Los fieles guardianes de la caja
La coyuntura nacional en debate por la reforma previsional sacudió también a la gobernadora María Eugenia Vidal y el oficialismo legislativo de Cambiemos “pateó” para adelante un cambio en el régimen de jubilaciones para los empleados del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Ingenuidad política de la gobernación de calle 6 de pretender que en un abrir y cerrar de ojos se vote casi una docena o “paquetazo” de leyes sin respetar mínimamente los tiempos de la Legislatura y sin medir las consecuencias que acarrean los trámites “urgentes”.
El palacio legislativo viene de atravesar un jueves de “infierno” ya sea por las corridas y represión policial a trabajadores y manifestantes, como también puertas adentro por denuncias judiciales y un show de insultos y amenazas dentro de los recintos de senadores y diputados después del bochornoso espectáculo protagonizado por el enardecido alcalde kirchnerista ensenadense Mario Secco, con la complicidad de legisladores de Unidad Ciudadana/ FpV.
“Los bonaerenses decidimos en las urnas cambiar, y que ese cambio contenía la erradicación de actitudes patoteriles que dañan a la democracia”, tiró el jefe del bloque de senadores de Cambiemos, Roberto Costa.
Pese a todas las asperezas, la Gobernadora logró que le voten afirmativamente la reforma a la ley de ministerios; la obligatoriedad de que los legisladores presenten sus declaraciones juradas; una nueva emergencia en Seguridad y del Servicio Penitenciario; aunque debió resignar para mañana el abordaje de la reforma previsional para los trabajadores del BAPRO y la derogación de las jubilaciones de privilegios.
No es un dato menor. La nueva composición legislativa fortalece a Cambiemos para imponer quórums legislativos y “negociar” ciertas modificaciones en aquellas leyes que pida el Ejecutivo “amarillo”.
Vidal frenará la reforma jubilatoria de bancarios para garantizar la paz social?... La pregunta sobrevuela el microclima político. Difícil. Aunque las diversas manifestaciones de rechazo en defensa de la caja jubilatoria de los trabajadores del Estado bonaerense pueden llegar a poner a prueba las “definiciones” de los propios legisladores de la alianza entre macristas, radicales y lilitos que conviven bajo el techo de Cambiemos en la sesión programada para esta semana.
El eje del debate. Los empleados del Banco Provincia podrán iniciar su trámite de jubilación ordinaria cuando cumplan como mínimo 65 años y acrediten 35 años de servicio. Actualmente, a partir de los 60 años ya podían hacerlo. Para la Gobernación se trata de “hacer sustentable el régimen previsional especial que es deficitario y cuya deuda cubren todos los bonaerenses”. Hablan de un déficit de 5 mil millones de pesos anuales.
El proyecto gubernamental provocó desde el principio un fuerte rechazo sindical. Desde “La Bancaria” ya se efectivizó un paro de actividades en todas las sucursales del Bapro. Pero está en pie una dura advertencia. Si la Legislatura aprueba la normativa, “posiblemente” se abra un conflicto que puede tener inusitadas consecuencias sobre los clientes cotidianos.
El sindicalismo duro objeta la denominada “armonización” de los parámetros previsionales que propone el Ejecutivo en un intento por “vaciar”, dicen, el Instituto de Previsión Social (IPS), organismo estatal encargado de las jubilaciones y extender la edad jubilatoria.
No pocos intendentes de Cambiemos se comprometieron ante el jefe de Gabinete, Federico Salvai, a salir a “bancar” el plan integral a futuro: reformar todo el sistema previsional y equiparar con la Anses al IPS bonaerense. De ningún modo, pueden permanecer distantes en dicho proceso porque los empleados municipales estarán directamente afectados por las “transformaciones” de la gestión Vidal.
“Es de una caradurez extrema que nos digan que no estamos del lado de los trabajadores cuando ellos han llevado a nuestra Provincia a una crisis profunda”, argumentan desde un oficialismo “militando” el ajuste económico del PRO.
“Tenemos que garantizar la defensa de los derechos de los trabajadores que sostienen día a día la función social, productiva y económica de la banca estatal”, replicó la joven vicepresidenta peronista de Diputados, Marisol Merquel. La oposición pide que la Legislatura no se transforme “en una campana de madera” y que se permita el debate sin atropellos.
Es verdad que existe una sobreactuación del relato del kirchnerismo puro, pero también coexiste cierta inocencia política de las principales espadas gubernamentales de Cambiemos perdiendo la sensibilidad social.
Casi en la antesala de los festejos navideños y frente al anunciado "ajuste" en la estructura política, Vidal ya puede oxigenar su equipo ministerial. Así como orientó eliminar o fusionar organismos y dependencias para producir un ahorro de unos 600 millones de pesos en 2018, también resolvió crear el ministerio de Asuntos Públicos para “ascender” a un funcionario cercano al jefe de Gabinete macrista, Marcos Peña.
Se trata del lapridense Federico Suárez, actual secretario de Comunicación de la Gobernación de calle 6. Asuntos Públicos se dedicará a la comunicación del plan general del gobierno, comunicación de contenidos, vocería del Ejecutivo, contenido de las páginas web y canales oficiales de comunicación digital y vinculación con las diferentes áreas de gobierno y municipios. Una generalidad propia de la difusión burocrática estatal. Porque una de las cuatro secretarías de Vidal que tendrán rango ministerial será la de Medios, a cargo de su fiel portavoz, Mariano Mohadeb.
Si agregamos, los 2.500 millones que la Legislatura rebajó en su presupuesto. El achique del gasto político en la Provincia, en total, será apenas superior a los 3 mil millones de pesos para el año que viene.