire”, comentó el padrino de Ivonne, que prefirió no revelar su identidad.

   “Un buen porcentaje de que nunca se pudiera descubrir quién la mató yo se lo doy a la incapacidad policíaca, y no por otra cosa. Algo hubo en esa casa que la nena vio o escuchó, y que no tenía que salir de ahí. Y por eso la tenían que callar. ¿Qué fue?, no se sabe”, dijo el hombre.

   En ese punto, la familia tiene una espina muy profundamente clavada.

   “A mi me llama la atención que el comisario que estuvo en la comisaría que investigó estuviera también en el hecho de Katherine Moscoso”, dijo Liliana, en referencia a Ricardo Triches, exsecretario de Seguridad en Monte Hermoso y quien hace 15 años, por el crimen de Natalia Melmann, en Miramar, fue relevado como jefe de la DDI de Mar del Plata, ya que se le atribuyó responsabilidad en la fuga inicial del único imputado, Gustavo “El Gallo” Fernández, quien luego fue detenido.

   “Por qué nunca resolvió nada”, se sigue preguntando Liliana. “Y esa sigue siendo la injusticia que tenemos hoy”, agregó.

   “Yo lo llamo negligencia, pero tiene otra palabra. No sé si son coincidencias...”, dijo, cuidadosamente, el padrino de Ivonne.

Sobreseído

   Meses después del hallazgo del cuerpo, la policía detuvo por el caso a Héctor “Cheto” Medel, incriminado por su cuñada, Patricia Delgado.

   Sin embargo, la mujer se desdijo y aseguró haber sido presionada por la policía.

   Ni la pericia de los cabellos encontrados en una mano de Ivonne, a la que se asignaba importancia, fue determinante.

   La Cámara de Apelación liberó a Medel, la investigación volvió a foja cero y Patricia Delgado fue condenada por falso testimonio a una pena en suspenso.

   Pasó el tiempo y la jueza María Pía Fava de Solana dictó el sobreseimiento provisorio del sospechoso. Transcurridos los términos legales, se convirtió en definitivo en junio de 2000.

   Así, Medel quedó desvinculado de la causa.