Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cartoneros: apenas el inicio de un largo y delicado proceso

Terminar con la tracción a sangre requiere de políticas de corto y largo plazos, advierte una especialista que llega hoy a la ciudad para reunirse con las autoridades. Pamela Subizar / psubizar@lanueva.com
Desde este mes, los carros tirados por caballos no pueden ingresar al centro. La comuna busca reconvertir la actividad de los recolectores informales.

Dejar de ver a los caballos tirando carros por la ciudad no ocurrirá de un día para el otro, sino que será el final de un largo proceso, con muchas cuestiones por atender. Al menos así lo afirmó Alejandra García, coordinadora nacional de la organización Basta de TaS (Tracción A Sangre).

“El tiempo que lleve terminar con la tracción a sangre depende de muchos factores, no solo del presupuesto del que pueda disponer el gobierno municipal, sino también la capacidad de trabajo en políticas sociales”, le dijo ayer a "La Nueva.".

Cordobesa y radicada en España durante 23 años, García es una activista por los derechos de los animales que lideró campañas contra el cautiverio en circos y zoológicos y las corridas de toros en España, logrando prohibiciones.

En los últimos años se dedicó a la creación del Santuario Equidad en Córdoba para caballos rescatados, con el apoyo de la Fundación Franz Weber, y al programa Basta de TaS basado en las experiencias de otras ciudades de Latinoamérica.

Con todo ese background llegará hoy a la ciudad para brindar una conferencia y reunirse con concejales y funcionarios del Ejecutivo. La visita es organizada por la Asociación Protectora de Animales del Sur (APAS) en el marco de la restricción de la tracción a sangre implementada desde este mes en el centro bahiense.

“Nuestro lema siempre es 'ni caballos esclavos ni humanos excluidos'. Trabajamos desde una cercanía con el colectivo de los carreros para que se dignifique su situación laboral”, dijo García.

El asesoramiento a los gobiernos es integral, incluyendo la redacción de la pieza legislativa necesaria, la planificación de una prueba piloto de sustitución de caballos y la definición del destino de los animales.

El último caso es Córdoba capital: se presentó una prueba piloto de mínimo 9 meses de implementación para el reemplazo de carros por motocargas.

Aciertos y errores

Cuando se habla de plazos, García cuenta que las experiencias varían: hay ciudades como Bogotá, donde en un año casi 4.000 carreros dejaron el caballo, y otras como Río Cuarto, que desde 2004 lleva adelante la sustitución.

“Lo positivo es que más allá de que han tenido problemas presupuestarios no se detuvo el programa, que incluyó también políticas de cambio de actividad”, rescata García.

Los primeros recicladores cordobeses que tuvieron su “zootropo” relatan ahora el cambio en sus vidas en distintos puntos del país.

“Nos nutrimos de lo positivo en cada experiencia, y también de lo negativo”, indicó la especialista.

“El mayor acierto es hacer un acompañamiento continuo desde el Estado a los carreros, hasta que se asienten, porque no solo es un cambio en el modo de trabajo, es un cambio cultural”, manifestó.

Y entre los principales errores para no repetir, enumeró: la no contención a las familias, desatender la opinión de los cartoneros cuando se está hablando precisamente de su fuente de trabajo, y no prever el destino de los animales.

Para que los anuncios de prohibición de tracción a sangre no queden inconclusos, como ya ocurrió en la ciudad de Córdoba y La Plata, García señaló que “tiene que haber una solución a largo plazo que se convierta en una política de Estado”.