Villa Maza, a punto de quedar aislada

Redacción de La Nueva.

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Hernán Guercio / hguercio@lanueva.com.ar

   Las lluvias de las últimas semanas han traído grandes dolores de cabeza a la comunidad urbana y rural del distrito de Adolfo Alsina, con caminos vecinales muy complicados y casi imposibles de transitar que terminan obligando a los vecinos a tomar grandes desvíos para trasladarse de una localidad a otra.

   Tal es el caso de la población de Villa Maza, ubicada sobre el noroeste del territorio, casi junto al límite con La Pampa. Allí, debido a la inundación de un camino de tierra de unos 45 kilómetros de longitud que comunica esta localidad con Rivera, los vecinos se ven obligados a dar un rodeo de unos 120 kilómetros para llegar hasta allí.

   Si bien la población no está en peligro de quedar aislada del resto o rodeada de agua, hoy la única vía de comunicación que tienen los aproximadamente 1.800 habitantes de la población para ir hacia Carhué es tomar la ruta provincial 14 hacia La Pampa, girar en la 1 hacia el sur y retomar la 18 que pasará a denominarse 60 una vez en territorio bonaerense.

   “No tenemos problemas en el casco urbano, pero los caminos rurales y troncales están llenos de agua”, afirmó a La Nueva. el delegado municipal de Villa Maza, Enrique Martín.

   Al respecto, aclaró que el camino que une esta localidad con Rivera se encuentra totalmente anegado; y que en algunos sectores se forman lagunas de 500 metros, con 60 centímetros de profundidad.

   “Las napas están tan altas, que en determinados lugares se pasa la máquina y atrás aparece un hilo de agua. Por nuestra parte, venimos trabajando con bombas derivando el agua y haciendo terraplenes de avance, poniendo tierra y desparramándola. Pero caen 40 milímetros de lluvia y la situación vuelve a ser la misma”, agregó.

Una foto del camino entre Villa Maza y Rivera, en cercanías a Arano.

Otras complicaciones 

   El funcionario manifestó que esta situación empeora cuando se quiere sacar la producción lechera y la cosecha de los campos, ya que los camiones destrozan aún más los caminos.

   “No podemos decirle a los productores que no pasen. La situación es complicada”, resaltó.

   Además, reconoció que los maestros de escuelas rurales como las de Thames y Murature también están complicados para llegar a los establecimientos.