Ayuda estatal para adolescentes
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Cerca de mil adolescentes de nuestra ciudad reciben apoyo económico del gobierno bonaerense, a través de la Municipalidad, para desarrollar una actividad cultural o recreativa en un marco de contención, con la única condición de no abandonar sus estudios.
La iniciativa se denomina Proyecto Adolescente y en nuestro medio es coordinada por Oscar González, director municipal de Promoción y Desarrollo Comunitario.
De acuerdo con la normativa, las entidades intermedias, avalados por la comuna, deben presentar un proyecto que involucre a una veintena de chicos de entre 14 y 21 años.
"Nosotros lo hemos propuesto a todas las entidades de la ciudad que nuclean a jóvenes y obtuvimos 87 proyectos, de los cuales el gobierno bonaerense aprobó 50 y nos comunicó que los 37 restantes deben ser completados para ser aplicados este año", puntualizó el citado funcionario.
Precisó que en diferentes barrios de la ciudad se están llevando a cabo talleres de tango, murga, plástica y artesanías, además de huertas, mantenimiento de edificios comunitarios, escuelas deportivas y recreativas, brigadas ecológicas, difusión de pautas de salud en las escuelas y elaboración de pan y facturas, entre otros.
"Son grupos de 20 chicos y el gobierno bonaerense paga, por cada uno, 150 pesos, de los cuales 76 le son suministrados al joven para viáticos y los 74 restantes son destinados al funcionamiento del proyecto", dijo, aclarando que, en el caso de los menores, el dinero debe ser cobrado por los padres en el banco Credicoop.
González informó que los 50 proyectos aprobados se encuentran en marcha, respaldados por diferentes entidades, entre las que se encuentran Cáritas, Acción Bahiense Comunitaria (ABC), sociedades de fomento y clubes.
Los proyectos fueron elevados a la Provincia en mayo y, tras ser evaluados por el ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia, que conduce Juan Pablo Cafiero, y las áreas de Juventud y Cultura, recibieron la aprobación en agosto.
Comenzaron a implementarse en octubre y tienen vigencia por 12 meses, con la posibilidad de prorrogarse por un año más.
González se mostró muy conforme con el desarrollo del programa y ejemplificó que un grupo de Noroeste lo está invirtiendo en la capacitación en computación.
"En cuanto al dinero destinado al funcionamiento del proyecto,
lo están reuniendo para instalar un gabinete y, cuando termine el proyecto, cada chico se llevará una computadora a la casa", expresó.
El funcionario destacó que los beneficiarios no necesitan presentar riesgo social, y que la única exigencia es que continúen con su educación, formal o no formal, hecho que es verificado por las asistentes sociales del municipio.
Mejoras para las chicas de Liniers
El Proyecto Adolescente sirvió, por ejemplo, para mejorar la práctica y la posibilidad de competir de las chicas que juegan al fútbol en el club Liniers.
El grupo de jovencitas ya venía practicando en la entidad, bajo la supervización de Carlos Arrieta, quien las entrena ad-honorem.
El Programa Adolescente les permitió, con los fondos que deben destinarse a su funcionamiento, adquirir una pelota de fútbol para cada una, zapatillas, camisetas, medias, pantalones, bolsones para las pelotas, equipos de gimnasia y botines.
Además, asegurar a las deportistas por si llegasen a sufrir una lesión en el campo de juego.
Por su parte, las chicas planean colaborar en actividades sociales que redunden en beneficios para poblaciones de bajos recursos.
"Estamos planeando concurrir a barrios carenciados y que las chicas enseñen fútbol y armen juegos para los más chicos, además de organizar partidos a beneficio, fiestas y rifas, para reunir dinero y reciclar dos ambulancias para el Hospital Piñeiro", contó el entrenador.
El Proyecto Adolescente permitió amalgamar un equipo que, además, se caracteriza por la amistad entre sus integrantes y la contención, sobre todo, de las estudiantes foráneas que se sumaron a él.
Karina Montero, profesora de Educación Física oriunda de Coronel Dorrego, aseguró que el equipo comparte los cumpleaños del mismo modo que los momentos tristes, sobre todo de las que llegaron a la ciudad sin sus familias.
También Sandra Aguilera (Pampita), estudiante de enfermería profesional, de General Acha, aseguró que la ayuda permitió enriquecer la tarea del equipo.
"Es muy bueno poder venir al grupo: te distrae, te saca un poco del estudio, que lleva tanto tiempo. Uno se relaja, toma mate y la pasa muy bien. Eso sí, el entrenador siempre nos recalca que no dejemos de estudiar", expresó.