Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

El hombre de los 50.000 árboles

A Chandra Bhushan Tiwari lo conocen en su pueblo como el "Hombre Arbol" por la tarea a la que dedicó los últimos 17 años de su vida: plantó, dice, 50.000 árboles, aunque su aspiración es llegar al doble. "No puedo poner en palabras lo que siento cuando veo que semillas plantadas por mí se convierten en árboles", dijo el hombre que vive en la región india de Uttar (norte).

 NUEVA DELHI (EFE) -- A Chandra Bhushan Tiwari lo conocen en su pueblo como el "Hombre Arbol" por la tarea a la que dedicó los últimos 17 años de su vida: plantó, dice, 50.000 árboles, aunque su aspiración es llegar al doble.


 "No puedo poner en palabras lo que siento cuando veo que semillas plantadas por mí se convierten en árboles", dijo el hombre que vive en la región india de Uttar (norte).


 "Creo que lo que estoy haciendo hoy tendrá uso para las generaciones futuras", añadió.


 Tiwari comenzó su afición hace 17 años llevado por su "amor a la naturaleza", aunque pronto la tarea se convirtió en una misión, y el "Hombre Arbol" --como lo llaman sus vecinos-- abandonó su trabajo como maestro de escuela para dedicarse a sembrar árboles.


 "La razón fue simple: debido a la presión del trabajo no podía plantar árboles de manera regular", afirmó.


 Al principio, los parientes y vecinos de Tiwari lo tomaron por loco al enterarse de su decisión de abandonar su puesto laboral para dedicarse a los árboles, pero con el tiempo comenzaron a admirar sus esfuerzos.


 "Es difícil creer que en el mundo actual un hombre pueda dejar un trabajo del gobierno para plantar árboles. La devoción con la que trabaja Tiwari es magnífica", dijo el ingeniero Kamal Kant, del departamento de Irrigaciones.


 Tiwari solía comprar semillas con su propio dinero, pero ahora los lugareños comenzaron a donar dinero para contribuir al sembrado de los árboles. Y su mujer Sushila continúa trabajando como maestra en una escuela del gobierno, con lo que asegura el sustento y los requerimientos financieros de la familia.


 En sus ratos libres, Tiwari se mantiene ocupado dando clases a los niños pobres, y aunque no les cobra les pone una condición: "plantar al menos una semilla en su barrio", contó.